EL ESTADO OCULTO DE LA SALUD TEORIA TÉCNICA Y PRÁCTICA

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El autor expresa una gran preocupación por el rol del profesional y del estudiante ya que su labor actualmente responde a necesidades ya no básicas del ser humano sino necesidades creadas y en ocasiones sin mucho fundamento social para salir de la realidad, es cuando la labor científica debería adquirir una responsabilidad social y ambiental en lo que respecta a las consecuencias que tenga su desarrollo en el entorno. Pero esta responsabilidad no recae en la ciencia como tal ya que no se puede detener o limitar drásticamente las investigaciones y los descubrimientos que puedan ser muy positivos para nuestras vidas sino que la política (lo cual nos incluye como seres políticos que toman decisiones) debe regular el que hacer de la ciencia, su uso y aplicación.

Uno puede concluir que la ciencia tiene un gran valor en nuestra evolución como seres humanos y que en nuestras manos está el desarrollo de la misma ya que la ciencia no se centra en el estudio del ser humano, su comportamiento y razón de ser sino que adopta el conocimiento que el hombre tiene de sí mismo gracias a sus experiencias y a su tradición y busca sacar el mejor provecho de esto para generar nuevas teorías de la humanidad, por su lado la práctica anidada de un sentir altruista por parte del ser humano irá en la búsqueda de mejoramiento de procesos y creación de otras nuevas líneas de trabajo que disminuyan la inversión de tiempo, recursos y esfuerzo.

Esperemos que en algún momento el hombre encamine el destino de su especie por el buen camino y utilice las herramientas para crear ideas que mejoren su existencia y preserven su esencia como ser social y miembro de un gran espacio llamado universo donde apoyado en su buena fe y un deseo utópico de un mundo mejor logre generar buenos aportes a las nuevas generaciones.