El Derecho como Idea

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Los nuevos modelos jurídicos a principios de este siglo XXI comienzan a fusionarse en una suerte de Derecho Universal, es así que en la actualidad no existe una sociedad que, por ejemplo, le dé un menor peso jurídico al Derecho a la Vida (con independencia de los países en los que existe la pena capital, la cual es en teoría, la máxima pena que alguien puede sufrir por la comisión de algún delito, lo cual contribuye a reafirmar la valoración del Derecho a la vida como el máximo Derecho que se posee), así como no existen ciudadanos que no valoren su Derecho a la Libertad, en la actualidad es inconcebible que dentro de un país no exista una protección a los Derechos Humanos contenidos en la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

No obstante lo anteriormente escrito, pese a existir en la modernidad actual, sistemas jurídicos, sistemas normativos, teorías de argumentación jurídica, teorías naturalistas, positivistas, exegéticas, etc., no se ha llegado a dotar al Derecho con una conceptualización universal; mucho se ha dicho al respecto y se puede reconocer que muchos intentos han sido sinceros y sin un afán de protagonismo sin sentido.

El Derecho no solo es:

El Derecho no puede ser solo un sistema jurídico/normativo ya que la norma es en realidad un producto tangible de la idea del Derecho, la ley es el resultado material del Derecho, y es, en el mejor de los casos, el medio físico a través del cual se transmite el Derecho, se muestra, se da a conocer y expone su sentido, aspiración y verdadera finalidad, sin embargo, en la mayoría de los casos, la ley es solo la expresión de ciertos sectores dominantes de la sociedad buscando imponer su voluntad sobre la de las mayorías, que al no unirse en un solo ideal de justicia, continúan bajo la opresión de las leyes dominantes de la clase alta, opresores y oprimidos conviviendo bajo roles y estereotipos que destinan a las clases sociales a vivir una vida preestablecida desempeñando sus respectivos roles.

El Derecho no solo es argumentación, ya que la argumentación es una forma de expresarlo, la argumentación desde su nacimiento es más una variedad discursiva cuya labor es la de convencer expresando razonamientos a favor de propias verdades, que una forma de definir al Derecho; en el caso de la argumentación jurídica, esta sirve como un simple auxiliar del Derecho, facilitando la transmisión del mensaje jurídico que se intenta comunicar, pero se ha visto que la posesión de esta técnica no suplanta la necesidad del conocimiento previo de la noma y, en el mundo ideal, una elevada idea de justicia para la prudente aplicación del Derecho.

Conceptualizar al Derecho como fenómeno cultural es atinado hasta cierto punto, ya que se ha visto que la norma evoluciona conforme la sociedad adquiere nuevas maneras de percibir la realidad, las normas cambian conforme fenómenos sociales al mismo tiempo que revoluciones de ideales acontecen cambiando el paradigma previamente establecido, la norma muta con la sociedad, evoluciona o involuciona con ella y se transforma en el reflejo de la misma, sin embargo, este reflejo es la imagen de una sociedad y no refleja la universalidad necesaria para ser aceptada en todo el mundo como sistema jurídico global, lo cual trae consigo al día de hoy la imposibilidad de crear un Derecho único.

El derecho, en términos naturalistas, se origina en la naturaleza del pensamiento humano y en la naturaleza de las relaciones humanas, se aprecia anterior y superior a la propia ley y se concibe como un ente ideal e irreformable[5], sin embargo, y a pesar de parecerse a la propuesta del derecho como idea, la postura naturalista basa su definición en una actividad intuitiva, lo cual resta objetividad a las resoluciones dejando el derecho a la interpretación de lo bueno y justo a la concepción de cada individuo, la principal diferencia consiste en que una idea no busca regular las relaciones humanas, una idea es una forma de percibir el mundo, como se comentó líneas arriba, una idea es solo una imagen o representación de algo, en este caso, justicia.

El Derecho es una idea, basada en principios generales, una concepción mental de justicia que pretende normar la conducta de los demás, es una lucha de egos tanto del opresor como del oprimido, es la búsqueda de poder, el Derecho como ley es en el fondo la privación de la libertad legitimada ante la imposibilidad colectiva de tomar decisiones y el miedo de no poder identificar lo bueno de lo malo, la incapacidad de discernirlo y las circunstancias en las que nos encontramos y el contenido de nuestra propia existencia[6], el derecho es un espejismo, algo inmaterial altamente subjetivo, el Derecho está en la mente y esta tiende a encontrar una sola forma lógica de pensar, la cual se expresa en términos de “principios generales” y derechos universalmente aceptados como la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

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