ESTRÉS POSTRAUMÁTICO EN PERUANOS RESIDENTES EN CHILE QUE EXPERIMENTARON EL TERREMOTO DE ABRIL DEL 2014

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Al ser uno de los países más sísmicos del mundo, por encontrarse al límite de una falla geológica, Chile cuenta con altos estándares en construcción antisísmica, y entrena periódicamente a su población con simulacros de evacuación; sin embargo, ello no impidió que sintieran el pánico inmediatamente al iniciar el sismo, ya que se apagaron las luces en las calles y la gente salió corriendo aterrada, además por las réplicas que hubieron en el transcurso de los siguientes días (Bellenger, 2014).

Después del sismo, quedaron varias viviendas inhabitables, por lo que hubo damnificados a los cuales el gobierno, organizaciones de apoyo y los propios vecinos y familiares de los afectados han intentado apoyar, brindándoles alimento y un espacio donde alojarse (De Reyes, 2014).

En el 2013, Bulut realizó un estudio sobre la presencia de estrés postraumático en adolescentes en Turquía después de un año de sucedido un fuerte terremoto, y éste reveló que el 64% de adolescentes sufría de TEPT, en los cuales la media del puntaje obtenido en la prueba pertenecía al diagnóstico severo. Además, aquellos que no cumplían el puntaje para el diagnóstico de este trastorno presentaron síntomas moderados de TEPT.

Asimismo, se identificó que los síntomas severos afectaban el desenvolvimiento de los adolescentes en distintas áreas, ya que se correlacionaban con somatizaciones, depresión, inadaptación clínica y atipicidad, los cuales alcanzaron un nivel clínicamente significativo. Para este grupo, el locus de control, sentido de incapacidad, e índice de síntomas emocionales, todos se acercaron mucho al nivel de significancia. (Bulut, 2013)

En el año 2012, una investigación realizada por Díaz, Quintana y Vogel, luego de 2 años del intenso terremoto en Chile, demostró la presencia de estrés post-traumático en la población, los resultados arrojaron que el 20.4% puntuaban alto en el test de TEPT, siendo este significativamente mayor en mujeres que en hombres.

Otro estudio, realizado en el 2012 por Leiva-Bianchi, sobre la prevalencia de estrés postraumático en la población chilena luego del terremoto del 2010 en dicho país, reveló que un 54,2% de la población presenta síntomas intensos de TEPT.

Por lo sustentado anteriormente, en la presente investigación se plantea la siguiente interrogante ¿Existe Trastorno de Estrés Postraumático en peruanos mayores de 18 años residentes en la región de Arica y Parinacota que experimentaron el terremoto de abril del 2014?

Justificación y Relevancia

En la actualidad, los peruanos residentes en Chile se encuentran más expuestos a agentes estresores debido a que muchos de ellos se encuentran alejados de sus familias, sufren de discriminación (Instituto Nacional de la Juventud, 2012), están buscando trabajo y no están acostumbrados a la frecuencia de los sismos. Debido a ello, podría haber una predisposición a desarrollar síntomas de trastorno de estrés postraumático (TEPT) ante situaciones adversas como un terremoto. Además, la frecuencia y la intensidad de los movimientos sísmicos son mayores en Chile por lo que la población se encuentra más vulnerable al trastorno mencionado. De esta manera, la presente investigación es conveniente para determinar si es mayor el TEPT en peruanos expuestos a un terremoto en Chile.

Por otro lado, la presente investigación posee valor teórico pues se enfoca en una población poco estudiada, por lo que se podría incrementar el conocimiento sobre el tema. También, podría ampliarse la información recogida a otros grupos de inmigrantes tanto en Chile como en otros países donde ocurran desastres naturales.

Además, se considera que esta investigación posee relevancia social al aplicarlo para asistir a los afectados y reducir los niveles de TEPT a través del tratamiento, talleres, redes de soporte y apoyo a la familia.

Viabilidad

La investigación es viable ya que se dispone de los recursos necesarios para llevarlo a cabo. Además, el acceso a la muestra se facilita a través de la Embajada de Perú en Chile.

Limitaciones

Las posibles limitaciones de esta investigación son que las personas no quieran participar, y que la muestra se encuentre diseminada. Estas se pueden revertir por la motivación del equipo.

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CAPÍTULO I.

MARCO TEÓRICO

- Antecedentes del tema

El estudio realizado por Briceño et al. 2010 Sobre la prevalencia de TEPT en una población escolarizada de una localidad chilena después de 8 meses de ocurrido el terremoto de febrero del 2010, teniendo como muestra 89 niños de entre 8 y 13 años de la localidad y usando como instrumento la Escala Infantil de Síntomas del Trastorno de Estrés Postraumático (CPSS) encontró que en general el trastorno se encontraba 40,4% superando muchos reportes de la literatura, en la que fluctúan desde 4,5% hasta un 74,5%19 de los niños expuestos. La posible explicación que da la investigación es que los altos índices se deben a la magnitud del desastre, y por la reacción de los adultos cuidadores, que se han evidenciado en la literatura como factores que se asocian al TEPT en niños

Otro dato importante es que la prevalencia de TEPT es mayor en mujeres y niños de menor edad, siendo la edad un factor de asociación significativa en las mujeres. (Briceño, y otros, 2013; Martín Ayala & Ochotorena, 2004).

De la misma manera, otro estudio realizado en Chile en el 2010 (Díaz, C., Quintana, G., Vogel, E., 2012) se centró en el impacto del terremoto del 27 de febrero en la salud mental de los adolescentes a 7 meses de haber ocurrido el desastre. La muestra fue de 304 estudiantes entre 13 a 19 años que estuvieron expuestos al terremoto de 8.8 grados Richter. Las variables estudiadas fueron depresión, ansiedad y TEPT. Para medirlas se utilizaron las siguientes pruebas: Inventario de Depresión de Niños (Kovacs, 1981; Stark & Laurent, 2001), la Escala Revisada de Ansiedad Manifiesta para Niños (Reynolds & Richmond, 1978; Stark & Laurent, 2001), Escala de TEPT de Niños (Foa, Cashman Jaycox & Perry, 1997; Foa, Johnson, Fenny & Treadwell, 2001). Los resultados indicaron un aumento en la incidencia de todos los desórdenes tanto en hombres como mujeres, a excepción de la depresión en los hombres la cual se mantiene menor que el porcentaje de referencia previo al terremoto.