El problema de las ideas innatas Gnoseología

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vivacidad. Las unas parecen ser en cierto modo el reflejo de las otras, así que todas

las percepciones del espíritu humano son dobles y aparecen a la vez como impresiones

e ideas"[2].

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IV.- La validez de las ideas.

- Ideas simples y compuestas: La invalidez del innatismo.

John refutó la teoría de las ideas innatas, negándose a que fuesen aceptados como medio de llegar a conocer. Asegura que los principios prácticos, desplazan la idea de los innatos, pues, no son impresiones de la mente. Estos llevan consigo la evidencia, y la práctica brinda la razón, ejercicios que se han comprobado a sí mismos como verdad. Los sentidos dan entrada a ideas particulares y la mente se familiariza con algunas ideas, y aloja con su respectivo nombre a todas estas; de tal forma, la mente abstrae los términos, crea ideas, lenguajes, y ejercita sus discursos argumentativos; con base a esto, la razón se hace presente. El autor busca demostrar con esto, la validez de los principios universales o impresiones permanentes que reciben las almas de los hombres en su primer ser.

El filósofo distingue entre ideas simples e ideas complejas. Según Locke las ideas simples se reciben mentalmente a través de experiencias, dirigidas por la percepción, es la base de todos los conocimientos. Las ideas complejas, también incluyen la experiencia, pero son la recopilación de un conjunto de ideas simples con un sentido en común.

“Estas ideas simples, los materiales de todo nuestro conocimiento, le son sugeridas y proporcionadas a la mente por sólo esas dos vías arriba mencionadas, a saber: sensación y reflexión. Una vez que el entendimiento está provisto de esas ideas simples tiene el poder de repetirlas, compararlas y unirlas en una variedad casi infinita, de tal manera que puede formar a su gusto nuevas ideas complejas”.

En el apartado Consideraciones sobre las ideas simples[3], el autor hace distinción entre las ideas y las cualidades. Establece como cualidad a la capacidad de un objeto y las características de sí mismo, descritas como "objetos que producen esas ideas en la mente."

Esas cualidades se dividen en cualidades primarias (u originales) quienes residen en el cuerpo del objeto, como la solidez, la extensión, la forma o el movimiento). Y existen las secundarias, cualidades sensibles que no se encuentran en el objeto mismo, sino que es la capacidad del objeto de estimular ciertos órganos sensibles del cuerpo. Para hacer distinción, Locke considera, pues, que las cualidades son impresiones naturales de un cuerpo u objeto,y por el contrario, las cualidades sensibles o secundarias, son deducciones que un individuo le da. De esta forma, al poner el caso en que, si no hay un sujeto percibiendo con sus sentidos, por ende, sólo quedarían las cualidades primarias o inmutables.

Finalmente, según el autor, dada la inexistencia de las ideas innatas para lograr un conocimiento, es necesaria la percepción, ya que crea las impresiones de las sensaciones en la mente o lo primero que recibe, de esta forma, se desprende la experiencia sensible.

El autor comienza a hacer una división de estos términos, comenzando por explicar la percepción como primer método.

Esta consiste, mecánicamente, en un impulso instantáneo de transmitir lo que se nota en la mente. La segunda es la reflexión, donde se conserva a la vista una idea por un tiempo, o bien, se revive después y se retoma con ideas de las percepciones e impresiones; de esta forma, la mente está adoptando y fija esas ideas a ella, de manera que pueda recordarlas tal cual a futuro. El fin de este hecho, es aprender los siguientes métodos, o algunos de ellos:

Discernir: Distinguir ideas entre sí en la mente, basándose en la doctrina de cada individuo.

Comparar: Poner puntos idénticos entre ideas distintas para hacer la diferencia, ya sea basándose en alcance, grado, tiempo, lugar o relación.

Nombrar: Simbolizar cada idea recibida.

Abstraer: Volver general una idea, es decir, representar un conjunto de ideas que se asemejan entre sí; una clasificación en común, aunque implique separarla de su nacimiento.

Las ideas complejas proceden de la combinación, no están en las cosas, se dan en ellas por la voluntad de quien las percibe. Se pueden definir como modos o determinaciones, relaciones (causa- efecto) o sustancia (soporte/ experiencia).

Complementando esta tesis, David Hume defiende la idea de la adquisición de conocimientos justificando que debe haber causa y efecto obligatoriamente, es decir, que haya una conexión obligatoria entre eventos.

“Parece, entonces, que esta idea de una conexión necesaria entre eventos surge de una pluralidad de casos similares en los que se da la constante conjunción de éstos; y que no puede esta idea sugerirla jamás ninguno de los casos aislados, por más que se le considere bajo toda posible luz y desde todo posible punto de vista. Pero nada diferente hay en un número de casos de lo que hay en cualquier caso singular al que se supone exactamente similar; excepto, sólo, que, después de una repetición de casos similares, la mente se ve llevada por el hábito, con motivo de la aparición de un evento, a esperar a su usual acompañante y a creer que existirá.[4]”

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- La solución al problema de las ideas.

Jerry Fodor, filósofo estadounidense del siglo XX[5], distingue entre aprender un concepto, como un término técnico que designa la adquisición de un concepto a partir de un proceso mental particular, y adquirir un concepto, como cualquier proceso mental a partir del cual un concepto es disponible para el organismo. La diferencia entre ambos procesos quedan claramente explicados cuando afirma: Mientras que los procesos que ocasionan la disponibilidad de conceptos primitivos son considerados como simplemente causales es la estructura del aparato sensorial la responsable de que cierto patrón de estimulación dé lugar a cierto concepto primitivo dado, los procesos que dan lugar a la adquisición de conceptos complejos son considerados típicamente como racionales ya que se da una relación de confirmación entre las