Dictadura Cívico-Militar Uruguaya.
Enviado por Jerry • 2 de Febrero de 2018 • 1.772 Palabras (8 Páginas) • 616 Visitas
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Cultura de la resistencia
La resistencia es a nivel simbólico, donde se oponen al poder hegemónico. Discurso alternativo al que se imponía desde el poder. Los militares prohibían hablar de la dictadura. Controlaban desde lo que se reproducía en los medios de comunicación, hasta la educación y de lo que se hablaba.
Las personas comenzaron a oponerse simbólicamente, dando una visión distinta de lo que ocurría de forma “suave”. Una forma era “burlarse” de los símbolos militares y sus vestimentas, insignias, etc. El gran problema de la época era cómo hacer para lograr expresar lo que querían sin ser censurados. Quieren decir cosas de forma no explícita. Un ejemplo es “Canciones para no dormir la siesta” (1975-1985), donde habían muchos símbolos, pero al ser música para niños no se pensaba que estaría en contra de los militares. Las personas mayores también asistían a estos shows para escuchar las manifestaciones (en forma sutil) contra los militares.
”Canciones...” fue mucho más que una forma novedosa de dirigirse a los niños, convirtiéndose a base de sutilezas y guiños astutos en un referente cultural de la resistencia a la dictadura, sin perder en ningún momento el encanto infantil. De hecho, la agrupación debió alternar en un momento las actuaciones dirigidas a los infantes con performances nocturnas frente a público adulto.
Análisis de la letra de “Al botón de la botonera”: en esta canción cuando dice el “botón” se refiere al militar y cuando dice “botonera” se refiere al cuartel. Por eso dice “Al botón de la botonera, chim-pum, fuera”, o sea como que quiere que los militares se vayan del gobierno.En general, la canción se refiere a que los militares les habían sacado su libertad y el derecho de expresión. Los integrantes del grupo Canciones para no dormir la siesta dedicaron a los niños, sus canciones con un profundo contenido humano y a veces subversivo, o sea que hablaban mal de los militares.La censura nunca pudo con esta canción infantil, pese a la descomunal fuerza metafórica que esa simple frase tenía en aquellos años.
Toda esta cultura de la resistencia se ve en cualquier forma y espacio donde se podían expresar simbólicamente.
La murga tuvo un gran desarrollo. La cultura de la resistencia siempre actuaba al borde de la censura y simbólicamente.
- Teatro de la resistencia
A partir del 1979 hay un “Reflote” del teatro uruguayo. Aparecen nuevas salas y compañías teatrales.
-El teatro circular fue un polo importante para la dictadura. Abrió otra sala y comenzó a ser el más importante, y el mayor centro de resistencia.
-Reapertura de la EMAI: Escuela donde se formaban los actores. Comienza a volver a haber mejor formación para los que actuaban, por lo tanto el nivel de las obras es más alto.
-Aparición de teatros barriales. Personas no muy formadas representan obras en sus barrios, lo cual hace que el teatro vaya a generar un mayor interés y aumente su protagonismo. El teatro no sólo era entretenimiento, sino también un espacio de oposición con la dictadura.
Rasgos del teatro
•Lenguaje simbólico o con doble sentido. En el teatro se utiliza un lenguaje que tiene un sentido para la obra, pero para los espectadores tenía también otro (en contra de la dictadura).
Carlos Manuel Varela (dramaturgo) propone que sus obras de esa época son un “espejo fracturado” donde se refleja la realidad de la sociedad pero distorsionada, donde el público debe ser “cómplice” y rearmar la historia para comprometer su sentido ya que era algo muy complejo. Se debe descomponer la realidad para que sea sutil.
Obra: “Alfonso y Clotilda” (Teatro absurdo). Aprovecha este teatro (porque no tiene contenido político) para hacer ciertas denuncias sobre lo que pasaba Era una forma de hacer visible lo invisible.
•Denuncia sutil de los hechos negados por los militares. Los militares negaban todas las muertes y torturas, y en el teatro, sutilmente se hacía visible y se demostraba. En las obras, indirectamente se hace referencia a los torturados, muertos y desaparecidos.
No es un teatro intelectual, ni rebuscado, era más bien para que la gente escuchara los hechos de la dictadura. Al principio eran muy tímidos y solo sonreían, pero luego de un tiempo hasta paraban las obras para gritar cosas.
•Propósitos de reconstruir los lazos comunicativos con el público. En un espacio comunicativo de complicidad y alternativo al poder. Las personas ya no podían estar tranquilas de intercambiar opiniones con los demás, ya que habían muchas denuncias entre vecinos, amigos e incluso familiares que temían verse involucrados. Este teatro pretende romper el individualismo y fomentar la comunicación. El teatro pasa a ser el espacio donde la gente se comunica. Obras como “El herrero y la muerte” se hacen en teatros circulares, los cuales permiten la interacción con el público.
•Ambientes opresivos, ominosos, amenazantes. Los espacios ficcionales de las obras son inquietantes, representando la realidad uruguaya de la época y la paranoia de las personas a causa de la represión. Funcionan como metáforas que pretenden representar lo que pasa.
•Violencia escenificada. Se muestran situaciones de violencia verbal, física a veces, etc entre familias y demás, sin reflejar la violencia de militares hacia civiles. Son situaciones donde hay abuso de poder para representar lo que pasaba. Hacían visibles los hechos visibles que se querían hacer invisibles. Querían representar la violencia, y las personas lo entendían.
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