Schopenhauer, un esbozo del mundo como voluntad y representación
Enviado por poland6525 • 3 de Enero de 2019 • 2.677 Palabras (11 Páginas) • 372 Visitas
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El tema del absoluto será también determinante en el pensamiento de estos poskantianos, Fichte afirmará que hay un yo absoluto, un yo subjetivo, que en el principio era una conciencia, un acto de la conciencia. En Schelling no hay objeto absoluto, hay identidad indiferenciada. Lo absoluto es previo a la distinción de lo subjetivo y lo objetivo. En Hegel en cambio, el absoluto de Schelling queda revisado y corregido, es identidad que asume y supera las diferencias.
Siguiendo con Fichte y de su absoluto, este parte en su primera filosofía de un absoluto que es conciencia de un yo que es absoluto. En el principio era el yo. un yo no como entidad o sustancia no es un yo cartesiano, ni el de la analítica trascendental, no es noúmeno, es el yo pienso kantiano absolutizado, una actividad. Habla de la yoidad, es la representación en sentido absoluto. Algo terminado que se realiza continuamente. Desde el punto de vista teórico el mundo se explica desde el propio yo, como el yo da lugar al mundo; “dar lugar” no es metafórico, no es una creación como el génesis, pero sí de manera realista. El yo absoluto no es uno de nosotros, es el absoluto, todo. Las cosas en sí no vienen de fuera, no hay conciencia fuera, hay una absoluta que pone o da lugar a un mundo, que es el no-yo, el cual sale de sí mismo, no le viene de fuera. Con la dialéctica del yo explica el mundo.
Primer momento de la dialéctica del yo: Primero tenemos el yo, y es el principio explicativo de todos los hechos de la conciencia, ergo el fundamento de toda experiencia es algo más allá de toda conciencia particular. Yo incondicionado, primigenio y absoluto como el principio de identidad. A=A. Solo tiene sentido en tanto hay un yo autoponiéndose a sí mismo; el fundamento de A=A es el “=” no el “A”. El yo absoluto es el que se pone a sí mismo como autoposición.
Segundo momento de la dialéctica del yo: Cuando el yo se autopone a sí mismo “Omnis determinatio est negatio”[1], se opone algo también a su vez, cuando el yo se pone a sí mismo, se opone a no-yo el cual sale del yo. La cosa en sí la ha puesto el sujeto absoluto, el que da cuenta de toda la realidad.
YO= CONCIENCIA, SUJETO.
NO-YO= MUNDO, OBJETO
Tercer momento de la dialéctica del yo: Llegados aquí tenemos la lucha latente entre el yo VS no-yo, dos absolutos que se oponen absolutamente el uno al otro. El yo que se corresponde con el principio de razón suficiente es la resolución de ambos. El yo y el no yo se limitan mutuamente y surge la experiencia externa, los sujetos y los objetos particulares absolutos. En realidad, las cosas son resultado del yo, pero se tienen que representar como si no lo fuesen, por eso se nos hacen extrañas a nosotros. Busca negar la trascendencia, que las cosas están más allá de la conciencia. ¿Por qué se opone el yo al no-yo? El yo genera el mundo “no-yo” porque la acción filosófica del yo tiene como razón de ser la acción moral, el yo práctico, el cual se da en el mundo, el cual existe con el fin de representar la resistencia a la acción moral del yo. El yo absoluto es práctico, en primer lugar, pero la acción del yo no puede darse en el vacío, se ejerce sobre una resistencia. Libertad como superación de esa resistencia. El yo tiene que notar su actividad hacia algo dentro de sí mismo, a saber: el no-yo. Mundo: condición de posibilidad del yo y del objeto.
La vida del yo por lo tanto es un continuo esfuerzo de superar las barreras que le va presentando el mundo, somos libres en la medida en que superamos los listones que nos pone el mundo, pero éste sigue oponiendo resistencia al infinitito, pues si no el yo tendría caducidad, tendría un límite; siempre habrá un centímetro más que saltar. Así, el yo puede verse como fundamento de la realidad del que se deriva el resto del mundo, lo físico, lo que llamamos materia.
SCHELLING
Este autor varía, pero sin salirse de la línea de Fichte y el idealismo. Conoce la filosofía de Fichte fue compañero de Hegel en Turinga y también de Helderling. Su filosofía está en cambio continuo, lo cual es muy criticado; su pensamiento evolucionaba todo el rato: en un primer momento fue kantiano -el yo como principio de la filosofía-, luego intenta desarrollar el interés por la naturaleza -contacto con los románticos de la que resultó muy influido, lo que hace que derive a la estética por ese amor a la naturaleza. Hegel detestaba el tema de la naturaleza, Schelling intenta restablecer la unión con esta misma naturaleza. Cuando Fichte es repuesto de su cátedra, Schelling la ocupa y aparece una obra “Sistema del idealismo trascendental que abandona un poco la naturaleza y desarrolla una filosofía más kantiana, desembocando al final en la exposición de su sistema de la identidad. Son más bien distintas caras del autor:
1 – EL IDEALISMO DE LA identidad
2 – ESTUDIOS POSTERIORES EN DIRECCIÓNA LA TEOSOFÍAY EL ROMANTICISMO.
El segundo trataba más cuestiones éticas como el mal, la culpa, etc. La filosofía de la religión que trataba desembocó en lo que llamó la filosofía del positivismo donde predominaba el interés por lo real frente a las especulaciones abstractas. Las primeras se caracterizaban como filosofía de la identidad donde suscribe la ideal del yo absoluto de Fichte pero se da cuenta de que esa idea de absoluto subjetivo es inviable porque el sujeto hace referencia al objeto y viceversa. Schelling va a establecer oposición Fichte -representantes del sujeto absoluto- vs Spinoza -del objeto absoluto, pues solo hay una sustancia infinita del que todo sale o se deriva-. Dualidad que prevalecerá en Hegel.
El dogmatismo absolutiza el no-yo, mientras que el hombre es una mera objetivización. Ni sujeto ni objeto valen, ambos son relativos, uno hace referencia al otro, ergo ninguno puede ser absoluto. ¿Entonces cual es la realidad absoluta? Está en una identidad indiferenciada, ese es el principio ahora, la identidad absoluta de sujeto-objeto. Sujeto-Objeto, libertad-necesidad, yo-noyo no son más que dos caras de la misma moneda: del absoluto idéntico.
La naturaleza es un espíritu invisible, -lo que decía siempre Spinoza-, pero desde el idealismo Schelling intenta mostrar como naturaleza y espíritu son caminos de ida y vuelta, como podemos esconder de la naturaleza al espíritu y del espíritu a la naturaleza. (paso del sujeto al objeto). La naturaleza es un espíritu adormecido despertándose en formas cada vez más perfectas. A través de distintas formas: cuerpos, químicos… que hacen llegar la vida la cual
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