RAZON, PRUDENCIA, ACCION

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Existe otra virtud entrelazada con el juicio práctico: el juicio equitativo o sentido de la excepción (la gnome) consiste en saber dictar (ad casum), cuando se manifiesta la necesidad de efectuar una acción al límite de reglas normales. Mientras que la sensatez synesis se refiere al juicio recto sobre los elementos comunes, la gnome se refiere al recto juicio en los asuntos excepcionales no conocidos por las leyes humanas. Esta virtud facilita el acto o hábito moral que concede al hombre eximirse del miramiento propio externa de una ley positiva con el fin de ser fiel al sentido de ella o a su espíritu auténtico (la epiqueya), radica en separarse de la materialidad o letra de la ley para realizar el objetivo del legislador.

Ejemplo: para algunas personas será preferible un sistema económico libre y para otros una economía planificada; esto tendrá que ver según el valor libertad individual o el valor seguridad económica de cada uno.

- El precepto, imperio o mandato:

Este acto se fundamenta en imponer sobre uno mismo para colocar por acción lo que ventajosamente se ha juzgado, es el acto más concreto de la virtud de la prudencia; se puede definir como “la virtud de la función imperativa de la razón práctica que determina directamente la acción”.Los actos inversos al imperio o mandato son: la ausencia de solicitud en dominar eficazmente lo que debe realizarse (la negligencia); y la inconstancia, que radica en dejar por razones insignificantes el propósito dictado por la prudencia.

Ejemplo: un director técnico de fútbol, tiene preceptos tácticos que busca imponer en los planteles que dirige. Defender con una línea de tres jugadores, incluir un mediocampista que actúe como enganche y tratar de salir jugando desde el fondo con pases cortos pueden ser algunos de los mandatos de un entrenador.