Cuatro centros de arte provinciano

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El exterior de estas casas algunas de ellas de dos pisos, están adornadas con ventanas cubiertas de balcones de hierro o madera torneada; era común el balcón esquinero para los edificios que no tenían carácter comercial y la puerta esquinera para aquellas casas que dedicaban dos o tres o más habitaciones para tener tienda o alquilar a comerciantes. Algunas tenían la esquina ochavada lo que permitía que algunas esquinas dieran la impresión de pequeñas plazoletas. La casa de un solo piso con grandes muros de adobe de una vara de ancho, eran cubiertas con artesonados sostenido por grandes tirantes, algunos sobre canecillos labrados y otra al patio interior pasando por los corredores que solo en muy raras ocasiones estaban cubiertos con azoteas de ladrillo de barro.

El interior , tanto de las construcciones civiles como eclesiásticas, estaban literalmente recubiertas de pinturas, esculturas, pequeños y grandes retablos y una infinidad de muebles; en las casas ricas , otros adornos como espejos , lámparas de cristal o plata , relojes, cornucopias , repisas , cortineros , grandes floreros , faroles esquineros completaban la decoración , que aunque en muchas ocasiones sobria, daban un aspecto de una refinada elegancia."[5]

"La escogencia para este trabajo , sobre el desarrollo del arte en Honduras, de cuatro centros urbanos coloniales con características tan diferentes como puede ser un centro político , económico y religioso como lo fue Valladolid de Comayagua , con un centro agrícola como es el caso de Gracias a Dios o un centro minero como fue el real de Minas de Tegucigalpa , con un centro ganadero como lo fue la villa de jerez de la Choluteca , nos permite a la vez no solo estudiar el arte en cada uno de estos centros, sino también su estudio desde el punto de vista histórico, geográfico , económico , político , sociológico y religioso.

Estos cuatro centros urbanos representaron en Honduras el símbolo de una relación social , nacida en un momento histórico , cuyo contenido político, religioso, económico , social y cultural determinan su carácter y su expresión formal, por eso la arquitectura es parte esencial de la ciudad y un contrastes con ésta expresa su propia individualidad , los elementos decorativos como la pintura , la escultura y platería , nos revelan la vida física, espiritual, psicológica de la sociedad. El estudio de estos centros urbanos debe hacerse de manera que involucre no solo las grandes obras arquitectónicas sino también las sencillas cosas de los barrios , las rancherías , la pequeña ermita o la gran catedral, el humilde convento y el gran monasterio . Ello no permitiría salvar el riesgo de mutilar la historia de estos centros urbanos , pues tanto interés puede tener ver la solución constructiva de una casa de bajareque y pajas, como la de una catedral hecha de cantera cubierta de bóvedas y cúpulas."[6]

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