Primer combate de la Revolución Liberal Restauradora
Enviado por poland6525 • 30 de Noviembre de 2017 • 32.765 Palabras (132 Páginas) • 449 Visitas
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Debido a este hecho, durante más de dos siglos todo esta comarca estuvo vinculada, geográficamente, a pueblos y ciudades del actual oriente colombiano, hasta 1777 cuando el Rey Carlos III, demarcó lo que sería la Capitanía General de Venezuela, delimitando las fronteras occidentales por los actuales estado Zulia y Táchira. Desde entonces el área que comprende hoy el Estado Táchira, quedó supeditada al territorio venezolano, formando parte –como lo había sido desde antes- de la provincia Mérida hasta 1856, cuando por gestión del general Carlos Luís Castelli, ante el presidente José Tadeo Monagas, es decretada provincia autónoma, quedando conformada por cuatro cantones: Lobatera, La Grita, San Antonio y San Cristóbal como Capital. Ocho años después, la Constitución Federal de 1864 le otorgó al Táchira la condición de Estado hasta 1881, cuando bajo la presidencia de Antonio Guzmán Blanco, fue incorporado al Gran Estado los Andes en calidad de Sección. No obstante esta posterior pérdida de autonomía y la dependencia de autoridades civiles y militares de Mérida o Maracaibo a la que fue sujetada por varias décadas, las ciudades del Táchira y especialmente San Antonio, Ureña, Rubio y San Cristóbal, siguieron manteniendo una estrecha relación y un cercano vínculo con los pueblos de la frontera colombiana, es decir con Cúcuta Pamplona y Bucaramanga. Esta condición que había sido un producto de la inicial fundación de la misma ciudad, se acentuaba debido a la poca atención que desde el gobierno central se le prestaba a esta tierra. La falta de adecuadas rutas de comunicación con la capital, aunada a la lejanía, la condenó al aislamiento y desidia oficial durante sucesivos gobiernos nacionales.
De allí que era mucho mas fácil viajar a la frontera que a cualquier ciudad del occidente venezolano. Por ello la relación con las ciudades colombianas de Cúcuta y Pamplona en cuanto comercio, educación e incluso familiar, se había establecido casi con rasgos de consanguinidad, lo que permitió que a través de los años, el andino fuese asimilando gran parte de la cultura de estos pueblos del oriente colombiano: sus costumbres, su hablar, sus modales es decir, su idiosincrasia. Debido a estas considerables razones la gente del centro no pudo entender al de los andes cuando éste llegaba a Caracas, y se expresaba en termino que sonaba rústico y campechano al oído “culto” del capitalino.
Estas circunstancian de incompatibilidad con el resto de Venezuela, hacía que aún a finales del siglo XIX, el Táchira siguiera semi aislado y en cierta forma despreciado. Fuel la presencia de Cipriano Castro en el ámbito de la política nacional, lo que permitió que se revirtieran estas desfavorables condiciones, para que esta región entregada al trabajo laborioso, pudiera ser vista y atendida como las otras regiones del país y fue ello, entre otras razones, lo que justificó la invasión de Cipriano Castro y el empeñoso esfuerzo por conquistar la corona del triunfo, cuando en osada travesía se aventuró a conducir un precario ejército fuera de sus dominios andinos, con el firme propósito de hacerse con el poder.
ASPECTOS GEOGRÁFICA E HISTÓRICOS DE TONONÓ
La aldea Tononó originalmente era un conjunto de casas dispersas, levantadas a los lados del cauce de la quebrada La Zorquera. Tal vez su fundación se ubique a mediados del siglo XIX y probablemente, su origen tenga que ver con el tránsito del camino real de Pamplona que desde siglos discurría por entre sus inmediaciones; o tal vez por la cercanía que ésta ha tenido con la quebrada y las tierras fértiles que allí se encuentran, propicias para la siembra de café y de diversos cultivos agrícolas. De hecho aún quedan vestigios de lo que fueran dos prominentes haciendas cafetaleras, conocidas en tiempos no muy lejanos como la de los Moncada y don Alfonso Romero
Tononó está ubicado en un medio valle rodeado de verdes serranías al oeste de San Cristóbal a unos 5 a 6 kilómetros aproximadamente de allí. Les circundan una serie de caseríos entre los que se encuentran: Azua, Pericos, Agua Blanca, El Cedral, Pata de Gallina, Berlín, El Tope, Lagunillas, Santa Rita de Miraflores, El Pueblito, El Valle y La Popa.
Antes de la colonización española, esta aldea era parte de una extensa área de asentamientos aborígenes llamada Cania[2] que, según fuentes historiográficas, ofrecieron fuerte resistencia a la penetración de los primeros conquistadores como Alonso Pérez de Toloza en 1547, Juan Rodríguez Suárez en 1558 y Juan Maldonado en 1561. Incluso mientan las crónicas de indias, que los primeros colonos de la recién fundada Villa de San Cristóbal, al acercarse hasta las playas del Río Torbes para surtirse de agua, debían ir armados con escudos y espadas, dada la belicosidad de los naturales a la hora de defender estas recién exploradas tierras.
Esta población aborigen, fue diezmada debido a diversos factores que tuvieron que ver con el proceso de la colonización, tanto en Venezuela como en toda América, en la cual, numerosas tribus fueron sometidas y otorgadas a colonos a través del régimen de encomiendas o mediante el sistema de repartos. Otras tantas perecieron como consecuencia de trabajos forzosos, enfermedades ajenas a su medio y por el propio proceso del mestizaje que diseminó los rasgos originales de aquellos pueblos.
De esta manera, algunas áreas que anteriormente fueran asiento de una milenaria cultura ancestral, quedaron enteramente despobladas mientras que otras se refundaron bajo aspectos que emanaron de la nueva estructura político administrativa, a partir del período post-colonial. Por ello el proceso que conllevó a la fundación y poblamiento de muchos pueblos y ciudades durante los inicios de la vida republicana, derivó principalmente de la antigua vialidad colonial, que curiosamente se trazó siguiendo el curso de rutas indígenas como sucedió en el caso de los Andes americanos.[3]
Así, Tononó como todas las aldeas circunvecinas probablemente fue fundándose como consecuencia de la actividad de tránsito que generó el camino real, el cual se instauró desde la fundación de San Cristóbal y que conducía hasta la ciudad de Pamplona,[4] el mismo fue durante siglos vía para el traslado de mercancías y viajeros a distintas localidades del oeste del Estado Táchira, principalmente a la población de Rubio y ciudades de la frontera como San Antonio y Cúcuta. Este hecho seguramente permitió la conformación de esta aldea, así como las de su alrededor. Su posterior desarrollo poblacional derivó del asentamiento de gentes del mismo entorno geográfico y de la migración de braceros y comerciantes colombianos que durante años se relacionaron
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