DEL FALSO DIOS DE LO BUENO Y DEL AMOR A LA CUNA DE LA CIVILIZACION EN RUINA FINANCIERA “LA PARADOJA”

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Una vez elegido el tema a dialogar se propusieron a ponerse de acuerdo sobre la mecánica en que cada uno de los presentes se turnaría el uso de la palabra, en tal caso la voz se correría siguiendo un orden de izquierda a derecha comenzando por FEDRO, quien en su discurso y en relación al dios EROS entre otras cosas dijo lo siguiente:

[Eros es un gran dios, muy digno de ser honrado por los dioses y por los hombres por mil razones, sobre todo, por su ancianidad; porque es el más anciano de los dioses…eros es el más antiguo de todos los dioses. También es de todos ellos el que hace más bien a los hombres; porque no conozco mayor ventaja para un joven, que tener un amante virtuoso; ni para un amante, que el amar un objeto virtuoso. Nacimiento, honores, riquezas, nada puede como el amor inspirar al hombre lo que necesita para vivir honradamente; quiero decir, la vergüenza del mal y la acumulación del bien…]

De esta manera en palabras de FEDRO, el dios EROS es el que más amor inspira a los hombres tan es así que hace la siguiente comparación.

[Y no solo los hombres, si no las mismas mujeres han dado su vida por salvar a los que amaban. Las hélades ha visto un brillante ejemplo en Alcestes, hija de Pelias: solo ella quiso morir por su esposo, aunque este tenía padre y madre. El amor del amante sobrepujó tanto a la amistad por sus padres, que los declaro por decirlo así, personas extrañas respecto de su hijo, y como si fuesen parientes solo en el hombre…]

En palabras de FEDRO, los dioses dan más valor a lo que se hace por la persona se ama, ellos estiman, admiran y recompensan mucho mas lo que se hace por la persona por quien es uno amado.

Siguiendo con el orden acordado para la intervención de los invitados en el discurso dedicado a dios EROS, luego de Fedro, le siguió en el uso de la voz PAUSANIAS, quien intervino de la siguiente manera y que entre otras cosas dijo:

Yo no apruebo, ¡ho Fedro! La proposición de alabar a EROS tal como se hecho: esto sería bueno si hubieran más EROS que uno, pero como no es así, hubiera sido mejor decir antes cual es que debe alabarse.

De acuerdo al discurso de PAUSANIAS, existen dos diosas afroditas, por lo que al haber dos diosas afroditas necesariamente hay dos dioses EROS, pues no hay que olvidar que el dios EROS es el ministro de afrodita, de tal manera que la primera de las afroditas es la de más edad e hija de URANOS a la que llaman URANIA, que esta diosa no tiene madre, la segunda AFRODITA que es hija de ZEUS y de DIONE a la que llaman afrodita popular o pandemia. PAUSANIAS incluye en su discurso el siguiente razonamiento:

[Toda acción en sí misma no es bella ni fea; lo que hacemos aquí, beber, comer, discurrir, nada de este es bello en sí, pero puede convertirse en tal, mediante la manera de como se hace. Es bello si se hace de acuerdo a las reglas de la honestidad; y feo, si se hace en contra de estas reglas. Lo mismo sucede con el amor; todo amor, en lo general no es honesto. El amor de la afrodita popular es popular también, y solo inspira acciones bajas; es el amor que reina entre el común de la gente, que aman sin elección, lo mismo las mujeres que los hombres, dando preferencia al cuerpo sobre el alma…

El amor de la afrodita urania; es celeste por si mismo; es útil a los particulares y a los Estados, y digno para todos de ser objeto del principal estudio, puesto que obliga al amante y al amado a vigilarse asimismo y a esforzarse en hacerse mutuamente virtuosos. Todos los demás amores pertenecen a la afrodita popular. He aquí Fedro, todo lo que yo puedo decirte de improviso sobre Eros”]

El punto de divergencia entre el discurso de FEDRO y PAUSANIAS estriba en que antes de decir eros es el dios que merece todas las alabanzas primero habría que definir cuál de los dos dioses eros se refiere, puesto que existen dos diosas afroditas, lo que indudablemente revela la existencia de dos dioses EROS.

De acuerdo al orden que estaban colocados en la mesa y siguiente el sentido de la mano izquierda, le tocaba el turno de intervenir a Aristófanes, quien ese momento presentaba un hipo, lo cual le impidió intervenir de acuerdo a su turno, por lo que cedió su turno al médico ERIXÍMACO quien entre otras cosas dijo:

[Apruebo la distinción que ha hecho de los dos EROS, pero creo haber descubierto por mi arte, la medicina, que el amor no reside solo en el alma de los hombres, donde tiene por objeto la belleza, sino que hay otros objetos y otras mil cosas en que se encuentra; en los cuerpos de los animales, en las producciones de la tierra; en una palabra, en todos los seres; y que las grandeza y las maravillas del dios brillan por enteros, lo mismo en las cosas divinas que en las cosas humanas…]

También postula ERIXÍMACO que el cuerpo humano posee dos amores, por que las partes del cuerpo que están sanas y las que están enfermas constituyen cosas diferentes, y lo desemejante ama a lo desemejante. El amor que reside en el cuerpo sano e diferente al que reside en el cuerpo enfermo. Y concluye diciendo que:

[Por lo tanto, es cierto decir, en general, que el amor, es poderoso, y que su poder es universal; pero que cuando se consagra al bien y se ajusta a la justicia y a la templanza, tanto respecto de nosotros como respecto de los dioses, es cuando manifiesta todo su poder y nos procura una felicidad perfecta.]

Cuando al fin había cesado el hipo en Aristófanes, este pudo hacer uso de la voz, exponiendo su discurso en relación al dios EROS, en tal caso entre otras cosas dijo:

Que hasta ahora los hombres han ignorado enteramente el poder de eros; porque si lo conociesen le levantarían templos y altares magníficos…

Por lo que considero prudente señalar cual es la naturaleza del hombre y las modificaciones que ha sufrido. Por lo que expone que no siempre el hombre a existido tal cual se le conoce, ya que en un principio existían tres clases de hombres, conformado por los dos sexos que hoy existen y un tercer genero conformado por la unión de los dos géneros que hoy conocemos, este tercer genero se llamaba ANDROGINO. Que en un principio los hombres eran de formas redondas, la espalda y los costados colocados en círculos, cuatro brazos, cuatro piernas, dos fisonomías unidas en un cuello circular y perfectamente semejantes, una sola cabeza que reunía estos dos semejantes opuestos entre si, dos orejas y dos órganos de la generación. Que marchaban rectos y sin necesidad de voltear seguían el camino que querían, o en su caso si querían aligerar la marcha giraban como rueda sobre sus ocho extremidades. Pero que entraron en conflicto con los