“En el hombre se encuentra el creador y la criatura, ya que el hombre es materia, fragmento, residuo, arcilla, locura y caos; pero el hombre es también creador, escultor, duro martillo

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Para Nietzsche la auténtica realidad es la vida, y la vida se caracteriza por ímpetu, movimiento, fuerza, devenir... Por ello rechaza todas las corrientes filosóficas que han considerado la realidad como inmóvil, pues esto les ha conducido a negar esta vida y defender otra vida más real, la inteligible (el ser); de esta forma, han desvalorizado el poder de los sentidos.

- Vida como valor:

Los valores que afirman la vida son los valores propios de hombre fuerte, frente al débil, del señor frente al esclavo, del noble frente al plebeyo.

Pero la vida del hombre no se agota en su sobrevivir, como los demás animales; si hay una auténtica vida es aquella que está “más allá del bien y del mal”. El sentido de la vida humana es el sentido de la tierra, del existir; y el sentido de la tierra lo encarna el superhombre; por eso, el hombre es un ser cuya meta es el Superhombre; se coloca, de esta forma, entre el hombre y el Superhombre.

Es un “puente, un tránsito”[3]entre el animal y el superhombre. El superhombre es el “sentido de la tierra” y en él se realizarán los nuevos valores y la “voluntad de poder”.

“El hombre es un ser a medio hacer, un puente entre la bestia y el superhombre, un tránsito o paso de la pura animalidad a la superhumanidad. He aquí su destino.

"El hombre es una cuerda tendida entre la bestia y el superhombre, una cuerda sobre un abismo. Un paso peligroso y una parada peligrosa, un retroceso peligroso, un temblar peligroso y un peligroso estar de pie. Lo más grande del hombre es que es un puente y no un fin en sí; lo que debemos amar en el hombre es que es un tránsito y un descenso." (Así habló Zaratustra[4].)

4. El hombre es una animal cultural:

Es el “animal de más larga memoria”: lo que le constituye, lo que lo diferencia con respecto a los animales es su capacidad para retener las experiencias, su pasado, la tradición, la cultura, en definitiva. (Ver GM)

Pero la cultura ha consistido en la represión de los impulsos. Debido a esta “introyección” de sus impulsos, el hombre ha llegado a ser un “animal interesante” (GM)

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