La sociedad en el posmodernismo se caracteriza por ser narcicista

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de manera directa. Podríamos acercarnos a asociaciones civiles, a ecologistas, aunque lo más probable es que no podremos dejar de una lado nuestro ser narcisista y lo hagamos por el placer que nos causaría el ayudar a otros y no sólo por ayudar, sin sentir-recibir nada a cambio, pero mientra lo hagamos está bien.

En definitiva, no pueden existir los diseños sin masas; recordemos que, en última instancia, la meta principal de los diseños estriba en lograr el embellecimiento de la cotidianidad del hombre común, vale decir, de las mayorían demográficas.***

A pesar de que a el ser posmoderno no le interesa el pasado ni el futuro, tampoco se ve interesado en el hoy, por ello pone tantas barreras para la conciencia, se busca de forma desesperada voltear hacia otro lado, buscamos distractores como la música, el espectáculo, viajes, poca estabilidad, y aquellas son prácticas en las que el diseño también se ve inmerso, el diseñador en un participante activo para que la sociedad pueda olvidarse de su entorno, se pueda autoengañar.

Así que ya hemos presentado dos opciones que puede tomar el diseñador frente a una sociedad narcisista en el posmodernismo: o ayuda a hacer que la gente tome conciencia de su entorno y se preocupe por él, o provoca el hundimiento en la ignorancia de lo que nos rodea. El diseño al igual que todas la profesiones se debe de practicar con responsabilidad, pero antes de esto debemos de plantearnos qué tipo de persona somos y a partir de ahí decidiremos que tipo de profesionistas seremos. Lo más conveniente para todo diseñador y persona, sería poder equilibrar éstas dos posturas, pues ¿hasta qué grado está mal el narcisismo?, a veces es conveniente hundirse dentro de uno mismo, el problema es cuando olvidamos todo y a todos. No está mal disfrutar del espectáculo, se convierte grave cuando llegamos a la enajenación y además nos sentimos cómodos con ello. Otra cosa con la que debe de ser consciente el diseñador es el alcance de su trabajo, pues este no se quedará en su oficina o en un escritorio, llegará a muchas personas y de forma casi anónima.

Entonces ¿qué opción escogeremos?, ¿qué tipo de persona seremos?, ¿qué clase de diseñador seremos? No son cuestiones fáciles de responder puesto que no basta con escribir o decir una respuesta, ya que en la práctica también influirá nuestro entorno y necesidades pero si tenemos una base sólida de lo que queremos hacer y ser por supuesto que tendrá un alto grado de influencia en nuestro desarrollo profesional y personal.