El camino de la libertad

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En un futuro, varios gobernantes costarricenses como Rafael Ángel Calderón Guardia, buscarían acabar con estas injusticias, ellos anhelaban la llamada legislación social, en el pasado ya se había intentado conseguir por el mandatario Alfredo Gonzales Flores, pero no lo logró debido al poco tiempo que estuvo en el gobierno, dicha legislación buscaba ayudar y beneficiar a las clases populares mediante reformas y creación de instituciones que ayudaran a solucionar los maltratos y las precarias condiciones de vida de los costarricenses.

En tiempos de crisis y guerra, las malas condiciones laborales en la UFco, a pesar de que ya eran malas empeoraron, hasta el punto de que se daban asesinatos en las plantaciones, los trabajadores buscaban escapar de las mismas y algunos otros morían de hambre, accidentes tales como derrumbes, caídas de los trabajadores o picaduras de serpientes: “¡A menos de una vara se balanciaba la gran cabeza’e sapo de una bocaracá, con las tapas abiertas y los ojos chispiantes! ¡Un momento más, y hubiera pegao la cabeza en su cuerpo asqueroso!”; este panorama tan cruel e inhumano preocupo a los mandatarios, los cuales realizaron movimientos obreros para detener estas injusticias, sin conseguir respuesta y debido a la necesidad de atender otros problemas como la corrupción, cesaron tales movimientos, esto fomento la desesperación en los trabajadores cuya mayor bendición, describen ellos, era el despido de esta compañía; tales movimientos sin respuesta demuestran la incompetencia del estado ante la potencia que había antes y hay ahora, lo cual impide el progreso del país en el ámbito social, económico y político con ideales propios.

No fue sino hasta 1934, que se dio una huelga la cual fue liderada por Fallas, el cual en ese entonces era miembro del partido comunista, dicho partido era conocido por el gran apoyo que brindaba al grupo obrero; que se dio la firma del pliego de condiciones para la UFco, el cual exponía una mejora inmediata en las condiciones de trabajo y una remuneración digna y justa además de que esta fuera pagada con dinero y no con alimentos, dichas condiciones beneficiaron enormemente no solo a los trabajadores sino al país en sí, ya que dicha compañía aumento su producción y por consecuente también aumentaron los ingresos del gobierno: “¡Fueron quince negros días de violencia y de terror en las plantaciones del Atlántico! ¡Quince días que acabaron de templar para siempre —como se ha comprobado luego tantas veces— el indomable espíritu combativo de los trabajadores bananeros!”

En fin, Costa Rica, hoy en día reconocida por ser una nación demócrata caracterizada por la libertad de los ciudadanos, una buena condición de vida y oportunidades para el progreso, ha tenido un largo camino que recorrer para llegar hasta ahí, ha sufrido una guerra contra la pobreza y las pésimas condiciones de vida de las clases populares las cuales buscaban oportunidades para que ellos y sus descendientes tuvieran una vida plena , sufrió una guerra contra la corrupción la cual impedía un progreso del país en ámbitos tan importantes como lo son la economía y política, sufrió también una guerra contra las compañías e instituciones extranjeras las cuales buscaban invadir el país y doblegarnos con sus políticas xenofóbicas y altamente injustas para el trabajador y ciudadano, dichas guerras fueron más peligrosas y muchos más difíciles de combatir que incluso la guerra de 1948, que aunque fue dolorosa por ver a un pueblo devastado y fragmentado, matarse entre ellos, no fue nada comparado con los años de sufrimiento de un trabajador explotado el cual se ve obligado a seguir trabajando para no ver a su familia morir de hambre; es por eso que hoy, nosotros los costarricenses debemos apreciar y querer a nuestra nación la cual pese a su poca extensión, es una de las más grandes en cuanto a libertad se refiere, esto no significa que hoy no tengamos problemas, significa más bien que debemos unirnos como lo hizo el pueblo tiempo atrás y acabar con ellos; somos hoy en día un país sin ejército, debido a que los que nos defenderán serán los estudiantes.