Primavera silenciosa rache l lcarson
Enviado por Stella • 8 de Enero de 2018 • 13.756 Palabras (56 Páginas) • 485 Visitas
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aire con bolitas de
aldrín, uno de los más peligrosos de todos los hidrocarburos clorados. El plan fue dirigido por el
Departamento de Agricultura de Michigan con la cooperación del Departamento de Agricultura de
Estados Unidos; el propósito que comunicaron era el de reducir el escarabajo japonés.
La necesidad de tan drástica y peligrosa medida era poco visible. Por el contrario, Walter P.
Nickell, uno de los naturalistas del Estado más conocido y mejor informado, que pasa gran parte de
su tiempo en el campo, con largas estancias al sur de Michigan cada verano, declaró: «Durante más
de treinta años, según mi directo conocimiento, el escarabajo japonés ha permanecido en la ciudad de
Detroit en pequeño número. Esas cantidades no han mostrado crecimiento apreciable en todos esos
años. Todavía estoy por ver uno solo (en 1959) aparte de los pocos cazados en las trampas del
gobierno en Detroit... Todo se ha mantenido tan secreto que yo no he podido todavía obtener
informes de cualquier clase, acerca de los efectos causados por su aumento».
Un funcionario destacado por la Oficina del Estado se redujo a declarar que el insecto había
«hecho su aparición» en las áreas designadas para el ataque aéreo contra él. A pesar de la falta de
justificación, el plan se realizó, proveyendo el Estado los elementos y supervisando la operación,
mientras que el Gobierno federal facilitaba el equipo y los hombres adicionales y las colectividades
pagaban el insecticida.
El escarabajo japonés, insecto importado accidentalmente a Estados Unidos, fue descubierto en
Nueva Jersey en 1916, cuando unos cuantos animalillos de un color metálico, verde brillante,
hicieron su aparición en un plantel próximo a Riverton. Los insectos, al principio no identificados,
fueron por fin reconocidos como habitantes comunes de la mayoría de las islas del Japón.
Aparentemente habían entrado en Estados Unidos entre la colección de plantas importadas antes de
las restricciones, que fueron impuestas en 1912.
Desde el punto de su llegada, el insecto se ha extendido bastante ampliamente por varios estados
al este del Mississipi, donde las condiciones de temperatura y de lluvias le eran favorables. Cada año
realiza alguna incursión más allá de los límites de sus predios. En los territorios del Este, donde los
escarabajos llevan afincados tantos años, se han hecho intentos de establecer limitaciones naturales.
Donde fueron llevadas a efecto esas limitaciones, las colonias de escarabajos se mantuvieron a
niveles relativamente bajos, como atestiguan muchos informes.
A pesar de los documentos que indican el razonable control de las extensiones del Este, ahora,
los Estados del centro que ocupan el límite del territorio habitado por esos insectos han desplegado
un ataque digno del enemigo más poderoso en vez de tratarse sólo de un insecto relativamente
dañino, empleando los productos químicos más peligrosos distribuidos de tal modo que exponen al
veneno destinado al escarabajo a gran número de seres, comprendidos sus animales domésticos y
toda la vida silvestre. El resultado ha sido la destrucción sobrecogedora de todos los animales y el
peligro de los seres humanos, expuestos a un innegable daño. Extensas comarcas de Michigan,
Kentucky, Iowa, Indiana, Illinois y Missouri están practicando lluvias de productos químicos en
nombre de la limitación de un escarabajo.
Las pulverizaciones efectuadas en Michigan han sido uno de los primeros ataques a gran escala
sobre los coleópteros japoneses desde el aire. El hecho de haber escogido el aldrín, una de las
sustancias más peligrosas de todos los productos químicos, no ha sido determinado por ninguna
especial adecuación al control del escarabajo japonés, sino simplemente por el deseo de ahorrar
dinero
—el aldrín era el más barato de todos los productos utilizables. Mientras el Estado, en su
comunicación oficial a la prensa, reconocía que el aldrín es un «veneno», daba a entender también
que ningún peligro podía significar para los seres humanos en los territorios densamente poblados a
los que iba a ser aplicado. (La respuesta oficial a la pregunta «¿Qué precauciones debo tomar?», fue
«Para usted ninguna»). Un funcionario de la Agencia Federal de Aviación indicó más tarde al
respecto en la prensa local que «ésta es una operación sin riesgo», y un representante del
Departamento de Parques y Recreo de Detroit añadió su seguridad de que «la pulverización es
inofensiva para los seres humanos y no dañará ni a plantas ni a animales domésticos». Debe uno
llegar a la conclusión de que ninguno de esos funcionarios ha consultado los informes publicados y
fácilmente accesibles del Servicio de Sanidad Pública de Estados Unidos y del Servicio de Pesca y
Vida Silvestre y de otros en los que se evidencia la naturaleza extremadamente venenosa del aldrín.
Actuando dentro de la ley de regulación de plagas de Michigan que
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