Palabras clave. Negatividad de la prohibición. Hombre tardomoderno. Animal laborans. Libertad obligada. Multitasking. Aburrimiento.

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Esta atención dispersa se caracteriza por un acelerado cambio de foco entre diversas tareas, fuentes de información y procesos, dando poca tolerancia al hastió, el aburrimiento profundo, el cual es de vital importancia para pensamiento creativo, el aburrimiento corresponde al punto culminante de la relajación espiritual, sin relajación se pierde el don de la escucha, que se basa en la capacidad profunda y contemplativa atención, a la cual el ego ya no tiene acceso.

Han reflexiona en el andar, indica: “Quien se aburra al caminar y no tolere es hastió deambulará inquieto y agitado, o andará detrás de una u otra actividad. Pero, en cambio, quien posea mayor tolerancia para el aburrimiento reconocerá, después de un trato, que quizá andar, como tal, lo aburre. De este modo se animará a inventar un nuevo movimiento completamente nuevo”[1]

Debemos entender la crisis del proceso creativo, la renuencia que el ser humano tiene a este, incluso recelo, esta crisis resulta alármate, la total absorción del sistema actual conduce a ser incapaces de profundizar sus pensamientos; perdiendo así su capacidad de asombro sobre el Ser-Así de las cosas. La duda moderna remplaza al asombro.

Incluso Nietzsche remplazó el Ser por la voluntad, sabe que la vida humana termina en una hiperactividad mortal, cuando de ella se elimina todo elemento contemplativo. Señala:

Por la falta de sosiego, nuestra civilización desemboca en una nueva barbarie. En ninguna época, se han cotizado más los activos, es decir, los desasosegados. Cuéntese, por tanto entre las correcciones necesarias que deben hacérsele al carácter de la humanidad el fortalecimiento en amplia medida del elemento contemplativo.[2]

Arent cree reconocer señales de peligro de que el ser humano está a punto de evolucionar en esa especie animal de la que, desde Darwin, imagina que procede. La sociedad de trabajo se ha individualizado y convertido en una sociedad de redimiendo y actividad. El animal laborans está dotado de tanto ego que está por explotar, el animal laborans es hiperactivo, hiperneurótico.

El “Yo” hombre tardomoderno, se encuentra totalmente aislado, incluso de las religiones en el sentido de técnicas tanáticas, que liberan al hombre del miedo a la muerte y generan una sensación de duración, está desconexión lo lleva a una vida desnuda. La sociedad tardomoderna nos reduce a todos a la vida desnuda, convirtiendo al hombre en un vegetal enchufado a una máquina, un muerto viviente.

Byung-Chul Han concluye que el ser humano y la sociedad se han transformado en una máquina de rendimiento autista. La Sociedad del Cansancio nos indica un efecto de dopaje que se considera admisible e incluso, un irresponsabilidad no hacerlo con la finalidad de incrementar el rendimiento, por ejemplo, un cirujano que salva vidas operará más concentrado si se somete al dopaje; la drogas de uso general no suponen ningún problema en la sociedad tardomoderna.

A modo de conclusión.

Desde la óptica crítica y fría de Byung-Chul Han, hemos pasado a ser una sociedad tardo moderna, con interés principal en el multitasking para logra la supervivencia en el entorno social, sin ser capaces de logra una inmersión en nosotros mismos, sin capacidad reflexiva, con una fuerte intolerancia al aburrimiento, nos hemos convertido en nuestros propios verdugos a causa del ego hiper-elevado, ocasionando seres automáticos, maquinas depresivas y tendientes a adquirir todo tipo de enfermedades mentales ocasionadas por el deber auto infringido.

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