Estudio de viabilidad de elaboración y venta de churros en La Serena, IV región, Chile.
Enviado por mondoro • 15 de Enero de 2019 • 7.028 Palabras (29 Páginas) • 699 Visitas
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En este caso, dado que el proyecto de churros es de inversión, este debería ejecutarse sólo en caso de ser rentable.
Según el objetivo o la finalidad del estudio, es decir, de acuerdo con lo que se espera medir con la evaluación, es posible identificar tres tipos de proyectos que obligan a conocer tres formas de obtener los flujos de caja para lograr el resultado deseado.
Principalmente nos atenemos a la siguiente:
Estudio para medir la rentabilidad del proyecto, es decir, del total de la inversión, independientemente de dónde provengan los fondos.
Según la finalidad o el objeto de la inversión, es decir, del objetivo de la asignación de recursos, es posible distinguir entre proyectos que buscan crear nuevos negocios o empresas y proyectos que buscan evaluar un cambio, mejora o modernización en una empresa ya existente. En este último, sólo considerará aquellos aspectos que son relevantes para la decisión que se deberá tomar.
PREPARACIÓN Y EVALUACIÓN DE PROYECTOS
Se le denomina proyecto a la solución para un problema, cuyo objetivo es resolver una necesidad o deseo. Cualquiera sea la idea que se busca implementar, inversión, metodología o tecnología por aplicar, conlleva diferentes alternativas para resolver esta necesidad, por lo que se considera necesario el planteamiento de una opción específica, para su posterior estudio.
El proceso del proyecto reconoce cuatro etapas generales: idea, preinversión, inversión y operación. La primera parte es la “idea”, que busca solucionar el problema, mediante el reemplazo de tecnología obsoleta o tomando partido de una oportunidad de negocios, satisfaciendo una demanda de terceros que no está cubierta completamente. La solución óptima se inicia antes de preparar y evaluar el proyecto identificando el problema a solucionar, buscando todas las posibilidades que conduzcan al objetivo, donde cada una será una opción para el proyecto.
Posteriormente se presenta la etapa de “preinversión”, la cual contempla la fase de preparación de proyectos, donde se determinará la magnitud de la inversión en conjunto con los costos y beneficios asociados, además de la fase de evaluación de proyecto, donde se hace la estimación de la rentabilidad.
Dentro de la etapa de preinversión se puede distinguir, según su nivel de profundidad, tres tipos de estudios: Estudio de Perfil, Estudio de Prefactibilidad y Estudio de Factibilidad.
- Estudio de perfil: Se elabora a partir de información disponible, incluyendo el juicio común y la opinión fundada en la experiencia. Se presentan estimaciones globales de inversión, costos o ingresos, sin investigar más profundamente. Es fundamental para efectuar consideraciones previas en comparación con la situación “sin proyecto”, comparando si conviene o no su ejecución. Más que calcular la rentabilidad del proyecto, el objetivo apunta a determinar si hay alguna razón que justifique el abandono de una idea antes de destinar los recursos para continuar con los dos estudios que lo suceden.
- Estudio de Prefactibilidad: Profundiza en la investigación basado principalmente en fuentes secundarias para definir, con cierta aproximación, las variables principales relacionadas con el mercado, alternativas técnicas de producción y capacidad financiera de los inversionistas, entre otras. Se estiman inversiones, costos de operación e ingresos que demandará y generará el proyecto. En esta etapa se descartan soluciones con mayores elementos de juicio. Como resultado de este estudio, surge la recomendación de su aprobación, continuando con un nivel más profundo de investigación, abandono o postergación hasta que se presenten condiciones mínimas que hagan factible un cambio de escenario.
- Estudio de factibilidad: Estudio más acabado elaborado sobre la base de información primaria. Las variables cualitativas son mínimas comparadas con los estudios anteriores y el cálculo de las variables financieras y económicas deben justificar la valoración de los distintos ítems. Este estudio es la etapa final de la preinversión, y por ende, se debe optimizar los aspectos que dependen de una decisión del tipo económica, como la definición del tamaño, tecnología, localización, entre otros factores relacionados al proyecto. La tercera etapa la constituye la “inversión”, correspondiente a la administración de la ejecución del proyecto, donde se deben coordinar la disposición de recursos humanos, técnicos financieros y administrativos para llevar a cabo la iniciativa. Finalmente en la etapa de “operación” se considera la administración de los recursos necesarios para el correcto funcionamiento operativo del proyecto posterior a la ejecución, dentro de un espacio definido de tiempo (n periodos).
VIABILIDAD
Si bien todas las decisiones de inversión deben responder a un estudio previo sobre las ventajas y desventajas de su aplicación, la profundidad de cada análisis dependerá de cada proyecto. En general, deben efectuarse varios estudios particulares para evaluar un proyecto, los cuales definen que tan posible es, en la realidad, ejecutarlo de acuerdo a las restricciones presentes, si es viable o no.
Estos son llamados “Estudios de Viabilidad”, entre ellos se tienen los del tipo comercial, técnico, legal, organizacional, de impacto ambiental y financiero (para inversionista privado) o económico (para evaluar el impacto económico a nivel país). Si cualquiera de estos llega a una respuesta negativa determinará que el proyecto no se puede llevar a cabo, aunque algunas razones subjetivas podrían hacer recomendable una opción que no sea viable financiera o económicamente. Por lo general, estos estudios se centran en la viabilidad económica y toma el resto de las variables como referencia, aunque los otros factores pueden ser determinantes en la concreción final del proyecto.
CRITERIOS DE EVALUACIÓN
No hay duda que parte fundamental de un proyecto son los números, los cuales reflejan que tan atractivo puede ser invertir en él. Dentro de los principales criterios utilizados para la evaluación de proyectos hay dos alternativas que consideran el valor del dinero en el tiempo, el valor actual neto (VAN) y la tasa interna de retorno (TIR), de los cuales se utilizará el primero como indicador principal, tomando como complemento el cálculo de la TIR y el indicador IVAN.
El VAN es un criterio propuesto en el cual se debe aceptar el proyecto cuando este es mayor o igual
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