ENSAYO ¿Qué es la Filosofía?

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Pero debemos tener en cuenta algo más, algo muy importante, siempre debemos ver que no seremos los únicos que quieren pretender a la Saber, en estos caminos van a ver pretendientes que serán nuestros rivales y que tratara de apartarnos de nuestras metas, serán rivales que tienen el mismo objetivo que también son hombres libres, por los cuales tendremos que sacar toda nuestras herramientas, los A bajo la manga.

¿Pero acaso algunos enemigos no son nuestros verdaderos amigos?

Esta es una cuestión o una pregunta que muchos nos deberíamos hacer. En la antigüedad para los cristianos la amistad era ligada a la confianza, pero para la Filosofía la amistad era principalmente la rivalidad era lo contrario al concepto cristiano, era la desconfianza, la duda, la sospecha, poner a prueba.

Entonces un amigo es el competidor que quiere obtener la misma sabiduría, que quiere adquirir el mismo conocimiento, que también se está liberando de esas cadenas, o del pastor que lo regia y se está transformando en un hombre libre, y al final será nuestro rival al momento de competir para llegar a la Saber.

El amigo es el que nos conduce a la búsqueda de la sabiduría reprochándonos cuando estamos en los caminos erróneos o cuando estamos a punto de seguir por los prejuicios comunes dejándonos llevar por la normatividad, haciéndonos pensar y actuar ante esto.

Las competencias antiguas no se hacían entre enemigos si no entre amigos que tenían un mismo interés, esos “amigos” son los que nos hacen pensar y nos ayuda a cuestionar ese saber que tenemos, nos coloca las preguntas más difíciles para que nos cuestionemos, nos interroguemos sobre el Saber, lo cual nos hace pensar de otra manera.

Pero así como hay diferentes puntos de vista sobre que es la filosofía según los filósofos de la antigüedad, también lo hay para el término de “Amigo”.

Para Aristóteles un amigo era:

“La presencia de los amigos en la buena fortuna lleva a pasar el tiempo agradablemente y a tener conciencia de que los amigos gozan con nuestro bien y rehuir invitarlos a participar en nuestros infortunios, pues los males se deben compartir lo menos posible.” [9]

Podemos ver en este texto que un amigo es quien está con nosotros tanto en las malas como en las buenas, que no nos deja pasar solos esos caminos adversos llenos de estorbos que trataran de parar nuestro andar, que nos segaran y trataran de desviar nuestros sentidos y el que se alegrara en nuestros momentos de triunfos.

Para Aristóteles hay tres clases de amistades:

“La primera clase es la amistad perfecta, que se da entre los hombres buenos e iguales en virtud, ya que éstos quieren el bien el uno del otro en cuanto que son buenos, y son buenos en sí mismos. La segunda clase de amistad es la de aquellos que se quieren por interés, o no por sí mismos, sino en la medida en que se benefician en algo los unos de los otros. La tercera clase de amistad es la de los que se quieren por el placer”[10]

Aunque aquí podemos ver que no hay que confiar en todos aquellos que se hacen llamar “amigos”.

Pero volvamos al amor, la pasión y el deseo por el Saber, para ser “amantes del conocimiento del saber” [11], ser cariñosos, tratarlo como lo más especial, darle tiempo y nunca serle infiel con otros pensares o con conocimientos absurdos. Decir que somos los pretendientes de ese saberes algo erróneo, no debemos decir que ese saber ya es nuestro, porque habrán muchas más personas que lo desearan y si somos perezosos o nos dejamos caer en el primer obstáculo que se nos aparezca jamás seremos o llegaremos a ese saber o conocimientos.

Pero para llegar al Saber también debemos o tenemos que adquirirlo y solo podemos lograrlo con las lecturas, con los libros los cuales nos brindan esas herramientas, las lecturas nos transforman, nos brindan nuevos conocimientos y nos ayuda a cuestionarnos sobre lo que sabemos y conocemos.

Según la Mayéutica de Sócrates La lecturas nos ayudan a “Parir Ideas”[12], a crear ideas y alumbrar el conocimiento. Las lecturas nos ayudan a cuestionar lo que sabes, pero este parto, este alumbramiento no a ser nada fácil nos va a desgarrar al conocer esos nuevos saberes y solo pocos lograran pasar aquel primer obstáculo, cuando lo logremos nos daremos cuenta de la ignorancia en la que vivíamos, cuestionaremos las ideas que teníamos y el errores de la vida en que vivíamos, nos ayuda a concebir nuevas realidades y a descubrir nuestro propio camino, nos iluminara nuestros nuevos andares, el camino que debemos seguir y por el que llegaremos al Saber.

Pero para todo lo anterior debemos transformar nuestro espíritu

Nietzsche nos dice “Odio a los ociosos que leen” [13]

A Nietzsche no le guata los lectores que están exentos de una obligación, es decir que solo leen por pasar el tiempo, por no tener ninguna obligación y por lo cual leen un libro sin saber lo que nos trata de dar a entender, los que solo leen por encimita sin prestar mayor atención al texto.

Muchos leen sin saber lo que leen o sin retener nada de conocimiento, lo leen solo por leerlo o por una obligación de un trabajo, pero nunca se dan a la tarea de conocerlo, vivir el texto, desgarrarlo, transformarlo y crear nuevas ideas, debemos apoderarnos del texto y cuestionarlo, nunca debemos quedarnos con lo que conocemos en un libro y dejarlo ahí, esas son personas que se conforman con lo que leen, se dejan llevar por lo que conocen a simple vista sin cuestionarlo, sin saber si son verdaderos.

Los verdaderos lectores leen porque quieren aprender algo más de lo que ya saben pero no debemos quedarnos solo en eso, debemos transformarnos y pasar por las tres fases que Nietzsche nos dice:

“Tres son las transformaciones por las que debe pasar el espíritu: camello, león, niño” [14]

Estas tres transformaciones son algo esenciales para que quiere llegar a saber realmente, al que quiere llegar a conocimiento, son fases por las cuales todo lector quiere pasar, porque aquellos que se quedan en esos caminos son perezoso, los que nos les meten la vida a un libro y a un conocimiento.

Los lectores que están en la primera fase, la del camello, son los que digieren una y otra vez las lecturas, los que se apoderan de ella, se caracterizan por su paciencia a la hora de leer, es que no se acelera y no esta en constantes apuros, porque aquellos son lectores que son saben