China y la democracia en Taiwan. Fernando Delage. Pp 114-123

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a esto deberá sufrir una gran transformación si aspira volver al poder; sin embargo, muchos creen que el KMT es indispensable para mantener el statu quo en el estrecho de Taiwán. Delage afirma que estos dos grupos políticos son difíciles de diferenciar desde un punto de vista ideológico, ya que el PDP es de la opción progresista y el KMT de la conservadora, pero ambos atraen al electorado desde posiciones moderadas.

Delage continúa hablando del choque de dos nacionalismos, y hace una referencia histórica del aislamiento democrático de Taiwan desde los años sesenta tras su expulsión de las Naciones Unidas y a partir de ese momento adoptó una política basada en la identidad nacional y las relaciones con la República Popular China, hasta el punto que hasta los años noventa, el KMT de Taiwan declaraba fervientemente representar a la China continental.

Luego de un breve recuento histórico de la política taiwanesa, Delage toca el tema de las relaciones a través del estrecho que por cierto han sido modificadas tras las elecciones. Dice que a diferencia del KMT, el nuevo presidente rechaza la idea de una reunificación con la China continental, pero que esto no significa necesariamente que vaya a aumentar la tensión en el estrecho, sino que podría darse un enfoque nuevo y flexible sobre las relaciones con el continente. Además, aunque China recurre con frecuencia a la peor forma de solucionar un conflicto -las amenazas de guerra e invasión- esta se mantendrá al margen observando los movimientos del nuevo presidente.

Finalmente, Fernando Delage habla de una solución democrática para la resolución del problema entre China y Taiwán; sin embargo sostiene que no se puede descartar un enfrentamiento armado sin dejar a un lado el hecho de que las conversaciones entre las partes irán parejas a una gradual liberalización política de la República Popular. Llegados a este punto, Delage sostiene que el reforzamiento de los argumentos nacionalistas podrá mantener un tiempo al comunismo en el poder, pero hará más intransigente su posición respecto al separatismo taiwanés. Como conclusión, la debilidad y la principal preocupación de China es que Taiwán ahora posee una democracia, y ella solo cuenta con la fuerza, hecho que evidencia el temor del gobierno Chino hacia la democratización.