Di meglio, clases populares argentina
Enviado por Helena • 23 de Abril de 2018 • 3.004 Palabras (13 Páginas) • 466 Visitas
...
El Congreso fue nombrar un director supremo que volviera a ser obedecido por todos en las Provincias Unidas: el elegido fue Pueyrredón, lo cual implicó un reafianzamiento del centralismo con capital en Buenos Aires. Luego fue indispensable elegir un plan bélico, única forma de asegurar la independencia, y fue en julio de 1816 que se decidió darle el apoyo pleno al proyecto de San Martín de evitar los avances por el Alto Perú. El objetivo fue poner fin a la revolución, a lo que los diputados consideraban un peligroso avance de la insubordinación, para reconstruir un orden. La intención era doble: terminar con el desafío de pueblos pequeños a las ciudades cabeceras, de las provincias al poder central y de cualquier facción a un gobierno; y también poner un límite a la movilización popular, que era muy fuerte en diferentes espacios rioplatenses y significaba un ataque a las jerarquías tradicionales y un cuestionamiento del orden social. La decisión del Congreso fue ubicar al “Ejército Auxiliar del Perú” en Tucumán, al mando de Belgrano, con la misión de vigilar el orden interno. Solo en 1816, ese ejército reprimió levantamientos en La Rioja, Córdoba y Santiago del Estero. Y a nivel social intentó una pedagogía de la obediencia (por ejemplo con versos en tono popular como el “cielito de la independencia”). De todos modos, mientras siguiera la guerra era muy difícil para las elites conseguir la desmovilización que deseaban. Y el otro lugar es Salta y Jujuy con el sistema de Güemes, donde había un desafío fuerte a las jerarquías tradicionales. Dejan de pagar los alquileres cuando están luchando, se llevan vacas de las estancias diciendo que “son para la patria” y que si ellos ponen el pecho los otros tienen que poner plata. Hay una idea de igualdad y sacrificio. Y aunque todo esto después terminó fracasando, fue muy revolucionario. Uno no tiene que juzgar a las revoluciones sólo por sus resultados. Acá la revolución fue mucho más allá de la independencia. Para los esclavos era luchar por la libertad, para estos paisanos por justicia distributiva, no fue solamente luchar por lo mismo que sus dirigentes. Todo bajo la idea de patria, pero no quería decir lo mismo para cada uno.
Los gobiernos y líderes rioplatenses debieron resolver una cuestión geopolítica. Y el problema de Gran Bretaña era cómo, siendo aliada de España, no perjudicar su propio comercio con América. Para los locales la cuestión se resolvía por dos vías distintas. Una, fomentar el libre comercio sin trabas extendiendo ampliamente la presencia británica en comerciantes y productos por toda la región: fue la política en el primer triunvirato, en las exposiciones sobre economía de Gracia en la asamblea del Año XIII y en la polémica entre Rosas y Patrón con Ferré. Sin embargo, para los patriotas más lúcidos, si bien era claro que el comercio de nuestros productos con Inglaterra (dueña indiscutible de los mares por décadas) era una necesidad para aprovechar nuestros recursos más redituables en el mercado mundial (Belgrano ya había intuido que “las vacas eran las minas del Plata”), estaban prevenidos. Sabían que el endeudamiento y la afluencia masiva de productos extranjeros perjudicarían el desarrollo de la producción local y la extensión de la agricultura y el poblamiento del campo, con lo que se hipotecaría el futuro del país.
Esta contradicción entre la tendencia del mercado mundial y la necesidad de proteger los intereses de sectores populares vinculados a la producción, local y regionalmente, se manifiesta en todos los líderes y programas revolucionarios del periodo. O sea, los “partidos” que tienen tras de sí la presión de grupos que dependen de la producción manufacturera artesanal o que dependen para desarrollar sus políticas del apoyo de sectores populares se ven impulsados a levantar las tarifas aduaneras, privilegiar la producción local y ser influenciados por las masas rurales pobres. Pero a lo largo del periodo las tarifas de la aduana y específicamente las políticas económicas de los diferentes gobiernos, veremos que en general el código aduanero de Artigas o los efímeros gobiernos federales porteños establecieron tarifas proteccionistas.
El Estado creado por el Congreso se desmoronó en 1820 pero la independencia quedó como un legado duradero, ya que todos los proyectos políticos ulteriores la tomaron como punto de partida. Desde el siglo XIX, el mito de origen argentino está asociado con dos conceptos muy fuerte: revolución e independencia. La noción de qué significa la independencia fue cambiando a lo largo del tiempo y de acuerdo a quién la mirara. Entre los años 1821 y 1824. Concretamente, la aparición de un sistema político republicano y representativo de gobierno, todo enmarcado en la ley electoral de 1821, donde se incorpora a la plebe en las prácticas políticas representativas donde el autor menciona cómo la plebe ha dejado, luego de 1823, de intervenir en la lógica de posiciones facciosas, para incorporarse al sistema político del momento. Nos encontramos con un se4ctopr popular que ahora participa directa y activamente en los procesos eleccionarios. Se menciona a líderes como Dorrego en tanto referentes de una nueva forma de hacer política: la participación y el convencimiento de la plebe para que participen en los comicios, en esta combinación líderes/plebe, empieza el origen de lo que sería el federalismo porteño. Con esta nueva lógica de construcción política, cualquier expresión que quiera ostentar el poder en la provincia, necesariamente deberá contar con el aval de la plebe.
Durante 1833 se produce la llamada Revolución de los restauradores, con adhesión popular y apoyo de contingentes militares que exigen la renuncia de Balcarce. Se crea la Sociedad Popular Restauradora que propicia el apoyo de Rosas. Pero en 1834 crece la agitación de los grupos Rosistas y ante la creciente acción opositora de los grupos, Viamonte renuncia. La Legislatura designa gobernador a Rosas quien no acepta, sosteniendo que la situación obliga al otorgamiento de amplios poderes. Quiroga es designado para mediar en un conflicto entre los gobernadores de Salta y Tucumán, al pasar por Barranca Yaco el caudillo riojano es asesinado, el crimen de carácter político, tuvo amplia repercusión en Buenos Aires. La Legislatura considera que, en tal situación, asume que el único que puede garantizar el orden es Rosas. Se lo nombra gobernador, concediéndole la suma del poder público.
Cuando el poder de Rosas parecía consolidado, Francia presenta una nota de reclamo al gobierno argentino por el servicio militar cumplido por sus súbditos en territorio argentino y en 1838 las fuerzas armadas francesas bloquean el puerto de Buenos Aires y todo el litoral del río.
El origen de la Mazorca no estuvo
...