Jabón exfoliante a base de Glicerina con café y naranja contra las celulitis
Enviado por Ninoka • 31 de Marzo de 2018 • 2.684 Palabras (11 Páginas) • 1.098 Visitas
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Conclusión
Llegamos a la conclusión que:
Fabricar jabones caseros es una práctica que beneficia a la economía de la familia.
Es una actividad sencilla, entretenida.
Los jabones resultantes son de buena calidad se pueden usar tanto para lavar las manos y para la higiene del cuerpo.
No contaminan el ambiente
Se fabrica con productos de caseros y naturales
Se puede colocar colorantes o perfumes para mejorar su aroma.
En nuestra investigación tenemos que seguir haciendo experiencias para mejorar la dureza del jabón y perfeccionarlo con la incorporación de glicerina e infusiones de frutas específicas para hacer jabones con propiedades humectantes y nutritivas.
Se elaboró un jabón con calidad, utilizando la glicerina y esencias naturales aptas para su uso.
Marco Teórico
Historia del jabón.
Los orígenes de la higiene de las personas datan de la prehistoria. Como el agua fue el elemento que siempre estuvo, al menos se sacaban el barro y polvo con ella.
En la antigua Babilonia, 2.800 A.C. se encontraron unas inscripciones que decían que hervían cenizas con grasas, el que fue considerado un método de hacer jabón.
Los egipcios, se bañaban regularmente utilizando un proceso parecido, para tratar enfermedades de la piel, tanto como por limpieza personal.
Por esa misma época, Moisés daba a los israelitas leyes que gobernaban el aseo personal, tanto para la salud como para purificación religiosa.
Los griegos, aunque no usaban jabón propiamente tal como lo conocemos hoy, se limpiaban con arcilla, cenizas y piedra pómez. Untaban sus cuerpos con aceites, y lavaban su ropa con agua en los arroyos.
El jabón tomó su nombre, de acuerdo a una antigua leyenda romana, del Monte Sapo, (saponificación, soap), donde sacrificaban sus animales. La lluvia lavaba una mezcla de grasa derretida y cenizas de madera al suelo arcilloso del río Tíber, donde las mujeres encontraron que esta mezcla hacía que su lavado fuese mucho más fácil.
Los germanos y galos también se atribuyen el descubrimiento del jabón.
Los romanos, como civilización avanzada, se daban largos baños, muy populares, y lujosos.
Un médico griego, Galeno, en el segundo siglo de nuestra era cristiana, recomendaba su uso para propósitos medicinales y de limpieza.
En la Edad Media, este procedimiento decayó, y sobrevinieron las grandes pestes.
El procedimiento de hacer jabón se mantenía secretamente en los monasterios desde el siglo VII, y gradualmente se usó tanto para el afeitado, para hacer champú y lavar la ropa.
Italia, España y Francia fueron los primeros centros de producción masiva del jabón, en el siglo XII, pero los impuestos eran muy altos, por lo que pocas personas los utilizaban.
Muchos químicos desarrollaron diversas técnicas para elaborar jabón, en forma industrial, y en las colonias americanas se usaba grasa animal y ceniza, para fabricar un jabón casero de mala calidad, pero servía para los propósitos de limpieza personal y de las prendas de vestir.
La primera guerra mundial, cuando la grasa escaseaba, llevó a los químicos a usar sustancias sintéticas, lo que actualmente conocemos como detergentes, que se combina con sales minerales y produce sustancias indeseables que contaminan nuestro ambiente.
La Glicerina
Hasta 1889 la gente no sabía bien cómo recuperar la glicerina del proceso de fabricación del jabón, de manera que la glicerina producida comercialmente provenía de la industria de la fabricación de velas (recuerda que, antiguamente, las velas se fabricaban con grasas animales).
En 1889, finalmente se mejoró, y se hizo viable, el proceso de separar la glicerina del jabón. Debido a que el uso principal de la glicerina era para hacer nitroglicerina, que se utilizaba a su vez para fabricar dinamita, de pronto la fabricación de jabón se hizo muy rentable!! Tengo una teoría no probada sobre el hecho de que podríamos saber de dónde provienen la mayoría de los grandes fabricantes de jabón (y de la "caída" de los pequeños artesanos locales del jabón) desde aquella época de la historia.
El proceso de separar la glicerina del jabón es bastante complicado (y, por supuesto, hay muchas variaciones sobre el tema). En términos simples, el jabón se produce mediante la mezcla de grasas y lejía. Las grasas ya contienen glicerina como parte de su composición química (tanto las grasas animales como las vegetales contienen de un 7% a un 13% de glicerina). Cuando las grasas y la lejía interactúan se forma el jabón, y la glicerina se desprende como un "subproducto". Pero mientras que, químicamente, se desprende a la vez queda mezclada en la masa de jabón.
Mientras que un artesano del jabón de proceso en frío simplemente volcaría la masa del jabón en moldes en este estadio del proceso, un fabricante comercial añadirá sal a la masa de jabón. La sal hace que el jabón cuaje y flote. Después de "espumar" el jabón, queda la glicerina (y un montón de impurezas, como jabón parcialmente disuelto, sal sobrante, etc.). Separan entonces la glicerina mediante el proceso de destilación. Finalmente, la decoloran filtrándola a través de carbón vegetal o utilizando algún otro proceso blanqueante.
La glicerina tiene muchos otros usos aparte de ser utilizada para fabricar nitroglicerina (nota: la glicerina no es una sustancia explosiva. Hay que convertirla previamente en nitroglicerina, por lo que es perfectamente seguro trabajar con ella en tu cocina). Algunos usos de la glicerina incluyen: conservar fruta enlatada, como base de lociones, para prevenir que se hielen los gatos hidráulicos, para lubricar moldes, en algunas tintas de estampado, en la fabricación de pasteles y caramelos y, en ocasiones, para conservar ciertos especímenes en tarros
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