La observación: base metodológica de la investigación

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Tenemos otros factores intelectuales como la inducción que es un proceso de razonamiento que va de lo particular a lo general, contrario a la deducción que va de lo general a lo particular y casi siempre se expresa bajo la forma del silogismo[1]. Cuando se observa, debemos tener la capacidad de abstracción “que implica la realización de una operación intelectual que lleva a aislar un determinado elemento” (Prieto, p.50) y la filosofía moderna lo ha analizado desde dos posturas: el racionalismo (abstracción regulada metódicamente) y el empirismo (atracción del conocimiento mediante la experiencia).

Cuando se lleva a cabo un trabajo de investigación hay que adquirir una serie de amplios conocimientos y esto se consigue a través de un análisis de distintos puntos de vista, las experiencias personales también nos pueden servir para interpretar datos; tomar datos es parte primordial del proceso de nuestra investigación, descripciones exactas haciéndolo en términos cuantitativos y por su puesto reconociendo qué datos nos son útiles y desechar los menos importantes. “Para el científico, los hechos no son solo evidentes por si mismos sino que son el resultado de una acción determinada.” (Prieto, p.53), así como un hecho es cualquier experiencia. Es por eso que se conocen tres niveles de hechos: donde el hombre tome conciencia en base a sus experiencias, lo que él pueda identificar a través de la interpretación de esas experiencias y finalmente obteniendo un proceso de razonamiento por abstracción.

Sin embargo, para el autor no es posible confiar en la descripción que otra persona hace de sus propias experiencias pues se puede obtener informaciones inexactas. Una manera de romper con estos datos erróneos es relacionando lo hechos con la teoría creando un proceso de teorización, es decir, que los hechos conllevan a la elaboración de teorías. Por lo tanto hechos y teoría se corresponden de manera recíproca, se hallan muy entrelazados, no puede existir teoría sin los hechos pues ellos desempeñan una importante función, y es que ratifican su validez. “un científico debe contar con un amplio bagaje de conocimientos, para que pueda reconocer un hecho poco habitual y utilizar esa súbita comprensión para elaborar una teoría capaz de explicar la naturaleza del fenómeno. Los hechos, por sí mismos, no pueden desencadenar un proceso de elaboración teórica.” (Prieto, p.54). He ahí la importancia de la capacidad de observación y nuestro hábito de irlo desarrollando para lograr un buen trabajo de investigación.

Referencia bibliográfica

ARRIETA PRIETO, Guillermo y ARAQUE, César Augusto. 2006. La observación: base metodológica de la investigación. INIA Divulga, 9, septiembre – diciembre, 47- 55.

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