BRICS CHINA Reformas institucionales sin democracia

...

Movilización estudiantil y trabajadora de Tiananmen

La principal forma de canalizar la protesta fueron las huelgas. Un claro ejemplo de ellos fue la concentración en la plaza de Tiananmen. Allí, asociaciones estudiantiles demostraron su descontento y demandaron la libertad de expresión y de prensa, el aumento de las becas y de los salarios para estudiantes y profesores, y que se divulguen públicamente los salarios de los altos funcionarios y sus familiares. Dicha petición fue rechazada y calificada por los sectores conservadores del PCCh como “antipatriótica”.

Cambio generacional y renovación ideológica: el liderazgo de Jiang Zemin

En 1993, asumió la presidencia de la República Popular Jiang Zemin, quien buscó recuperar la estabilidad política y la apertura económica.

Los objetivos económicos se dieron a través de una serie de medidas destinadas a liberalizar el comercio exterior y reorganizar el circuito de producción y circulación a nivel interno. La estructura industrial creció gracias al incremento de los volúmenes de producción de alimentos, textiles, químicos, herramientas, maquinaria y materiales para la construcción. El nivel de exportaciones aumentó a la par de estos cambios en el sistema productivo.

En 1997, se implementó una política de privatización de las pequeñas y medianas empresas estatales (EE) favoreciendo la asociación de capitales extranjeros en joint-ventures o vendiendo acciones a los trabajadores. El estado retuvo las EE más grandes, aquellas dedicadas a la industria pesada o consideradas estratégicas para el gobierno.

En marzo de 1998, fue electo primer ministro Zhu Rongji, quien impulsó una política económica y financiera que permitió que China mantuviera los elevados índices de crecimiento alcanzados. Durante su gestión, se llevaron adelante intentos de promover el desarrollo de las regiones del centro y oeste del país, poco integradas al proceso de modernización y reforma que protagonizaban las áreas costeras del sureste.

En 2003, subió al poder Hu Jintao, quien en 2004, encauzó un proyecto de educación y formación ideológica orientada a controlar y moldear los cuadros del Partido en busca de un afianzamiento de su imagen como líder.

Un efecto no deseado del proceso de reformas fue el crecimiento de la desigualdad. Los ciudadanos chinos, sobre todos los provenientes del campo, se vieron desprotegidos del paraguas que brindaban los servicios del estado. Para lograr los resultados de desarrollo económico, se debieron hacer fuertes concesiones en lo que respecta a seguridad laboral, condiciones de trabajo y beneficios sociales. En este sentido, la reforma ha creado también su propio grupo de tensiones sociales, económicas y culturales.

La política exterior y la defensa entre 1978 y 2000

En la década de 1980 no hubo incrementos sustanciales del presupuesto de defensa y muchas de las industrias de la rama pasaron a producir bienes para la economía civil.

Durante el periodo 1980-1990, Deng Xiaoping (considerado máximo dirigente chino después de Mao) concretó su labor diplomática en destacar la necesidad de que existiera un ambiente de paz internacional y nacional para poder desarrollar los planes de crecimiento económico propuestos por el PCCh y el gobierno, por lo que la política exterior estaba llamada a lograr ese ambiente de paz.

Deng planteaba que China pertenecería siempre al Tercer Mundo pues lo sería aunque llegara a ser próspera y poderosa, ya que nunca procuraría una hegemonía mundial ni atropellaría a ningún país. Afirmó que los vínculos debían basarse en relaciones económicas de igualdad y beneficio recíproco entre los diversos países del mundo para disminuir la brecha económica. Sostenía que todos debían esforzarse por lograr la paz mundial, mejorar las relaciones norte-sur y fortalecer los vínculos sur-sur.

Otra política aplicada por el PCCh en la década de 1980 consistió en reconstruir sus vínculos con los partidos de países extranjeros ateniéndose a cuatro principios: igualdad total, respeto mutuo, independencia y no intervención de uno en los asuntos internos del otro. Con ese enfoque, mejoró las relaciones con los partidos comunistas de otros países, reanudó las relaciones suspendidas con el Partido Comunista de Yugoslavia y estableció contacto con partidos nuevos.

Además, inició conversaciones con su contraparte británica para resolver la cuestión relativa a la devolución de Hong Kong, territorio que estaba ocupado y administrado por los ingleses desde 1842. Asimismo, comenzó las conversaciones con la contraparte portuguesa para resolver la devolución de Macao. Finalmente, en 1984 y en 1987, recuperó Hong Kong y Macao respectivamente.

El inicio del decenio de 1990 estuvo marcado por la caída de la Unión Soviética y de los países socialistas de Europa del Este, lo que generó gran inestabilidad regional y un vacío de poder en Asia oriental. En ese contexto, China comenzó a aumentar su protagonismo en la región y se orientó a llenar dicho vacío. Con este fin, profundizó la modernización de las Fuerzas Armadas e incorporó medios militares para proyectar poder e inició el desarrollo de su infantería de marina.

La República Popular China en el S. XXI: de Hu Jintao a Xi Jinping

En marzo de 2013 subió al poder Xi Jinping, quien presenta varios desafíos: en el plano internacional, sus vecinos temen su despliegue militar en el Mar del Este de la China y en el océano Índico. Al mismo tiempo, EEUU y algunos países europeos ven con preocupación los ataques cibernéticos y el robo de secretos industriales y militares procedentes de Beijing, mientras que en partes de África y América Latina se percibe a China como un voraz extractor de recursos naturales.

En el plano interno, el país necesita dejar atrás la exportación de productos de baja tecnología para forjar una economía basada en el conocimiento y los servicios. Además, deben enfrentarse la desigualdad de ingresos, la corrupción y la contaminación del aire, la tierra y el agua.

BRASIL

Brasil y su camino a la consolidación democrática

La política brasileña en los primeros años de la década del ochenta consiste en la transición de un régimen autoritario hacia uno democrático. Dicha transición fue iniciada por Ernesto Geisel (presidente militar entre 1974 y 1979) y continuada por Joao Figueiredo (presidente