EL SER HUMANO: ¿OBRA DE DIOS O PRODUCTO EVOLUTIVO?

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- La creación, es objeto de razón. Por lo que no hay motivo para pretender que la razón no pueda acceder a la certeza de la creación. pues la razón humana, siendo abierta, tiene visión de un Absoluto. Por personas divinas.

La posibilidad genética

- No existe todavía la creación, sino la posibilidad de la creación de fenómenos y cosas, de vivientes personales e impersonales. Esta posibilidad genética no se da de forma gratuita, sino que resulta de la imposibilitación ad extra desde toda la eternidad, y por parte del Absoluto, de otro absoluto

Complementariedad de creación y evolución

- No puede haber, creación sin evolución, ni evolución sin creación. Una creación sin evolución daría como resultado una visión mágica del acto creador.

Los tres momentos de la creación Rielo (2012) concibe tres momentos de la creación: el big-bang de la materia, el big-bang de la vida y la creación del espíritu, estas son las teorías del pensamiento rieliano sobre creación y evolución se trazan las líneas maestras de la interacción entre evolución y creación.

- El desarrollo del universo han tenido como objetivo la aparición del hombre una situación compleja donde Rielo (2012) prefiere hablar de “principio teantrópico” (de théos: ‘dios’ y anthropos: ‘hombre’), porque la acción de Dios es “en el hombre y con el hombre”.

Conclusión: superación del creacionismo y evolucionismo

- La creación de la vida supone la creación y evolución previas de la materia, en tres etapas distintas: primero, la creación de la vida vegetativa, en segundo lugar, la creación de la vida síquica y finalmente, el espíritu y lo infunde en ese sicosoma.

- En este último momento, queda constituido el ser humano, que tiene como antecedente un pasado animal en virtud de su sicosoma, pero que es creatura nueva en virtud de su espíritu. Por su sicosoma, el hombre está emparentado con el mundo físico y animal.