CRISTIANISMO Y FEUDALISMO

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Al convertirse en una institución tan poderosa pudo ejercer influencia en los monarcas y una máxima injerencia en las normas de conducta de las personas. Al tener la iglesia miembros letrados el rey se veía obligado a rodearse de esas personas en su administración. La iglesia se valió de muchos medios para expandir su autoridad, muchas veces en aras de un bien religioso, como fueron las cruzadas, que verdaderamente tenían un fin político y económico: expandirse.

Tanto poder económico y político logro la iglesia católica en ese entonces que su autoridad es ley y prevalecía la palabra de la iglesia sobre cualquiera y claro sobre la conciencia de todos los fieles.

Ya después con el surgimiento de nuevas ciudades y trasformación de la producción y el constante trato de diferentes culturas por medio del comercio fue dándose de a poco a poco el capitalismo.

La iglesia Católica tuvo su gran auge en la época medieval caracterizada por dos movimientos representativos: la patrística y la Escolástica.

Su pensamiento estaba regulado por el teocentrismo (Dios es el centro del Universo).

- La Patrística. Fundamentada en las sagradas escrituras.

- La escolástica, el surgimiento de los grandes maestros de la teología.

El movimiento de la Patrística tuvo sus grandes representantes, de los más significativos fue San Ambrosio, quien se preocupó por definir, o más bien delimitar el poder de la iglesia y el poder imperial.

La doctrina se fundamentaba, como ya se dijo anteriormente en le Teocentrismo que explicaba la creación del universo a partir de la nada (ex nihilo) y se esperaba con gran regocijo la segunda venida de Cristo que es la llegada del reino celestial y que llevaba consecuentemente la destrucción del mundo.

La iglesia católica fue perdiendo más la espiritualidad a la que se debía, y fue expandiendo su dominio a la parte terrenal, mitificando las intenciones de poder político-económico en dogmas morales y espirituales que mandaba Dios.

Empero hubo gran parte de la sociedad, que no estaba de acuerdo con las enseñanzas de la iglesia y a pesar de todo sobrevivió algo de “paganismo” , por lo cual los padres de la iglesia (apologistas) atacaron ferozmente este movimiento llamado Gnóstico, este movimiento fue combatido por San Ireneo y tenía su fundamento en una tesis dualista ( Dios-materia) lo que provoco más el rechazo de los cristianos por la filosofía griega y los forzó a contribuir a armar un sistema teológico-filosófico cristiano, propagado especialmente por la escuela de Alejandría en donde destacan Clemente y Orígenes.

Uno de los más representativos personajes de la Patrística fue San Agustín. (354-430) nace en Tagaste. Al norte de África se inicia al cristianismo a la edad de 30 años y busca respuestas ante sus dudas en diferentes corrientes filosóficas, como el maniqueísmo: dos principios bien y mal y una gran influencia Platónica retratada en muchos de sus escritos.

Propone una idea de felicidad que solamente encontramos en Dios que la provee y cito palabras de San Agustín que realzan esta idea “el fin del hombre es la felicidad que ha de encontrarse en Dios, ya que el ser humano es mutable e insuficiente para sí mismo. Ni siquiera la virtud puede constituir en sí misma la felicidad. No es la virtud de tu alma la que te hace feliz, sino el que te ha dado la virtud, que ha inspirado la voluntad y te ha dado el poder de realizarla”1.

Podemos percibir claramente que para San Agustín Dios lo es todo lo visible y lo invisible, abarca desde la más mínima parte de tu ser hasta lo que no puedes comprender, ni ver no tocar, la razón humana jamás podrá comprender la grandeza ni el entendimiento hacia Dios, conformarte con entregarte a él por completo y podrás disfrutar de la armonía y felicidad que solo nos puede brindar Dios.

La voluntad es la base para lograr una ética moral y Dios nos otorga esa libertad de decidir entre el bien y el mal. No Impone es amor y si tenemos la voluntad de seguirlo no es obligatorio una moral adecuada para Dios y los hombres. El mal surge también por voluntad del hombre, recordemos que somos libres y no es más que un alejamiento de Dios.

Dos de sus más destacadas obras son la Ciudad de Dios y Confesiones, en ellas encontramos el pensamiento filosófico que propago San Agustín y que domino esta época. En su obra de la Ciudad de Dios, encontramos que propone dos ciudades la de Babilonia, es la ciudad terrenal la de los paganos, y la ciudad de Jerusalén que se manifiesta en la iglesia es la ciudad de Dios.

También afirma que para tener una sociedad perfecta debe ser cristiana y esta sobre el Estado ni siquiera su igual porque el Estado depende de los preceptos eclesiásticos que ha fundado Dios y todo lo mundano debe someterse ante este poder.

Muchas de sus ideas tan tajantes fueron muy bien vistas y aceptadas por toda la sociedad. Pero estas ideas que imperaron determinantemente se han revalorado y cambiado con el tiempo.

La filosofía de San Agustín muy arraigada en la teología muestra que en la época medieval preservo un pensamiento dogmático ausente de toda cientificidad, una época ausente de educación formal monopolizada por la iglesia católica y prohibía toda otra concepción del mundo y la realidad.