ESTRATEGIAS DE PROMOCIÓN SOCIAL DE LAS LEMGUAS NATIVAS Y TAREAS DE LA PLANIFICACIÓN LINGÜÍSTICA
Enviado por Rebecca • 5 de Diciembre de 2018 • 8.593 Palabras (35 Páginas) • 447 Visitas
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De acuerdo con F. Chiodi y E. Lencón (1995), un programa de trabajo orientado a promover la lengua en la sociedad debería tener en cuenta por lo menos tres grandes líneas de acción: la lealtad lingüística, el cultivo de la lengua y, por último, el incremento de su valor utilitario. La, lealtad es la actitud que atribuye prestigio y valor a un idioma y lleva a la gente a defender la pureza contra la corrupción en la pronunciación de los prestamos extranjeros. El cultivo de la lengua está relacionado con el desarrollo de la misma, con la creación de términos nuevos, producción de materiales escritos para distintos fines comunicativos, etc., y por último el valor utilitario se refiere al uso de la lengua en los diferentes ámbitos comunicativos, a la capacidad de comunicar mensajes relacionados con las técnicas y la ciencia, con la misma capacidad que cualquier otra lengua.
3. Promoción de la Lealtad Lingüística
Una tarea primordial es alentar una mayor problematización de la situación sociolingüística de nuestro país. En otras palabras, habrá que propiciar la reflexión en torno a la lengua y articularla con la cuestión del desarrollo de los pueblos de los pueblos originarios: el crecimiento económico, las políticas indigenistas, los problemas de la salud desarrollo de saberes andinos, las expectativas educativas de los jóvenes, la modernización, el acceso a la información y a las comunicaciones, el papel del lenguaje en el desarrollo cultural, etc. Todas estas son tareas y acciones que llevan a la toma de conciencia, por ende, los usuarios valoran sus lenguas y defenderán de las posibles contaminaciones ocasionadas por otras lenguas.
Se trata de ampliar terreno para la relación entre lengua, libertades y proyecciones de los pueblos originarios, ya que hoy en día este tema está todavía fuera de las prioridades de dichos pueblos, sobre todo en las comunidades. Las campañas de proporción de la lealtad hacia las lenguas deberán legitimar y ampliar mensajes tales como, por ejemplo. Mantengamos nuestras lenguas, fortalecer la identidad cultural y lingüística de los pueblos aymara, quechua y otros: la lengua no es un obstáculo para el ascenso social; el uso de las lenguas indígenas no es sinónimo de atraso y marginación; La educación bilingüe e intercultural no dificulta el aprendizaje de la lengua nacional; se puede seguir siendo aymara o quechua con dignidad y derechos; la perdida de la lengua podría significar la renuncia a los valores y a la identidad aymara, quechua, entre otros.
A esta campaña estratégica de promoción social de la lengua, los movimientos aymaras o quechuas expresados en instituciones y organizaciones de diversos tipos. Deben cooperar en ampliar esta labor. Es aquí, en efecto, donde crece u n liderazgo intelectual aymara, quechua u otro, por l tanto, la cuestión del lenguaje puede encontrar eco y canales de difusión apropiados. Desde luego, son pasos fundamentales las denominaciones de estas instituciones u organizaciones que han optado llevar nombres o siglas aymara o quechuas como CONAMAQ (Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qollasuyo), OMAK (Organización de Mujeres Aymaras del Kollasuyo), CEPOs (Consejo Educativo de Pueblos Originarios), CEA (Consejo Educativo Aymara), ILCA (Instituto de Lengua y Cultura Aymara), CIPCA (Centro de Investigación y promoción del Campesinado), TAYPI, JAYMA, QHANA y otras.
Para apoyar la recuperación o el fortalecimiento de la identidad lingüística habrá que aprovechar todos los medios y todas las circunstancias, con énfasis en los que contribuyen mayormente a la formación de la opinión; la prensa, la televisión, las radios, las reuniones, los proyectos, las escuelas, las universidades, los cuarteles, las parroquias, hospitales, aeropuertos, los medios informáticos, los juzgados, etc. Estamos pensando pues en campañas multifacéticas destinadas a desarticular paulatinamente el bagaje de desinformación y prejuicios que se ha adherido a la conciencia del ser de los pueblos originarios. No hay nada que ponga límite al uso de las lenguas indígenas, por ejemplo, estas lenguas se podrían usar un Internet, telefonía local, nacional e internacional, celebración de misas, en el derecho, anuncios de salidas y llegadas de aviones en los aeropuertos y en los terminales de buses, propagandas en autopistas y carreteras, stop en los medios audiovisuales y televisivos, propagandas políticas, entre otros.
Desde luego no es tarea fácil, en una época en que predominan valores utilitaristas que empujan a las persona, más allá de sus identidades e históricas, a agruparse alrededor de una general aspiración al consumo y a la prosperidad económica, los quechuas, aymaras y otros (al igual que las mayorías del país) viven una presión creciente que los proyecta hacia expectativas de autoinformación que no deja mucho espacio, sino como u telón de fondo genérico e indiferenciado, a los temas de la cultura. Pero felizmente, ya existen importantes avances en los que el uso de la lengua nativa se ha introducido en los distintos medios de comunicación oral e escrita. Así existen denominaciones de negocios que podemos observaren nuestra ciudad de La Paz como auto imaña (garaje), jawst’iri (hotel o residencia), laq’u (teléfono celular), suma manq’aña (restaurante), y muchos otros términos que han entrado a estas lenguas por vía de acuñación o por el camino de préstamo. Por otra parte, los programas radiales, televisivos y los medios de escritos están dando empuje al uso de la lengua nativa en los niveles oficiales como en el Congreso Nacional, la iglesia, loa cuarteles, las Asambleas Comunales y otros eventos formales, dando valor y pauta de desarrollo lingüístico.
4. Mecanismos para el incremento del valor utilitario de las lenguas
Hoy día, para producir bienes y servicios se requiere proporcionalmente menos energía y material que en el pasado, y cada vez más conocimiento. Esto significa que el conocimiento y la competencia técnica representan cada vez más el factor productivo de mayor importancia para el progreso humano, papel que en el pasado le correspondía al capital (Durston, 1993:93).
El nivel de éxito y durabilidad de las iniciativas de planificación lingüística escriba entonces no sólo en su adecuada inserción en la dinámica sociocultural boliviana, sino también en las capacidades de gestión de los agentes de cambio. En esta perspectiva, la implementación del nuevo modelo educativo como es la educación intercultural bilingüe, en los diez años de vigencia, ha puesto de manifiesto la carencia de materiales educativos, ausencia de estudios dialectales y sociolingüísticos, deficiencia de la propuesta
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