Despertando mí yo emprendedor pese a las adversidades.

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Al encaminarnos en la aventura del emprendimiento estamos expuestos a desarrollar un perfil de un ser autónomo, es decir, la capacidad de tomar decisiones y actuar en cuestiones relativas a uno mismo, lo que a su vez como se mencionó con anterioridad exige una gran dedicación, horas y esfuerzo.

Es necesario recalcar que este tipo de decisiones han de moverse siempre dentro de los principios de responsabilidad, perseverancia y búsqueda de la excelencia y de calidad. Lo que a su vez traerá para nosotros beneficios, tales como: mayores ingresos y prestigio social. Quizá éste sea uno de los puntos más controvertidos, pero, si nuestro proyecto está planteado de una forma adecuada y finalmente tiene éxito, podemos aspirar a tener mejores ingresos que trabajando por cuenta ajena, por otra parte, mejorará el entorno donde vivimos, además de servirnos como una gran fuente de reconocimiento social que a su vez nos abrirá puertas para seguir creciendo tanto profesional como personalmente.

Para finalizar, es obligatorio mencionar que, siendo nosotros la cabeza de nuestra compañía, deberemos convertirnos en un líder, es decir, ser quien ejerza una mayor influencia en los demás, puede llegar a ser considerado también como orientador, éste presenta la habilidad de convencer a otros de que trabajen con entusiasmo para lograr los objetivos definidos.

“Si tus acciones inspiran a otros a soñar más, aprender más, hacer más y a ser mejores; eres un líder”. Jack Welch. (Vicepresidente de General Electric Company con apenas 37 años de edad, siendo así el director ejecutivo más joven de la historia.)

Bibliografía.