Ensayo filosofía.

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Se relaciona con Hegel en cuanto que su materialismo es dialéctico, porque la materia tiene un movimiento dialéctico, pero invierte la dialéctica hegeliana, diciendo que no hay una dialéctica de la idea sino de la materia.

El materialismo dialéctico de Marx se opone al materialismo mecanicista que ve en el mundo una totalidad de tipo mecánico y que entiende a lo ideal como un reflejo de lo material. Es un materialismo histórico porque ve a la historia con una concepción materialista. La historia tiene una lógica que se produce por el choque de fuerzas materiales y no por el desarrollo de una idea, una razón o un espíritu.

La estructura de la sociedad está formada por las relaciones de producción, de los hombres que producen su propia vida y por las fuerzas de producción que tiene la sociedad. La historia de las sociedades es la historia de la lucha de clases, la lucha entre opresores y oprimidos.

El materialismo de Marx es incompatible con cualquier tipo de religión, porque dice que es el hombre el que hace su propia religión y lo hace por sus condiciones de vida en este mundo.

El hombre deberá tener uso de razón para que todo gire en torno a él.

La concepción filosófica marxista privilegia el análisis económico porque en la base de la sociedad se encuentra la economía. La única fuente de valor es el trabajo humano y esta fuerza es la que compra el capitalista para su provecho económico, pero esta fuerza logra producir muchos más bienes y por más valor de lo que vale ella misma vale. Ese excedente se llama plusvalía y por supuesto la obtiene el capitalista.

El modo de producción capitalista lleva a una concentración de la burguesía y a la proletarización de la mayoría de la población; además conduce a una socialización cada vez mayor de la producción en los grandes establecimientos industriales y produce una crisis de superproducción con sus consecuentes recesiones. A toda esta problemática, surge un nuevo modo de producción que se llama socialismo y que establecerá la propiedad colectiva de los medios de producción y desaparecerá la burguesía como clase social; el proletariado a través de la revolución social creará a la nueva sociedad.

Las ideas de Marx han influido en la mayoría de los procesos revolucionarios del siglo XX.

Comte y el Positivismo.

Defiende una concepción instrumentalista del conocimiento. Influyen en sus ideas las concepciones socialistas, el empirismo británico y el repudio a la metafísica.

¿Qué significa “positivo”? Comte dice que es lo real frente a lo quimérico o lo fantástico. Lo real es la experiencia misma, pero positivo también es lo útil frente a lo ocioso, también lo preciso contra lo vago o lo indefinido, es lo constructivo, lo organizador frente a lo destructivo, y también es lo relativo frente a lo absoluto, conocimiento de fenómenos y no de esencias.

Comte basa su filosofía de la historia en la ley de los tres estados, que son actitudes tomadas por la humanidad en cada uno de sus períodos históricos fundamentales y no formas adoptadas por el conocimiento científico.

En el estado teológico se explican los fenómenos por medio de seres sobrenaturales. Fases: fetichismo, politeísmo y monoteísmo. Se corresponde con un poder espiritual teocrático, un poder temporal monárquico y un estado de tipo militar.

El estado metafísico comienza del monoteísmo y despersonaliza la fuerza divina y las causas de los fenómenos pasan a ser principios racionales; es un período crítico en el que surgen fuerzas disolventes de la inteligencia.

En el estado positivo, la metafísica es sustituida por una investigación de los fenómenos buscando sus relaciones. El poder espiritual es desempeñado por los científicos, el poder temporal es asumido por los industriales (clase burguesa). Comte da importancia a la burguesía como nuevo sector social que se está desarrollando con la revolución industrial.

El pasaje por los tres estados, además de una dimensión social tiene una dimensión individual: el niño es un teólogo, el adolescente un metafísico y el adulto un científico o una mentalidad positiva. La ciencia para el positivismo es una metodología general de tipo inductivista. Los hechos singulares son conocidos por la observación y la experimentación, o sea que no hay conocimiento a priori, y por medio de la inducción se establecen leyes que describen el comportamiento de los fenómenos pero no pueden explicarse.

La ciencia tiene un carácter instrumental ya que es valiosa porque es útil a la técnica y a la industria. Las ciencias se ordenan en una jerarquía que tiene en su base a la ciencia más general, menos compleja y que ha alcanzado la primera el estado positivo: la matemática, y apoyadas en ésta están la astronomía, luego la física, la química, biología y finalmente la sociología. La sociología es la más compleja de todas, la menos general y la menos desarrollada. Ésta es concebida por Comte como una ciencia natural y la llama física social. El atraso de la sociología se debe a la complejidad del objeto de estudio que es el hombre y sus relaciones sociales que provoca que este mismo no haya llegado al estado positivo, cuando la sociología entre en el estado positivo también lo habrá hecho el conjunto de la sociedad y entonces habrá ingresado en el tercer estado. Esta concepción de las ciencias sociales como desarrollo de las ciencias naturales es típica del positivismo.

En la sociología de Comte se distinguen la estática y la dinámica social. La estática social estudia al individuo, la familia y la sociedad desde la perspectiva del orden, estabilidad y firmeza. La dinámica social estudia el progreso, el cambio, el pasaje de un estado a otro. Cada estado, el teológico, metafísico y positivo es una situación transitoria, pero el último estado es definitivo. Instaura la religión positiva que rinde culto a la humanidad y que es superadora de las religiones históricas. La filosofía positivista tuvo mucha influencia social, en la Argentina se expresa con fuerza desde la generación del 80, en la legislación en general y en particular en la política educativa, en los institutos de formación docente.

Kierkegaard y la existencia.

El objeto de la filosofía no es el mundo objetivo, sino el sujeto existente. Importa la singularidad y a través de ella lograr la universalidad. Experimenta a la fe como dolor y exacerba el sentimiento de culpa por la crucifixión de Cristo, siendo Cristo un movimiento hacia la