Análisis literario Humanístico: El Príncipe
Enviado por Ensa05 • 14 de Enero de 2018 • 1.028 Palabras (5 Páginas) • 364 Visitas
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Maquiavelo expresó también la urgencia de definir el ejército: si capacitar uno propio o depender de mercenarios y auxiliares para regir el Estado. Fue más claro en esta decisión; delegar la defensa en grupos ajenos es inútil y peligroso, ya que no hay lealtad al principado sino a sí mismos u otra nación. Tampoco los consideró valientes por su cuenta, ni con un grado de fe y temor a Dios como el de un soldado instruido. Añadió que los capitanes no deben ser mercenarios y que sí llegare al caso, el mismo príncipe sea el que los dirija.
Un último aspecto que toca es el cumplir de promesas, siendo bien importante el mostrarse sincero y recto. Ciertamente el príncipe se debe comportar con rectitud y no doble ánimo; pero es más importante ganarse el favor de los hombres simples cuando están necesitados. Con esto quiso decir: si es necesario prometer un bien para adquirir un aliado, se hace; luego si hay que “fingir” el no poder cumplirlo, hay que estar dispuesto a romper la promesa. Claro, esta imagen no se puede plasmar ante los ojos del pueblo que se está gobernando. Por tanto, se debe ser como una bestia con los sometidos, y con los que se procuran ganar, como un hombre.
- Recomendaciones traído a lo Contemporáneo
Si hombres como Napoleón siguieron las guías de Maquiavelo siglos después, no es insólito el que sean de utilidad y similitud a la política hoy en día. Una recomendación que está todavía vigente es la utilización de fuerzas aliadas o mercenarios para asegurar un territorio. Tenemos hoy a países como Japón y Corea del Sur, que aparte de su ejército personal, permiten tropas aliadas como las de E.E.U.U. dentro de sus fronteras. Esto es un grave error, porque si en algún momento las dos Coreas se unen nuevamente, la obtención de tecnología y inteligencia de parte de Estados Unidos sería fatal para occidente y viceversa. Lamentablemente, “el cese a los conflictos bélicos motuo propio” ha traído comodidad y dependencia en casi todos los países que tienen parte en las Naciones Unidas.
Otra recomendación que coincide con situaciones actuales es la de ser amado o ser temido. Un ejemplo de un gobernante temido lo es el líder comunista Kim Jong-un. Éste ha preservado su poder a través del gobierno heredado, utilizando una mano de hierro para restringir el comercio y la comunicación con el exterior de su país, Corea del Norte. En cambio, un líder amado por su pueblo lo sería el presidente Fidel Castro, que ha mantenido su república por más de 50 años. El respeto que le brinda el pueblo residente es impresionante, aunque notamos en los emigrados una imagen de tirano para con él. Pero para Maquiavelo, mejor es ser temido que amado, porque llegará el tiempo del conflicto, y es necesario verse como una figura digna de valentía, independencia y dureza.
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