La individuación ontológica de la persona humana

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- Motus ad forman / movimiento hacia la forma: si la forma substancial da el ser a la materia, se comprende que la substancia llegará a existir como tal cuando la materia ex qua esté en acto, informada por la forma substancial, de lo cual se sigue que esa materia ya no estará en potencia de ser informada por esa forma substancial (podrá estar en potencia de ser informada por otra, pero jamás por aquella que ya la informa en acto).

- La forma substancial que da el ser a la substancia no puede estar presente al inicio de la generación de la substancia, pues si ya estuviera en acto, estaría asimismo constituida la substancia, y no habría generación de ella (no se puede estar en acto y en potencia a la vez respecto de lo mismo). El que la generación de la substancia sea el movimiento hacia la forma implica la ausencia actual de esa forma substancial, y así del ser que esa forma aporta. Por el contrario, la presencia en acto de la forma substancial es signo de la plenitud de la generación.

- El cigoto existirá como ser substancial en acto cuando su forma substancial, su alma, esté actualmente informando su materia. Antes de ello habrá otra substancia, pero no el cigoto; este existirá plenamente como tal por la presencia en acto de su alma.

“La generación del ser accidental”

- Es la generación según algún aspecto, según alguna determinación accidental.

- Los accidentes existen en acto en el sujeto por la actualización que la respectiva forma accidental hace del ser en potencia, ya presente en el sujeto para dicho ser accidental. Para que ese movimiento ocurra, la forma accidental no debe haber estado presente, así, el accidente en acto existirá por el movimiento hacia la forma accidental respectiva.

- Las determinaciones accidentales en el cigoto, ya existen como ser substancial por la actual presencia de su alma informando su materia, serán presentes y reales cuando se actualicen las respectivas potencias que el cigoto ya posee, mediante la recepción de las formas accidentales pertinentes.

“Los principios de la generación”

- Toda la generación, sea del ser substancial o del ser accidental, tiene como punto de partida el ser en potencia, que es la MATERIA. En cada caso, se trata de la materia que carece de la forma, sea substancial o accidental, hacia la cual se dirige la respectiva generación.

- Para que exista generación se requiere de la privación o ausencia real de la forma que ha de actualizar la materia, ya sea substancial o accidentalmente.

- Son tres los principios de la generación:

- La materia

- La privación

- La forma

- Para la generación de un cigoto es preciso que exista:

- La materia apta para su conformación (materia ex qua)

- Privación real de su forma substancial o alma (pues de otro modo no existiría generación del cigoto ni movimiento alguno, porque él ya existiría)

- La forma substancial hacia la cual se dirige su movimiento, forma que da el ser a la materia y, así, al cigoto en cuanto ser substancial

- La privación no es un principio constitutivo del mismo ser, como lo son la materia y la forma substancial. La privación es la propiedad de la materia en cuanto principio potencial; luego la privación que siempre acompaña al ser substancial ya existente, refiere únicamente a las formas que no la constituyen substancialmente, es decir, que no la hacen ser aquello que es, ni le dan el ser.

- Si el cigoto existe como ser substancial, entonces se haya actualmente privado de cualquier otra alma o forma substancial, pues no puede poseer más de un alma o forma substancial, ni tampoco puede carecer de la propia si acaso ya existe, pues de otro modo, no existiría. → el cigoto, si existe, necesita de un alma, y no podrá tener otras almas aparte de la que ya tiene.

- La ausencia o privación de la forma substancial no debe entenderse en un sentido cronológico, la generación del ser substancial es siempre instantánea (recordar que la forma es la que le da el ser a la materia), no puede existir un estado intermedio entre no tener y tener una forma, pues de ser así, la forma substancial que es término de la generación no tendría materia alguna que informar.

- La generación del cigoto como ser substancial es instantánea, antes de su existencia había otra substancia la cual era la materia ex qua apta para recibir la forma substancial o alma, y en el mismo instante en el que se genera el cigoto se ha producido una transformación: la “pérdida” de la forma substancial que informaba la materia ex qua haciéndola apta para la generación, y la “recepción” del alma o forma substancial que da el ser al cigoto como nuevo ser substancial.

“Corrupción y cambio accidental en el ser substancial”

- Con la generación se da el surgimiento de una nueva substancia, lo cual es posible sólo si la substancia anterior deja de existir → se corrompe

- La generación implica la corrupción de la substancia por una nueva forma substancial. Permanecerá la materia de la substancia, pero no ella en cuanto substancia ni su forma substancial → surgirá una nueva substancia, instantáneamente, conformada por otra forma substancial que informará esa materia.

- La generación de un cigoto necesariamente importa una corrupción: la de la materia ex qua que, antes de recibir el alma era una substancia determinada por otra forma substancial, y que en el mismo instante de recibir el alma sufrirá la corrupción y conformará el nuevo ser substancial que es el cigoto.

- La nueva forma substancial podrá informar la materia en tanto ésta sea apta para ello → “privación” como potencia de la materia para recibir otra forma substancial, potencia pasiva para su propia corrupción por recepción de una forma substancial contraria

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- Principio “el fin causa la forma”: La materia está ordenada en razón de un fin, el cual es causa de la forma que determina y da el ser a la materia.

- Es obvio que el cigoto no se hizo a sí mismo ni fabricó su cuerpo, sino que requiere de la acción de un agente, su causa eficiente, que será siempre un principio real y positivo apto para causar la forma substancial e imprimir dicha forma en la materia, dando así el ser a la substancia.

- La causa eficiente ha