ENSAYO CRISIS FINANCIERA DEL 2008
Enviado por klimbo3445 • 12 de Diciembre de 2018 • 4.582 Palabras (19 Páginas) • 569 Visitas
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La crisis y la economía mexicana
Una situación hasta entonces desconocida en los círculos políticos y financieros de México, los responsables de la dinámica económica del país trataron, primeramente, de ignorar el conflicto que se avecinaba. En su opinión, el problema afectaría la marcha de la economía norteamericana, pero la de México se encontraba completamente protegida ante cualquier contexto económico en el que pudiera desembocar aquel fenómeno que se veía venir. Un poco después, se aceptó que la crisis causaría una molestia a nuestro país, similar a la de un “simple catarrito”. Más tarde, el secretario de Economía menciono que era muy pronto para adoptar medidas tendientes a proteger las actividades productivas de nuestro país., En una de sus entrevistas, el secretario de Hacienda y Crédito Público corregiría su apreciación inicial del catarrito y afirmó que la crisis se había transformado en un “tsunami, capaz de arrasar con todo”. Con el fin de precisar cuál había sido hasta marzo de 2009 el efecto de la crisis en la economía mexicana, se estimaba indispensable examinar, a continuación, el comportamiento que han registrado algunos de los indicadores macroeconómicos más importantes: Actividad económica: la crisis no llegó de fuera, como se ha empeñado el gobierno federal en afirmar, apoyado por algunos analistas que se encargan de los asuntos económicos en los diarios de circulación nacional y en las grandes cadenas de televisión. A partir del último trimestre de 2007, según las cifras del INEGI, esto es en los datos oficiales, se puede apreciar que la economía mexicana empieza a perder su ritmo de crecimiento cuando registra el producto nacional bruto, en términos reales, un avance de 3.7% respecto al último trimestre de 2006. En el primer trimestre de 2008, la tasa de crecimiento fue de sólo 2.6%. Se logra una ligera recuperación en el segundo trimestre, cuando el PIB alcanzó 2.9% de expansión, posiblemente por causas estacionales, pero desde el tercer trimestre el quebranto fue muy claro, cuando la tasa de crecimiento fue de 1.7%, esto es: antes del mes de octubre, y el quebranto ocurre en el último trimestre de 2008, cuando la economía nacional resiente los primeros efectos de la crisis mundial. La caída fue seria, al contraerse el producto nacional en –1.6 por ciento. Precios: la turbulencia económica afectó de inmediato el comportamiento de los precios. En enero de 2007, dato que se presenta para ponderar la magnitud de la inflación que hoy se padece, el aumento de los precios resultó de 3.98% a tasa anual; en enero de 2008 se registró una inflación de 3.7% en el índice de precios al consumidor, sin embargo, para enero de 2009 este indicador acusa un crecimiento de 6.3 por ciento. Desempleo: la crisis, como es usual, tiene un efecto inmediato en el nivel del empleo. No obstante que en México la metodología utilizada para medir el nivel real de la ocupación en la República Mexicana resulta engañosa, cabe apuntar que la tasa de desempleo, según el INEGI, pasó de 4% en febrero de 2007 y se mantuvo en ese mismo rango en enero de 2008. Sin embargo, a enero de 2009 alcanzó un nivel de 5%. Este relativo, no resulta despreciable, toda vez que aplicado sobre la población económicamente activa, nos refleja un total de 3.1 millones de habitantes en edad y con capacidad de trabajar pero que no tienen empleo. Tampoco encuentran cabida en el sector informal. El problema resulta más serio, si se consideran, por un lado, los llamados paros técnicos, que reducen el número efectivo de los días trabajados y el salario de los obreros, y, por otro, el intento de los empresarios y los miembros de la administración pública federal por llevar adelante la reforma laboral, que tal como está planteada lesionaría a la clase trabajadora al pretender la contratación individual de obreros y empleados y la legalización de la subcontratación. Sector externo: con la apertura de la economía mexicana al mercado mundial y con la firma de los tratados comerciales, especialmente la del Tratado de Libre Comercio de América del Norte en 1994, la política neoliberal hizo descansar el motor del desarrollo en el sector externo. Es verdad que la exportación de bienes creció a un ritmo considerable desde entonces, pero también que las importaciones registraron una expansión más rápida y que una buena parte de los productos fabricados en el país para su exportación requirieron una mayor importación de insumos y bienes intermedios. Como resultado de lo anterior y sin una política industrial, se rompieron varios eslabones de la cadena productiva y la industria manufacturera entró en una fase crítica, hoy agudizada por la coyuntura internacional. En el último trimestre de 2007, las exportaciones de México ascendieron a 86.7 miles de millones de dólares. En ese mismo lapso, las importaciones alcanzaron un valor de 87.8 miles de millones de dólares. En 2008, las cifras correspondientes acusan una disminución en el valor total de las exportaciones correspondientes al cuarto trimestre puesto que sumaron 75.9 miles de millones de dólares, en tanto que las importaciones registraron un valor total de 82 mil millones de dólares, lo que da como resultado un saldo negativo en la balanza comercial de 6 100 millones de dólares.12 La exportación de petróleo sigue siendo el renglón principal de los ingresos en la balanza comercial. En 2007, las ventas al exterior totalizaron 43 018 millones de dólares y en 2008, debido a los buenos precios internacionales, antes del quebranto del mercado petrolero, las ventas permitieron el ingreso de 50 639 millones de dólares. Ello, no obstante, el derrumbe de los precios del petróleo, vinculado muy de cerca con la crisis económica, ha lesionado duramente el nivel de los ingresos derivados de su exportación. Al respecto, cabe apuntar que enero de 2008 se registraron ingresos por 4 168 millones de dólares y en enero de 2009 únicamente se obtuvieron 1 908 millones de dólares por la venta de petróleo. Los ingresos que se obtienen del turismo proveniente del exterior se han abatido. En enero de 2008 el país captó por este concepto 1 289 millones de dólares, mientras que en enero de 2009 sólo ingresaron 1 192 millones de dólares. Las remesas familiares de los trabajadores ocupados en el exterior, renglón muy importante del ingreso de divisas, acusan una tendencia a la baja. En 2007 se registraron ingresos por 26 076 millones de dólares y en 2008 se captaron por este concepto 25 145 millones de dólares. Dicha tendencia se agudiza en 2009, toda vez que los datos correspondientes al mes de enero muestran que en 2008 ingresaron 1 783.7 millones de dólares y en 2009 sólo se percibieron 1 571.8 millones de dólares. El impacto de la crisis ha sido también muy apreciable en el descenso
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