Cristianismo y Republicanismo en Fermín Toro. (La visión de un liberal moderado )

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La exposición del trabajo esta estructurada en dos partes: La primera, se desarrollara la fundamentación teórica de Estado, República y proyecto civilista tomando en cuenta el contexto histórico dominado por el mundo militar, al mostrar y analizar los principios de Cristianismo y Republicanismo que imperaba en Fermín Toro en la búsqueda de establecer la conciencia nacional como forma de instaurar la nueva Republica durante la primera mitad del siglo XIX.

En la segunda parte se identificara y se analizara, la posición asumida por Toro dentro del ámbito político entendida como la conjugación de una series de ideas liberales nutridas de factores moderados que siempre lo caracterizo por la búsqueda del orden y la libertad asumiendo los debates de interés nacional. La concepción ideológica de Toro es un proceso que se fue desarrollando de manera paulatina y firmemente, desde antes el período de la emancipación, cuando la clase criolla comenzó a deslumbrar con ideas de libertad aplicadas al campo político, económico y social.

El pensamiento de Fermín Toro se moldeara según las circunstancias de un país recién salido de una cruel guerra de independencia, que no contaba con una estructura definida dentro de los campos políticos, económicos y sociales. A pesar de todo esto, Fermín Toro decidió avanzar con sus famosos postulados, pensando que con ellos el país se modificaría hacia un rumbo de progreso y mejoras.

Este estudio corresponde al período en que la República experimentaba el proyecto liberal, lapso que se puede ubicar entre el período de la independencia hasta finales de 1830. Este lapso de ensayo coincide con el ascenso al poder del General Páez además de la recuperación económica mundial a partir de 1830, que hizo que los precios del café aumentaran significativamente, lo cual motivo la búsqueda de la estabilidad económica en Venezuela. Los postulados de Toro en un primer momento motivaron en cierta forma las búsquedas de la prosperidad, sin embargo al primer trastorno económico que se presenta para la nación, la reacción fue eminente por parte de Toro contra el liberalismo clásico, reflejada en las reflexiones de la Ley del 10 de Abril de 1834.

Sin embargo el pensamiento de Toro se desata en una Venezuela que ha contado con una suerte terrible durante el siglo XIX, a partir de 1830 se tiene que construir un régimen distinto del anterior, es así como Toro resume sus ideas, es decir la construcción de un esfuerzo revolucionario, pero las herramientas no se encuentran a la mano. Fermín Toro se encarga de estudiar el siglo XIX de una forma única demostrando un conocimiento amplio del espectro político latinoamericano, en primer lugar el ensayo de Europa y América Toro aborda la posibilidad de amenaza de Francia e Inglaterra en contra de las nuevas Republicas americanas, que aun se encontraba en la búsqueda de fundamentos que le permitieran asentarse como Republicas prosperas y desarrolladas.

En segundo lugar las reflexiones de la Ley del 10 de abril 1834 en el cual aborda de forma específica, las atrocidades que generaban esta legislación a los integrantes de la nueva República, Toro en esta critica desarrollo dos vertientes:

La primera sobre la libertad de Usura que atentaba contra la moralidad republicana y la segunda el embargo por deuda, este análisis se desarrollo paralelamente demostrando la iniquidad del principio del Laise Faire, y por otro lado la inaplicabilidad de la ley para el caso venezolano.

Entre militares y civiles nace la República de Venezuela 1830- 1845.

Al surgir el siglo XIX, la ciudad de Caracas poseía tan solo unos 40.000 habitantes. Dentro de ella existían ocho templos, cincos conventos y una sala de espectáculo, especie de teatro que demostraba el comienzo de las manifestaciones culturales en la pequeña ciudad.

Según los visitantes extranjero, las calles eran anchas, alineadas de forma correcta y seguían el patrón tradicional de las ciudades fundadas por los españoles en América. Comentaba Humboldt en sus viajes, los alrededores de la ciudad contenían una temperatura fresca, además de estar cercado por una vegetación abundante en fin un rincón que se convirtió en lugar agradable para la vida cotidiana de sus pobladores.

Este rincón llamado Caracas, dominado por sus pocos habitantes que coexistían de forma pacifica, prospera y ordenada a comienzo del siglo XIX, pronto se vio afectada por un torbellino de gran intensidad, el debate político se convirtió en el centro de atención de los venezolanos, ya que comenzaron a surgir preguntas sobre el destino de esta nueva nación, que había atravesado tantas penurias en su aventura por la independencia. Es importante destacar que después de 1810 nada va a ser igual en Venezuela y su entorno se vio afectado por los constantes cambios a nivel políticos, sociales y económicos.

Fermín Toro nace en medio de esta dinámica fueron sus padres Antonio Rodríguez de Toro y Barba y Mercedes Blanco, hacendados de origen canario. Sus primeros conocimientos escolares los recibió del presbítero Benito Chacín. A los 10 años de edad, se traslada con su familia a Caracas a causa de la lucha emancipadora e inicia su formación autodidacta en la residencia de su pariente, el marqués del Toro. La sólida cultura que adquiere se la da él mismo. La guerra de la Independencia, en medio de lo cual vivió su infancia y juventud, no le permitió acudir a centros de estudios. Además, el padre Chacín ya no estaba a su lado porque la familia Toro se radicó en Caracas en 1817. Sin embargo se empeña en leer a los escritores clásicos y a estudiar filosofía e idiomas, es decir, a darse una formación humanística tratando de entender la naturaleza de la República recién fundada.

En 1827 Bolívar designa al padre de Fermín Toro, Antonio, Administrador Principal de las Rentas Internas en La Guaira. El joven Toro será primer oficial de la Tesorería en la misma aduana y, posteriormente, oficial cuarto. En 1828 contrae matrimonio, con su prima Mercedes Tovar. Ya para esta fecha ha entrado en contacto con destacadas figuras del pensamiento venezolano de su época,.

A los 22 años entró a trabajar como funcionario del Departamento de Hacienda, donde desempeñó cargos aduanales en La Guaira y la Isla de Margarita, regresando a Caracas en 1831. Un año después se incorporó como diputado al Congreso Nacional, fue electo por esa provincia de Margarita, pronunciando un discurso en memoria del Libertador, en el que planteaba el traslado de sus restos al país, el joven Toro a partir de este momento se hace sentir dentro la discusión sobre el futuro inmediato de la joven Nación.