EL SISTEMA UPAC

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Según el artículo del profesor para el periódico El Portafolio (PAREJA, Corte y Ministro) hablando sobre la decisión de la corte y el ministro de la UPAC, exhibe nuevamente que el problema no está en el sistema sino en las falsas ilusiones que le crean a los prestatarios, un claro ejemplo de esto es el sistema BCH en 1972 en el cual se le vendía la idea al deudor de que podía pagar su préstamo en menos cuotas y terminar pagando más rápido sus pasivos o poder ganar una rifa en la que lograran reducir unas cuantas cuotas de su préstamo, cuando realmente se estaba pagando la misma cantidad de dinero que si se pagara en el tiempo pactado al inicio de la deuda. El problema es de expectativas y no el sistema en sí.

Para que el empleado, mal remunerado, pudiera acceder al crédito de vivienda, con esos aumentos en las tasas y en épocas recientes con los precios exorbitantes de la finca raíz, era necesario diseñar esquemas que cualquier estudiante de matemáticas financieras conoce. Esto es, había que ofrecer cuotas bajas (tan bajas que no se alcanzan a cubrir los intereses, llámese intereses o corrección monetaria, lo cual en el fondo es lo mismo) y establecer patrones de aumentos de diversa clase. Cuando uno tiene una deuda y no paga los intereses o lo que paga no alcanza para cubrir la totalidad de ellos, el saldo aumenta; así de sencillo. Y esto no es una peculiaridad del sistema UPAC; sucede también con créditos en pesos y no en UPAC's (algunos han llegado a sugerir que si la deuda fuera en pesos y no en UPAC, la cosa sería distinta). Lo diabólico del sistema de adquisición de vivienda es que el empleado, por lo general con presupuesto bastante apretado, termina seducido por la ilusión de cuotas bajas -al principio- que aumentan de manera aparente su capacidad de endeudamiento; y cuando entra a ese juego le queda muy difícil salir de él, porque cuando su capacidad de pago "aumenta", decide cambiar de vivienda, y se repite el ciclo de un empleado trabajando para pagar su vivienda.... y nada más (PAREJA, LA TRAGEDIA DE LOS CREDITOS DE VIVIENDA, 1997)

En fin, se puede inferir que en la actualidad el problema de los sistema crediticios: llámese UPAC o cualquier otro, no es debido al sistema en sí, sino más bien a las altas tasas de interés del sector financiera, al ligamiento de las tasas a la inflación futura y principalmente a la ilusión que se le está creando a los prestatarios de un mejor nivel de vida y la cultura del debe, por consiguiente, las personas están adquiriendo grandes deudas cuando realmente no tienen la capacidad financiera de pagarlas o tienen la ilusión de que la vivienda es de su pertenencia cuando realmente es del sector financiero, así pues, se invita a las personas a salir del circulo vicioso de la adquisición de vivienda e adquirir créditos que realmente estén dentro de sus posibilidades de pago y no terminar envueltos en un lio con estos sistemas o acabar trabajando para los propios bancos. Es mejor tener poco, pero sabiendo que es realmente propio.