LECCIÓN TERCERA LA IDENTIFICACIÓN CON EL AMADO

...

- MÁS ALLÁ DE LA UNIÓN AFECTTIVA

Carlos Cardona expone que solo el amor permite el verdadero conocimiento: la inteligencia, el intus legere, leer dentro, en cuanto al amor me identifica con el otro, me coloca en su lugar: que es justamente lo que se origina la comprensión, el conocimiento exhaustivo o total.

Muchas veces lo que conduce al aburrimiento entre cónyuges, no suele ser la ausencia de amor, sino el no saber descubrir las riquezas inagotables que posee la otra persona. La carencia de un buen amor suele ser el fondo del problema del entendimiento entre dos personas.

Los que se quieren tienden: (1) a intensificar su unión afectiva y (2) a extenderla a otros ámbitos de la personalidad.

Sin trato, no hay amor, y el amor, a su vez reclama el trato: deseos de estar y divertirse juntos, de prestarse servicios recíprocos, de hacerse mutuamente regalos y favores de participar en empresas comunes de intimar conociendo lo que el otro quiere y piensa, etc.

El crecimiento en el amor de quienes se quieren es la unión afectiva o amorosa la identificación en el ser y en el espíritu, la que domina incontrastada todo el proceso unitivo del amor. El amor por esencia es unitivo: procura hacer más honda, más cabal, la concordia, la fusión de los seres queridos.

Sin interioridad no hay confidencia, sin confidencia no hay amor. La capacidad de amar es lo que distingue al hombre de los animales, además del buscar el bien en sí y el bien del otro en cuanto otro.

Comentario

En nuestra actualidad las personas frecuentemente vemos el amor como algo superficial, en el cual cada persona de preocupa por su propio bienestar, es decir que el amor que hoy vive la gran mayoría de personas es un amor egoísta, que suele carecer de valores y de reciprocidad. Se ha tomado el amor tan a la ligera que hemos olvidado la parte esencial del verdadero amor que es de entrega y de la búsqueda del bienestar de nuestro ser amado, por ello se ha perdido en esencia el significado de lo que es un amor puro y desinteresado, el cual no se basa en la búsqueda de quien tenga tus mismos gustos , sino más bien que se convierta en ese complemento de tu vida para que ambos lleguen a formar una unidad, en el cual puedan compartir momentos no solo de alegría sino también de tristeza, porque amar es también ponerse en el lugar del ser amado.

También sucede que muchos buscan el amor con el fin de dejar de sentirse solos, pero olvidan que el amor radica la unión e dos personas con el fin de crecer juntos como pareja, buscando siempre la felicidad del otro y no solo el hecho de sentirse, sin alguien a nuestro lado.

Por otro lado existe también que hoy vemos que las personas creen amar a alguien solo por lo que ven por fuera, sin embargo la falta de comunicación y de llegar a conocer el interior de la persona, culmina con la ruptura de parejas, porque muchas veces falta saber buscar esas riquezas que posee la persona que son inagotables y si la persona que está a nuestro lado no sabe valorar o cultivar simplemente lo que en un momento se llamó amor termina siendo una simple ilusión pasajera.

Las personas deberíamos vivir amando plena y profundamente, buscando un amor sincero, de entrega y reciproco. Porque el simple hecho de dar alegría a quienes amamos y aunque solo recibamos esa alegría se puede llegar a ser más feliz que aquel que ama solo buscando su propia felicidad o bienestar. El saber amar a otro como a uno mismo nos hace crecer como persona, nos llena de satisfacción y a su vez nos hace trascender, no como uno solo, sino formando una sola unidad con el ser amado.

Concluyendo el amor radica en la unidad de dos personas que puede ser entre cónyuges, amigos, familia y para legar a esa unidad se debe desear siempre el bien del otro, no es beneficio de uno mismo, sino del otro para lo cual debe existir una entrega completa y desinteresado hacia la otra persona, poniéndose siempre en el lugar del otro buscando su felicidad y su realización.