Ensayo de la comprensión mundana del poder político, El Príncipe

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Un príncipe debe tener objeto en el arte de la guerra, debe ejercer más durante tiempos de paz, que en la guerra. La diferencia entre el cómo se vive y como se debería vivir, todos los príncipes en su hecho por tener mejor puesto son juzgados por avaros, tacaños. Un príncipe posee las cualidades que son consideradas buenas. Deben ser considerados como bondadoso y no por inhumano, y así saber jugar ese “as” a su favor, usar la crueldad para mantener unido al estado, no está de más, Maquiavelo justifica los métodos engañosos, crueles como necesario para el bien general. Surge un tema muy importante, “Si vale más ser amado que temido o temido que amado”. Para mí, las do formas son correctas, tienes que ser amado por tu pueblo, para tener así su apoyo y temido por los enemigos y que tu gente tenga muy en claro que la vas a proteger en todo momento.

Hay dos maneras de combatir, con leyes que son distintivas del hombre y con fuerza, de la bestia, pero hay momento que no basta con leyes y es donde debe surgir un hibrido y saber cómo controlarlo si se tiene la inteligencia, poder y el despiadado propósito de ensuciarse las manos, saber emplear las cualidades de las dos y que una no pueda vivir sin la otra, comportarse como un zorro y como un león, tener la habilidad y la astucia de un zorro para conocer las trampas y la valentía del león para intimidar al zorro.

El príncipe debe alejarse de las cosas que le hagan alterar su persona, no debe ser atroz ni despiadado, siguiente ya con el poder en sus manos no tendrá que temer de los vicios, para ser respetado tienen que ser bueno por necesidad y querido por los menos poderosos, le deben de temer sus súbditos para que no se rebelen en su contra y que lo ataquen potencias extranjeras como lo cita el capítulo III:

El príncipe que anexe a una provincia de costumbres, lengua y organización distintas a las de la suya debe también convertirse en paladín y defensor de los menos poderosos, ingeniarse para debilitar a los de mayor poderío y cuidarse de que, bajo ningún pretexto, entre en su Estado un extranjero tan poderoso como él. Porque siempre sucede que el recién llegado se pone de parte de aquellos que, por ambición o por miedo están descontentos con su gobierno…

Cuidar que no conspiren. El no ser odiado por el pueblo es uno de los remedios más eficaces que tiene un príncipe, ya que si llega un conspirados creerá que el pueblo quedara contento con la muerte del príncipe (tal caso le paso a Calígula, Julio Cesar, que como dictadores, tiranos, conspiraron contra ellos).

Se entiende que todo príncipe debe tener virtud y fortuna para subir al poder, virtud al tomar buenas decisiones y fortuna al tratar de conquistar un territorio y encontrarse con una situación que lo ayuda o beneficie conquistar. Aquel príncipe que obtenga el poder mediante el crimen y el maltrato, siendo vil y déspota, debe entender que una vez en el poder tiene que cambiar con actitud con el pueblo, dándole libertad para ganarse el faro del mismo ya que al fin estos decidirán su futuro.

El príncipe debe armar a su pueblo, así estos se sentirán en deuda y se consideraran obligados a él, tiene que ser un príncipe que viva en prosperidad.

Nunca debe aliarse con otro más poderoso para atacar a terceros, debe ser siempre neutral, porque si este es un vecino poderoso, se tendrá que temer a cualquiera que gane a la guerra.

La elección de los ministros será buena o mala según la cordura del príncipe, para que mantenga constante la fidelidad de un ministro, debe pensar en él, así se puede confiar unos en otros.

Un príncipe debe pedir consejo solo cuando él lo considere conveniente, nunca cuando lo consideren los demás, solo así evitara ser calumniado.

La fortuna manda en la mitad de nuestras acciones, pero los hombres pueden gobernar su otra mitad. La fortuna aparece donde no hay virtud preparada para resistirle, por esos muchos se justifican de sus errores con la suerte, cuando podrían haber hecho más para evitarlo.

Maquiavelo hace una última reflexión sobre si sería posible en esos tiempos que surgiera un nuevo príncipe que instaurase un gobierno que hiciese feliz a todo el pueblo italiano, dice que podría ser, ya que la situación es perfecta, era necesario que se encontrara esa Italia oprimida, desorganizada, sin leyes ni jefes claves, una Italia castigada, despojada e invadida para que alguien la liberara.

Solo hace falta alguien virtuoso que siguiese los pasos de El Príncipe.

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Conclusión

Esta obra representa una realidad que ayuda a comprender la evolución social, deja análisis del poder y sus gobernantes, con el objetivo de mantener el poder, el príncipe se ve a menudo obligado a actuar en contra de sus buenos cimientos, el ser bueno que hay en él, de la caridad, del buen sentido, si es posible no debe desviarse de lo que es correcto pero si es necesario debe hacer el mal, surgen una notable separación de la iglesia.

Como ya lo había comentado este libro sirve de base fundamental para toda persona que tenga inclinaciones a la vida política.

Nos cuenta un gobierno con astucia, inteligencia y paciencia.

Este libro es un manual indispensable.

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Referencias

Maquiavelo, Nicolás. El príncipe, Florencia, Italia.1513

Sartori, Giovanni, Nota preliminar. Florencia, Italia. Noviembre de 2013

Sartori, Giovanni, Prólogo a El príncipe. Florencia, Italia. Noviembre 2013