Presente y Futuro de la Gerencia y el Liderazgo en Venezuela

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existe un predominio del liderazgo instrumental en nuestras empresas públicas, aunque recientemente se han observado que algunas gerencias se valen del liderazgo participativo para reestructurar grandes empresas como el PES (Plan Estratégico Socialista) ejecutado en PDVSA para cambiar los lineamientos con la ayuda de todos sus empleados.

En este sentido, estas las organizaciones postmodernas (transnacionales) han marcado la diferencia con un liderazgo abierto, para funcionar mucho más adecuadamente en el mundo de la información, del conocimiento y la tecnología. La gerencia y el liderazgo venezolano deben adaptarse a los nuevos conocimientos que demandan los actuales y cambiantes escenarios, atentando contra la supervivencia de las organizaciones. Actualmente, los escenarios son más dinámicos, sometidos constantemente a cambios, a innovaciones y turbulencias, en donde los gerentes y líderes son representaciones determinantes en la apertura por conquistar nuevos mercados (Kuczmarski, 1997).

Sin embargo, la complejidad, la incertidumbre y la dinámica cada vez mayores, demandan en una organización a un gerente y un liderazgo mucho más integrado, donde uno pueda suplantar al otro y esta unidad indivisible ha sido denominada como gerente-líder. Un gran reto para el gerente-líder venezolano de cara a los últimos acontecimientos en el país, debe ser la práctica de la gerencia estratégica (Sallenave, 1990; Robins y Coulter, 1996). Y se necesita que el gerente-líder trabaje bajo el concepto de administración por valores (Husselbein et al, 1996; Aguilar, 1998). Además, pareciera que los miembros que integran las organizaciones están comprendiendo que las empresas exitosas se caracterizan por apoyarse en un nuevo humanismo dirigido al talento humano, en donde la toma de decisiones sea irradiada por los equipos que conforman a la organización (Llano, 1997). Por ello, debo citar la dinámica espiral, concebida por Clare Graves y sistematizado por C. Cowan y Don Beck en 1996, el cual es un modelo transdisciplinario (modelo gravesiano), diseñado para la transformación cultural y la gestión integral basada en valores (superficiales que definen el comportamiento, ocultos que definen las creencias y profundos que definen los sistemas de pensamientos), para abordar desde las llamadas teorías de la complejidad, el desarrollo de la humanidad, analizándolo a través de diferentes sistemas de valores, de las visiones del mundo (Cowan y Beck, 1996). Este modelo puede servir como excelente herramienta de análisis para concebir una propuesta con base a visiones emergentes, las cuales aumentan en número con el tiempo.

Aunque el rol del gerente-líder venezolano en la actualidad debe ser de definir los objetivos y las políticas, de su organización que le permitan construir una estrategia competitiva para desarrollarse y sobrevivir empresarialmente o como Estado alcanzar el nivel social, económico y político estable. Por lo que, Mas (2005) propone al desarrollo endógeno como un plan de acción (como un fin y estrategia), para crecer desde adentro, desde las células sociales y empresariales (PYME´s), donde la cooperación y la competencia sana, sean los pilares de un crecimiento sólido y sustentable.

En conclusión, la futura gerencia venezolana debe en primer lugar establecerse sobre paradigmas emergentes de pensamiento complejo caracterizados por estructuras multidimensionales con perspectivas holísticas que permitan comprender los cambios y sus impactos en las organizaciones y con articulaciones dialógicas que permitan el mejor desenvolvimiento para y con otras organizaciones. Se requieren de hombres virtuosos, visionarios y soñadores, llenos de ambiciones patrias e ideas innovadoras, con pensamientos complejos, múltiples y progresistas, y aunque todos estos frentes se encuentran amenazados por la racionalidad científica del hombre que toma las decisiones, entonces es ineludible que la gerencia actual venezolana está impregnada por la complejidad del pensamiento