BIOGRAFIA DE ARISTOTELES. CONDORES NO ENTIERRAN TODOS LOS DIAS

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Su esposo el que Tuluá no había querido aceptar que era el jefe de dicha banda criminal, “Sin embargo hasta el once de Agosto cuando la chusma conservadora atacó a Friofrío, en donde estaba de párroco el padre Nemesio, León María Lozano se identificó como el jefe de la banda asesina” (7) para Tuluá fue un trauma poder convencerse que el que dirigía esa matazón era león María lozano, el antiguo vendedor de queso e la galería y el que muchos consideraban un hombre de bien.

Y desde luego Tuluá fue quedando solo con tantas muertes, masacres, etc. Y muchos que se iban para salvar sus vidas “No eran liberales solo los que partían los conservadores de bien como recita doña midita en sus desvaríos también salieron”

Tuluá ya parecía el pueblo muerto que león María había querido, había más personas en su cementerio que en sus calles, y no faltaba mucho para que león María hiciera parte de la larga lista de muertos que terminarían en su cementerio a diferencia que este sería una muerte que nadie olvidaría.

Alvares Gardeazabal Gustavo. Cóndores no entierran todos los días. Ibídem 5 página 55. Ibídem 6 página 61

Y León María después de vivir toda su vida en Tuluá se había emitido una orden para sacarlo de Tuluá y que no volviera nunca. A la ciudad que lo vio nacer, crecer, y en la cual descansaban los restos de su padre y los de la madre de sus hijas la señora María Luisa de la Espada. “El coronel del batallón de Buga vino a comunicarle oficialmente la medida a León María. Cuando Agripina lo hizo seguir, León María ya sabía a qué venia. Su abogado se lo había dicho unos meses antes: van a echarlos lejos les darán una pensión por seis meses, siempre y cuando no vuelvan a Tuluá” (8)

“Y en la mañana del miércoles, 28 de mayo, León María lozano, jefe y señor de las bandas de pájaros del valle del cauca, conocedor integro de lo que paso en Tuluá por casi, cinco años, salió con su Agripina montado en un yip del ejército” (9)

Y se convirtió en una noticia en todo el valle y sus alrededores el hecho de que León María Lozano, “El cóndor” dejara Tuluá, pero más noticias vendrían, tal vez la más importante “ Mañana, cuando el reloj de san Bartolomé de la diez y el padre Zúñiga, que además de reemplazar al padre Ocampo mandó a quitar el parlante de la torre y suprimir el disco rayado de las campanas de san pedro en roma, reciba en la puerta del atrio el cadáver de León María Lozano, Agripina que vendrá detrás acompañado en el negro por sus hijas, recordara los momentos finales de su marido, cuando enloquecido extrañamente por el asma, llego a su casa a buscar el fuelle de cuero que de instrumento necesario había quedado convertido en adorno de sala” (10)

Y así fue, león María salió corriendo a la calle y lo impactaron unos disparos que lo dejaron en el piso “Amapola lo recogió, pero ya ni León María tenía vida ni Simeón torrente estaba allí, aumentándole a Agripina la creencia de que había sido un espanto y no el hijo del Torrente que mataron en Barragán en los primeros días de la violencia el que había disparado sobre su marido” (11)

Violencia, muerte, masacre y dolor, eso fue lo que quedo en Tuluá.

Cóndores no entierran todos los días.

Alvares Gardeazabal Gustavo. Cóndores no entierran todos los días. Ibídem 8 pagina 105. Ibídem 9 pagina 105. Ibídem 10 pagina 108. Ibídem 11 pagina 109.

CONCLUSION

En general, pienso que es una obra buena porque muestra realmente cómo se inició y desarrolló el periodo de violencia en algunas regiones del Valle. Esta historia me permitió llegar a la conclusión de que la violencia es la peor alternativa que existe para solucionar los problemas y diferencias que hay entre dos o más ideologías políticas. Lo único que esto ocasiona es muerte, caos, desplazamiento y tristeza. A cambio de asesinar y luchar, se deberían establecer acuerdos que beneficien a las diferentes partes políticas y también a la sociedad.