Comentario literario de “Como una hiedra“ de Mario Benedetti
Enviado por Jerry • 5 de Diciembre de 2018 • 1.587 Palabras (7 Páginas) • 1.034 Visitas
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El tercer apartado se extiende desde el verso 12 al 21, cuyo tema es la soledad que implica la muerte expresado en los versos "sin una sombra porque es sólo sombras, sin un murciélago bendito" (versos 13 y 14). En estos verso se hace referencia al momento en que el hablante lírico conoce la muerte y descubre que se encamina a ella completamente solo, el cual nos transmite el sentimiento de tristeza por el abandono que experimenta la voz poética. En cuanto a las figuras literarias, en este apartado encontramos una personificación y una hipérbole en "el silencio derriba el muro". Este verso nos quiere transmitir la imagen extrema de cómo la soledad puede abolir la fortaleza.
En la expresión "sin una sombra porque es sólo sombras", se presenta la aliteración expresada en el empleo reiterativo del sonido "s", el cual refuerza la idea de solitara muerte ya que genera un breve momento silencioso sonido (ssssss). Además se percibe el uso constante en la palabra “sombra“ para transmitir al lector la soledad de la muerte del hablente lírico, soledad que adquiere un carácter angustiante que se refuerza con la anáfora "sin una sombra (...) / sin un murciélago bendito" . Asi mismo se puede inferir que la voz poética se resiste a la muerte y expresa su ira en los versos “entonces sí me vuelvo despiadado, /entonces sí soy irrosorio, /entonces sí improviso mis rencores“, los cuales por su coloquialidad pretende comunicar al lector su coraje frente a un suceso inevitable para los hombres. Veamos que el “entonces sí ... “ es una anáfora que reafirma cuál sería su reaccion en dicho momento.
El cuarto apartado (versos 22 al 29) gira en torno a la proximidad de la muerte y el esfuerzo del yo poético por sobrevivir, el cual se expresa en “busca con ansiedad mis ojos de la noche/ toda muerte" y “Como una hiedra sigo trepando“. Estos versos revelan que el yo lírico se encuentra atormentado por la cercanía de la muerte pues manifiesta que la muerte lo “busca con ansiedad“. También se puede reconocer la personificación en "El día estalla otra vez en gritos", el cual da a entender que la presencia de la muerte es una constante (otra vez) y genera la desesperación de las personas (en gritos). Si bien la situación es trágica, la voz poética transmite su deseo para aferrarse a la vida expresado en los versos “Como una hiedra sigo trepando“ aun cuando las dificultades también sean una constante representada en “el muro que existe de nuevo“. En estos versos, la voz poética se compara con una planta trepadora por intermedio del símil, la cual se aferra para sobrevivir. Esta característica de la hiedra revela la persistencia del hablante lírico por vencer a la muerte. Además este esfuerzo se ve recompensado por una esperanza de vida, pues expresa “y por un rato soy la vida“.
En la parte final de este apartado se nota un entusiasmo de la voz poética cuando alcanza la vida. La personificación “el sol perpetuo me reconoce“ permite expresar la conexión entre la naturaleza (sol) y la voz poética. El adjetivo “perpetuo“ permite inferir que la posibilidad de vida siempre estará presente y, en consecuencia, existe un esperanza de vivir. Así mismo, se presenta una metáfora bastante significativa, pues luego de exponer a lo largo del poema su condición de vulnerabilidad hacia la muerte la voz poética ahora señala “soy la vida“, aunque sea por un rato. Notemos que la anáfora de los dos últimos versos permiten reconocer la existencia de la secuencialidad entre el reconocimiento de la naturaleza y la sensación de vitalidad aunque sea de manera efimera: “por un rato“.
“Como una hiedra“ es un poema que explica cómo el ser humano está en constante acercamiento con la muerte. Aun cuando pueda sonar un poco trágico y pesimista, la voz poética esclarece y comparte su sentir frente a la vida y lo expresa en el título: “como una hiedra“, sentir que se convierte en una aliento para aferrarse a su existencia. Cabe preguntarse, entonces, ¿hasta qué punto el ser humano debe reflexionar sobre su existencia en el mundo? Como se puede apreciar, la inicial toma de conciencia de la voz poética le permite reconocerse y temer su soledad en la muerte, sentimientos que hacia el final le permite sentirse vivo aunque sea “por un rato“. El poema, entonces, implícitamente se configura como un llamado a los hombres para que, desde una necesaria reflexión personal, reconozcan su condición de seres mortales y, en consecuencia, puedan apreciar el valor de la vida.
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