¿En qué medida necesitamos pruebas para respaldar nuestras creencias en distintas áreas de conocimiento?

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Por otra parte, existen otras áreas de conocimiento en las cuales se puede analizar la presencia de evidencias útiles, como la ciencia. La ciencia se considera como un sistema de conocimientos, donde las proposiciones se ordenan para ser interpretadas. Es también la actividad productora de conocimientos. Elementos de la materia, como las teorías, son explicadas por los hechos observables. La observación, junto con la experiencia, son herramientas indispensables, implicadas en la utilización del método empírico. En un estudio biológico sobre cuerpos o animales, se utilizan, por ejemplo, fósiles que datan y permiten una aproximación de los años y detalles que estos fósiles tienen. Éstas son consideradas pruebas o evidencias que contribuyen a una explicación fehaciente de las cosas. Los empiristas, propulsores del método empírico, analizan la necesidad del método científico, por construir leyes y conocimientos estables en la observación y la experiencia. Cuando nos referimos a leyes, establecemos actos o hechos ya aceptados, mediante observaciones finitas, que trabajan sobre una generalidad de casos infinitos aplicados en distintas áreas.

Si en una población hay muchos gatos blancos, esto no impide que finalmente se de la aparición de un nuevo gato negro. Esto corrompería con la lógica de las leyes. Mediante este contraejemplo, se denota que, a pesar de que existen observaciones favorables para un caso, no se descarta la posibilidad de la existencia de una excepción que desquilibre la afirmación original.

Existen áreas dentro de la ciencia, tales como la astronomía o la geología, en las que se ha logrado llegar a leyes generales bien fundadas a pesar de tener pocas posibilidades de realizar experimentos. Debido a esto, en estas ciencias, se sustituye la experimentación por la investigación, que implica la búsqueda de situaciones diferentes en las cuales el fenómeno se manifiesta de manera uniforme, es decir, métodos todos idénticos o todos distintos. Por otra parte, abarcando las ciencias sociales, es posible llevar a cabo investigaciones que, mediante el análisis de datos procedentes de diferentes grupos sociales, comprueben explicaciones generales de los fenómenos sociales. De esta manera se reemplaza el experimento por la investigación.

En otra instancia, el conocimiento de los fenómenos sociales es indefinido, por lo que el conocimiento de leyes sobre la conducta humana puede inferir en la misma conducta de las personas, y así, alterar las leyes preestablecidas. Se trata de un desplazamiento de leyes o paradigmas a causa del surgimiento de uno nuevo y más reciente que se ajusta con la sociedad o fenómenos sociales actuales, en cuanto a sociología se trata. Estas leyes, dentro del campo científico, se interpretan como pruebas o evidencias, a partir de las cuales, es posible adquirir creencias con una postura específica.

Recapitulando, no existen pruebas definitivas que sustenten creencias, pues estas últimas pueden ser descartadas o momentáneamente mantenidas. El conocimiento de las ciencias es, en cierta medida, conocimiento provisorio ya que, es posible que algunas creencias surgidas a partir de pruebas y del conocimiento científico puedan mantenerse estables al mismo tiempo; o bien, pueden desaparecer o ser desplazadas por nuevas creencias.

Finalmente es posible afirmar que se necesita de pruebas claras que sustenten nuestras creencias, en la medida en que estas creencias se mantengan firmes y estables dentro de un área específica de conocimiento.

Como conclusión propia puedo destacar que es necesaria la utilización y comprensión de evidencias fehacientes que ayuden a comprobar ideas generalizadas o creencias difundidas, únicamente hasta el momento en que una nueva creencia, más ajustada a las problemáticas actuales, desplace y sustituya a la anterior. Por lo tanto…

¿Es posible saber si mañana surgirá una nueva creencia que aplaste con las demás, sobre un campo determinado?

Los campos específicos son aquellas áreas de conocimiento, donde se abren las puertas para la futura resolución de esta incógnita.

Referencias Bibliográficas

* Casas, Manuel Gonzalo. (1970). La voz “filosofía” después del cristianismo. Introducción a la Filosofía. Madrid, España. Editorial Gredos.

* Obiols, Guillermo A. (1985). Ciencia y sociedad contemporánea. Curso de Lógica y Filosofía. Buenos Aires, Argentina. Editorial Kapelusz.

* Copi, Irving. (1974). Introducción a la lógica. Buenos Aires, Argentina. Editorial Eudeba.

* http://filosofia.idoneos.com/index.php/340119 Consultado: el 4/07/2010.