Dos logicas de accion colectiva

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Los trabajadores por medio de la asociación contraen un poder negociador que es utilizado para mejorar sus condiciones laborales y salariales, sin esto los trabajadores no lo podrían conseguir y al plantear estas demandas se correría el riesgo de ser sustituido por otro trabajador o en el peor de los casos por una maquina.

La formación de sindicatos y de otras formas de organización obrera es una respuesta no solo teórica sino también histórica a la asociación que se había producido por parte del capital, a saber, por la fusión de numerosas unidades de trabajo, bajo el mando de un mismo patrón.

No solo el interés de los trabajadores es salarial, sino que se busca también la satisfacción en el puesto de trabajo, las condiciones de seguridad e higiene, el tiempo libre y la continuidad en el empleo.

Hay que tener en cuanta que el más poderoso tanto como el menos poderoso, se unen a otros individuos de sus similares categorías sociales, para guiar el conflicto de una forma organizada y colectiva. Los que menos tienen van a actuar sobre la base de una noción de identidad colectiva mucho más fuerte.

Con los objetivo de lograr cumplir los interés declarados, una organización hade estar en condiciones de aplicar medidas de fuerza.

Para llevar adelante estas medidas se pasa por un proceso interno de asambleas y votaciones de huelga y piquetes, por supuesto, están ausentes en el repertorio estratégico de las organizaciones empresariales.

Los sindicatos necesitan de la participación activa, coordinada y conciente de sus miembros, esta asociación genera en ellos la capacidad de actuar. Es un requisito orgánico.

El sindicato se enfrenta a un dilema, están forzados a equilibrar entre burocracia

(permite acumular poder, Ej. UTA., SMATA., UOM, etc.) y democracia interna (permite ejercer poder, Ej. SOCPA, etc.).Esto obviamente no ocurre en las asociaciones empresariales.

Los sindicatos muy amplios tienen que proporcionar una interpretación y representación de los intereses de la clase trabajadora, siempre se trata de conciliar estos intereses para mantener su aceptación interna y su capacidad de negociación externa.