EL ALMA MATER

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Siendo este lugar ahora el campo de los sueños que nacen, de los recuerdos que olvidamos en las nieblas del pasado, de sombras que desvanecen con los años, de mitos y leyendas, cuna de los muertos de otros tiempos, un lugar que se construye de murmullos a cada día y a cada hora, un lugar que no se apaga ni se olvida, porque esta vivo y vive más en los corazones que un día lo habitaron, lugar testigo de un viento largo y loco, del alzar de las banderas, de incontables lunas de cristal, donde todo no fue tan bueno o malo como alguna vez nos contaron y quedo en nuestra memoria, testigo de amores y amigos, de bullicio y paz, lugar que se forjo de anécdotas de quienes lo transitaron, sucesos que un día fueron y serán historias que nosotros u otros contaremos, momentos que ya se convertirán en fotografías viejas, testigo de lágrimas y risas, un sitio que fue y será para muchos un lugar mejor donde esperar la vida.

Lugar de aromas, luz, metales, leña, y ceniza impalpable, rodeado de lo santo y lo infinito, que día a día muestra la memoria medio borrada por los años, donde cada tarde se tiñe de oro, bañando de luz sus espacios amplios que han sido y serán la cuna de genios, colonizadores, poetas, cantantes y otros personajes, el Alma Mater siempre siendo símbolo de nuestra identidad y de los pocos lugares históricos que aún se conservan, ayudando así al nombre que tantos años hemos escuchado ‘Tunja ciudad de los tesoros escondidos’

Catalogando así a Tunja como el marco de la novedad de hoy y la ruina del pasado, Tunja que no se cuenta en los libros si no en esa memoria visual que nos rodea al caminar por la ciudad donde esta guardada en sus rincones los triunfos de un día, haciendo esta ciudad colonial, esta linda ciudad, donde en sus calles esta la gloria, donde resplandecen sus lugares inmortales de altares y vitrales, de leyendas y mitos, una visión que va más allá de los muros de adobe.