Etica profesional. EL RETO DE LA EMPRESA PERSONAL
Enviado por tomas • 29 de Abril de 2018 • 2.195 Palabras (9 Páginas) • 1.153 Visitas
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Características de las fortalezas o virtudes
Algunas que se presentaron el libro fueron:
- La virtud nos inclina a actuar con equilibrio, buscando el punto intermedio entre actitudes extremosas.
- La meta que se busca alcanzar con la adquisición de las virtudes o fortalezas es el desarrollo de la propia personalidad.
- La adquisición de las virtudes o fortalezas no se logra imitando simplemente a quienes se distinguen por alguna de ellas.
- Las virtudes acompañan al hombre en su proceso de constante maduración.
- Finalmente, las fortalezas o virtudes proporcionan el equilibrio espiritual que ejerce una influencia benéfica en nuestra salud corporal.
Fortalezas del líder contemporáneo
Los líderes contemporáneos
En este apartado solo se ve lo que es la definición de líder, y en mi concepto es aquel que tiene la capacidad de influir en otras personas fácilmente Su conducta o sus palabras logran incentivar a los miembros de un grupo para que trabajen en conjunto por un objetivo común. De acuerdo a su forma de ejercer la conducción del equipo, el líder puede ser considerado autoritario (toma las decisiones sin dar explicaciones al respecto), democrático, esto es que permite que todos opinen y decide por consenso.
Visión
Las personalidades con visión saben percibir los rasgos fundamentales del proceso de evolución que vive la sociedad e identifican las acciones que es oportuno emprender.
Prudencia y audacia en la toma de decisiones
Se dice que La prudencia en la toma de decisiones es resultado de la visión. Desde pequeños, nuestra familia nos enseña la prudencia al mostrarnos cómo caminar por la calle sin tener accidentes, cómo alimentarnos de forma sana y cuidar nuestro cuerpo, cómo no hacernos daño al caer o a no tocar cosas peligrosas, justo como hacen muchos animales con sus bebés. Más adelante hay otro tipo de prudencia que cuesta más aprender, porque no es tan evidente como protegerse del dolor: es la prudencia al relacionarnos con los demás, al tomar decisiones. Ser prudente es acertar en la decisión una vez la has meditado aunque sea un momento. Ser prudente no significa asumir una actitud pasiva frente a los acontecimientos; por el contrario, la prudencia nos impulsa a introducir los cambios que ayuden a generar el futuro.
Sensibilidad para tratar a los demás reconociendo en ellos la dignidad personal
Este cambio de mentalidad ha puesto de relieve la importancia que tiene el que desarrollemos auténticas relaciones interpersonales. Estas relaciones tienen como base el reconocimiento de la dignidad personal que compete a todo ser humano, sin importar su posición en el trabajo o en la sociedad. No es difícil proceder con esta mentalidad en nuestro trato fuera de las instituciones.
La sensibilidad en el trato nos obliga, además, a llevar a cabo nuestras relaciones con amabilidad y con compromiso. Una relación auténticamente humana es sincera, genera confianza y se manifiesta en una actitud de servicio; si nuestra relación no alcanza este nivel, fácilmente se convierte en una actitud por la que manipulamos a los demás.
Rectitud y honradez
La rectitud consiste en obrar en forma consistente con los propios principios y con la escala de valores que nos hemos establecido.
La honradez, antepone los principios morales a los beneficios personales, en especial de tipo económico, que pueden derivarse de una actuación contraria a los principios éticos.
Fortaleza de ánimo
Esta actitud requiere poseer la firmeza necesaria para no ceder ante los obstáculos que se presenten. La fortaleza de ánimo se cultiva cuando se es paciente y se trabaja en forma perseverante.
Templanza
Se trata de una virtud moral que consiste en la moderación de los apetitos y de la atracción que ejercen los placeres a partir de la razón.
La actuación ética y la auténtica plenitud humana
El sentido de la vida
Es natural que el ser humano, en el transcurso de la vida, se plantee la pregunta acerca del sentido de su existencia. Esta es una interrogante estrechamente ligada con nuestra búsqueda de felicidad, porque si encontramos sentido a la vida y obramos de acuerdo con los valores que de ahí se derivan, entonces experimentaremos la verdadera alegría que proporciona cumplir con nuestra misión.
La actuación ética y la perfección humana
A lo largo del tiempo se ha optado por diferentes formas de pensar, acerca de nuestro propio anhelo de felicidad, igual se debe de tener en cuenta que el comportamiento ético tiene mucho que ver con el logro de nuestra plenitud y con el éxito en nuestra empresa personal.
Los cambios que experimenta nuestra sociedad, cambien nuestra necesidad y criterios por eso se crean condiciones de libertad y de justicia que hagan factible el que todos podamos alcanzar nuestra plenitud humana. Restableciendo a la humanidad y su conciencia.
Conclusión
La ética debe ser considerada como constante disciplina para la vida, pues nos obliga a realizar nuestras labores con eficiencia y a mantener una actitud de rechazo frente a todo lo que minimice nuestra dignidad. De aquí es que se dice que el hombre es un ser inexorablemente moral, pues su vida no le viene dada con dignidad y moral, sino que debe hacerla, debe construirla con moral y dignidad.
El hombre que adquiere una moral bien pertrechada espiritualmente se convierte en un ferviente defensor de la justicia y en un fermento de renovación en todos los aspectos de la vida.
La personalidad moral se va definiendo a través de cada uno de los actos humanos. Con cada nueva posibilidad que nos apropiamos, con cada actualización de un vicio o de una virtud, descubrimos, corregimos o subrayamos los rasgos de nuestro carácter.
El hombre que conoce la carrera que ha elegido, y ayudado por una buena formación ética, o lo que es lo mismo apoderado del sentido del deber y del derecho de
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