Cuando me muera quiero que me toquen cumbia . Cristian Alarcón Casanova (La Unión, Chile, 1970)

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Ya era famoso en la zona norte, una de las más violenta del Gran Buenos Aires: gozaba de la celebridad de un Robín Hood villero, capaz de regalar lo que llevaba puesto, de enviar “bagallos” para los compañeros presos, asistir a sus familias o “hacer” un camión de La Serenísima para repartir yogures y quesos en carritos tirados por caballos.

Su popularidad persiste en los jóvenes ladrones: lo consideran milagroso. A él le atribuyen el éxito de curaciones de balazos fatales, fugas de institutos de menores, asaltos cuantiosos y sin heridos. Sus contemporáneos se encomiendan a él antes de salir “a un hecho”. Por eso cada visita a su tumba, los chicos rocían cerveza sobre las flores, y en la trompa de un elefante de porcelana colocan las últimas briznas de un porro, fumado en círculo, como una ofrenda al ángel caído que, según se dicen, puede doblar el rumbo mortal de las balas bonaerenses.

Al velatorio concurrió una multitud. Y desde ese momento, pasó a la inmortalidad, nació la leyenda.

4-El rol de la policía, justicia y Estado en la obra

En el relato la fuerza policial va a pasar a jugar un rol constante y fundamental, antagónico podría decirse.; Aunque, La policía no cumplía su rol como debía, no actuaron de manera eficiente. Intervenían de vez en cuando en las villas para perseguir a un ladrón que muchas veces terminaban muertos; por el abuso de su poder, en gatillo fácil.

La justicia no actuó como debía en ese momento, su presencia era escasa o incompetente en los pocos casos que reconocía. A lo largo de todo el libro se puede observar el abuso de poder por parte de la justicia y la corrupción que hay, ya que se protegen a transas en los barrios. De este modo se muestra como hacen esto con hechos absolutamente constatables que son más peligrosos que cualquier chico que sale a robar para ayudar a su familia.

Los estragos económicos del neoliberalismo forjaron sociedades de exclusión, acentuando barreras entre espacios y construyendo ciudades caóticas y diferenciadas jerárquicamente. El estado no brindó las medidas necesarias para evitar la deserción de jóvenes en las escuelas. No brindó políticas para cambiar el destino de las personas que viven en la marginalidad de la villa, no hubo un acercamiento a sus necesidades. El delito era una elección ante un mundo que lo empujó a la miseria y la orfandad. Los jóvenes ladrones eligen apropiarse de lo ajeno en vez de mendigarlo.

5-Preguntas que le realizaría a la madre del frente:

• ¿Usted cree Qué la muerte de su hijo, dejo una enseñanza en los jóvenes?

• ¿Notas cambios en la villa después de la muerte de su hijo?

• ¿Por qué creen que a pesar de que el tiempo paso, todavía el caso de su hijo sigue repercutiendo en todo el país?

Trabajo Practico final

Profesora: Verónica Quintana

Materia: Lengua y Literatura

Novela: Cuando me muera quiero que me toquen cumbia

Alumno: Ortiz, Eduardo

Plan Fines 2016