MILES DE MILLONES CARL SAGAN

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Sin duda alguna, la situación que vivimos en la actualidad es preocupante en nuestro país, el daño ambiental es enorme por cuenta de los permisos de explotación minera y de recursos naturales, cada momento pasan en las noticias la contaminación en los ríos, la perdida de bosques tropicales, recuerdo sobre todo la situación que se vive en Segovia, Antioquia, donde los índices de mercurio y de residuos de químicos utilizados para la extracción del oro son alarmantes, se consideran los más altos del planeta, cada página que leo de este libro me lleva a comprender el significado de la vida y como el egoísmo del ser humano está acabando con la misma, nos estamos destruyendo en una carrera desenfrenada de consumismo, de acumulación, y pareciera que nos quisiéramos dar aliento buscando un lugar habitable en otro planeta, no digo que la idea de colonizar otra galaxia no sea importante, realmente creo que lo es y que sobre todo por el crecimiento exponencial de la raza humana que en la actualidad estamos en sobre población, me inquieta es que buscamos algo a miles de millones de años que ya tenemos y que solamente debemos cuidar y saber utilizar (la tierra), este planeta es hermoso, tiene todo lo necesario para que cada ser humano viva y lo haga de la mejor forma, pero nos hemos enfrascado en una explotación de recursos desmedida, la capa de ozono cada día está más deteriorada, así la piel empieza a sufrir de cáncer y otras enfermedades, los ríos cada día más contaminados y la población siempre pendiente de cosas poco importantes.

“Dado que no hemos sido dotados de un conocimiento instintivo sobre el modo de convertir nuestro mundo tecnificado en un ecosistema seguro y equilibrado, debemos deducir la manera de conseguirlo. Necesitamos más investigación científica y más control tecnológico. Probablemente sea un exceso de optimismo confiar en que algún gran Defensor del Ecosistema vaya a intervenir desde el cielo para enderezar nuestros abusos ambientales. Es a nosotros a quienes corresponde hacerlo”[4].

Si bien, la situación actual de nuestra sociedad es necesariamente el fruto de nuestros actos como seres humanos, corresponde necesaria y obligatoriamente a nosotros encontrar soluciones a tantas problemáticas que en el desarrollo e implementación de avances tecnológicos hemos creado en el ecosistema. Por ello, pienso que el papel del abogado es fundamental, empiezo a comprender la relación directa que el libro tiene con el ejercicio de la profesión, el derecho a mi modo de ver, es una de las profesiones más importantes en la sociedad actual, tanto por el control que ejerce en relación al abuso de poder de los dirigentes políticos, como la influencia que tiene en la forma como que organiza la sociedad, hoy en día, no existe un campo del conocimiento o de la ciencia donde el derecho no tenga participación, si hablamos de cambio climático, nos debemos también referir a las normas en protección ambiental, en no contaminación, caso puntual de esta situación ocurrió con la reciente situación de emergencia que vivió Medellín por causa de la contaminación en el aire, se dictaron actos administrativos que restringían la circulación de vehículos y motos en el centro de Medellín.

Es decir, el derecho como medio de control tiene demasiados ámbitos de aplicación, y considerando las palabras de CARL SAGAN me doy cuenta de la importancia y el papel fundamental que como profesionales tenemos en la protección y el mejoramiento y sobre todo en la salvaguarda de la vida en este planeta, las leyes en la mayoría de los casos pretenden lograr un fin bueno, mejorar o proteger un derecho pero en su aplicación a veces como profesionales tergiversamos el sentido de la norma, lo amañamos a nuestro gusto creyendo que así logramos algo importante, sin darnos cuenta el daño que hacemos en la sociedad y al mismo planeta, solicitamos por ejemplo un permiso de minería a una empresa que ni siquiera cumple los requisitos mínimos de ambientalismo para la explotación del mineral.

“Casi a cada paso, sin embargo, hemos prestado más atención a lo local que a lo global, más a lo inmediato que a las consecuencias a largo plazo. Hemos destruido los bosques, erosionado la superficie del planeta, alterado la composición de la atmósfera, debilitado la capa protectora de ozono, trastornado el clima, emponzoñado el aire y las aguas y conseguido que los más depauperados padecieran más que nadie la degradación ambiental. Nos hemos convertido en predadores de la biosfera, poseídos de arrogancia, siempre dispuestos a conseguir todo sin dar nada a cambio. Ahora mismo somos un peligro para nosotros mismos y para los seres con los que compartimos el planeta”[5].

Tal situación, me lleva a considerar el papel que tendré como profesional en una sociedad corrompida y enfocada en la explotación desmedida de los recursos naturales, sin importar la salud y el bienestar de los demás. Pues como lo expresa CARL SAGAN; “La agresión al entorno global no es responsabilidad exclusiva de empresarios empujados por el afán de lucro y de políticos miopes y corruptos. Todos tenemos parte de culpa”[6]. Es decir, la responsabilidad de generar un cambio no solamente compete a quienes se benefician directa o indirectamente del daño ambiental o social que se produce, es un asunto que compete a toda la humanidad, y que como profesional del derecho quizás me competa un poco más, pues conocer la ley es así mismo la responsabilidad de hacerla cumplir y respetarla en el ejercicio de mi profesión, no solamente es un asunto moral (el ser y el deber ser), es un asunto de justicia social, no está bien que destruyendo el medio ambiente y la vida humana se engorden los bolsillos de algunos cuantos, y peor aún que por un pago o unos honorarios nos hagamos los de la vista gorda para permitir dicho comportamiento.

Son tantos los pensamientos, que viene a mi cabeza al considerar tantas cosas expresadas por el autor, que llego al punto mismo de considerar el sentido de la vida, de la existencia humana, de la sociedad y el papel que cada uno de nosotros desarrollamos en la misma, por el momento soy conductor de taxi, pero estudio con el deseo de superarme de llegar lejos, de cumplir mis sueños y propósitos profesionales, pero ahora veo que ser un abogado no solamente es un asunto académico o de crecimiento personal es una responsabilidad social y con las futuras generaciones, no olvido que algún día tendré que partir de este mundo quizás a un mas allá, o quizás simplemente mi existencia acabe con mi muerte, lo cierto de todo es que en el planeta tierra seguirán viviendo seres humanos que igual a mi tienen sueños, propósitos, gente amada y que como tal desean superarse, eso me hace pensar que quizás nuestra existencia y el papel