Amarás al Señor y sólo a Él adorarás

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- El culto.

También este primer mandamiento abarca el culto, u homenaje interno o externo de respeto y amor que tributas a Dios, a los ángeles, a la Virgen, a los santos y a los beatos, a través de la oración o la devoción, y a través de un conjunto de ritos y celebraciones litúrgicas. A Dios le damos el culto de adoración, pues sólo Él es Dios, Creador y Señor de todo. A María, el culto de especial veneración, por ser la Madre de Dios. Y a los santos, el culto de veneración, por todas las grandes cosas que Dios ha hecho en ellos y a través de ellos. El centro del culto del cristiano se encuentra en la Eucaristía, donde Dios te da a comer el Cuerpo y la Sangre de su Hijo Jesucristo, para tu salvación.

- Cumplir este mandamiento, hasta el heroísmo.

Amar a Dios de palabra es fácil; pero amarle, estando dispuesto a dar la vida por Él, es verdadero amor.

- ¿Cómo ofendes a Dios, tu Padre?

- Ateísmo → no creer en Dios,

- Agnosticismo → no se puede saber si Dios existe o no.

- Idolatría → adorar a otros ídolos. (dinero, confort, sexo, etc)

- Supersticiones → desviación del sentimiento religioso que suele hacer presa en las personas ignorantes o irreligiosas, desempeñando casi siempre un papel sustitutivo de la verdadera religión.

- Creer en milagrerías o correr tras el maravillosismo.

- Formas patológicas de religiosidad. (p.e. mensajes del más allá)

- ¿Qué cosas le agradan?

- La oración

Rezar debería ser el respirar de todo cristiano, y además, la elevación del alma a Dios o la petición a Dios de bienes convenientes. Debes orar para adorar y alabar a Dios, para agradecer, para pedirle gracias que necesitas y para implorarle perdón.

- El sacrificio

El sacrificio tiene valor delante de Dios por el amor. El sacrificio como puro sacrificio no vale nada. Para que las almas puedan con sus sacrificios hacer bien a los demás, necesitan amar.

- Valoración personal (enriquecimiento personal y profesional. 15 líneas)

Dios ama al hombre tanto que se humilla ante Él y es nuestra labor recordarle a Dios que sabes de todo lo que hizo por nuestra salvación, que lo agradecemos y o adoraos como a ningún otro ser. Debemos conocerlo mediante su Iglesia, sus creyentes, sus sacramentos. Pero no basta con adaptarlos, sino vivirlos para vivir con Dios.

Debemos de evitar también, toda acción que dañe la relación que tenemos con Padre, pues debemos honrarlos y no lastimarlo. Debemos amarlo tanto como para dar la vida por Él, como lo hizo por nosotros.

La oración es el acercamiento más intimo y personal con Dios. Deberíamos rezar antes de las comidas, y cuando sales a tu trabajo o antes de tus clases en la universidad, o al iniciar tu estudio personal en las tardes. Deberíamos rezar para pedirle cosas y también para agradecer todas las que nos ha concedido. Es necesario que recemos, para afrontar todas las luchas y contrariedades de la vida, pues no todo te será́ fácil. La oración da fuerzas y musculo espiritual para vencer el desaliento, la tristeza y la tentación. Se debe rezar con atención (sin distracciones) , humildad (agradeciendo), confianza (hablas con tu padre) y perseverancia (todos los días, sin desistir).