Eutanasia; la muerte como parte de la vida.

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- Altos costos de manutención a un paciente terminal:

Según diferentes estudios investigados, “la proporción entre pacientes con enfermedades terminales y no terminales críticamente enfermos es de 3 veces mayor el valor de la manutención y con una mortalidad del 72.9% en pacientes terminales contra el 18.6% de pacientes no terminales.” (http://revistamedicarebagliati.org/costos_del_enfermo_terminal_en_uci.pdf), esto demuestra los altos costos que trae mantener a un paciente terminal, que por mas de que reciban un tratamiento, un mecanismo de ventilación o cualquier otro tipo de exámenes auxiliares, no cambia la tasa de mortalidad que el paciente tiene, sino que aumenta las cuentas que deben pagar tanto el seguro médico como la familia, teniendo como resultado la tristeza por la perdida de un familiar y unas deudas muy altas por un tratamiento que no tuvo ningún resultado beneficioso para el paciente.

Después de los diferentes argumentos presentados anteriormente, se puede demostrar como la terminación de la vida de una persona, mediante la eutanasia, cumpliendo con los requisitos establecidos en la mayoría de las legislaciones vigentes, tales como, (i) una previa verificación del paciente, en la que se corrobore la madurez de su juicio y la voluntad de morir, (ii) el procedimiento debe ser realizado únicamente por personal médico. En todos los casos siempre será importante generar espacios educativos para promover el valor de la vida y a vivir.

Adicionalmente proceder de las formas antes indicadas, sin ser la razón fundamental, podrá traer como consecuencia secundaria, la racionalización de los gastos médicos, generando más ingresos para atender las salud de pacientes sin enfermedades terminales, ni crónicas. Ampliando así la cobertura del sistema de seguridad social.

Valeria Castilla Londoño 11A1 – 6 de junio de 2016