Estado intervencionista (1920- 1938)
Enviado por Mikki • 12 de Noviembre de 2018 • 2.927 Palabras (12 Páginas) • 297 Visitas
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Las exportaciones de salitre y cobre se derrumbaron, provocando graves consecuencias sobre la economía interna, al caer los ingresos fiscales y disminuir las reservas. A mediados de 1931, la situación económica del país pareció tocar fondo, obligando a la suspensión del pago de su deuda externa por primera vez en la historia: un 16 de julio de 1931.
La sociedad chilena se vio fuertemente sacudida por el impacto de la crisis. Miles de cesantes recorrieron las calles de ciudades y los campos; cientos de obreros salitreros volvieron sin esperanza y recursos desde el norte. En Santiago, el gobierno a través de los Comités de Ayuda a los Cesantes debió alimentar y albergar a miles de familias; las ollas comunes proliferaron en los barrios, y mucha gente terminó viviendo en cuevas en los cerros aledaños a la ciudad.
La crisis financiera aumentó las protestas en contra del gobierno de Ibáñez del Campo, quien se vio obligado a renunciar y partir al exilio el 26 de julio de 1931. La caída de Ibáñez dio paso a una grave crisis política, sucediéndose en poco más de un año varios regímenes de gobierno, entre ellos la mítica República Socialista, que sólo duro doce días.
De nuevo en la Presidencia, Arturo Alessandri Palma enfrentó el desafío de levantar a una nación postrada por la crisis. En materia política, puso en marcha un sistema electoral donde todas las fuerzas democráticas pudieron acceder a representación parlamentaria, por la vigencia de un sistema electoral de representación proporcional. Los partidos de izquierda – comunista y socialista- obtuvieron un espacio en el sistema político, y el gobierno respetó la legislación laboral y las organizaciones sindicales.
Otro hito en este proceso tendente a dar protagonismo al Estado, se alcanza a partir del gobierno del Frente Popular en 1938, donde se crea la Corporación de Fomento de la Producción (Corfo) 1939.
Gobiernos y sus principales logros.
Durante el período 1920-1938 hubo distintos presidentes al mando de nuestro país entre los cuales están los siguientes:
- Arturo Alessandri Palma (1920-1925): Con un programa progresista apoyado en general por los sectores medios y populares, proponía la libertad electoral, estabilización de la moneda, un arreglo de los conflictos internacionales pendientes, el fomento de la industria y de las obras públicas, la protección de los trabajadores, entre otras propuestas de legislación social. Las tareas del nuevo mandatario eran por una parte ejecutar las medidas necesarias para reactivar la economía de nuestro país y también responder a las expectativas que tenían los sectores que lo habían apoyado, quienes reclamaban medidas de protección social y laboral. La administración entrante adoptó las medidas necesarias para lograr una reactivación temporal de la industria salitrera. En cuanto a los déficits fiscales generados por la drástica caída de los ingresos, el gobierno recurrió a créditos externos y “emisiones de emergencia” que provocaron una caída en el tipo de cambio y el aumento en la inflación. Sus promesas con respecto a la legislación social y laboral no perduraron mucho ya que tuvieron frenos en el Congreso Nacional, provocado por la resistencia de la mayoría opositora en el Senado, hasta que el descontento social, provocó una crisis el 4 de septiembre de 1924, cuando un movimiento militar tomó el poder del país. En este movimiento militar el General Altamirano asumió la vicepresidencia del país y enseguida se creó una Junta de Gobierno integrada por él, el Almirante Francisco Nef y el General Juan Pablo Benne, la que procedió a disolver el congreso y aceptar la renuncia de Alessandri, de ésta manera se termina el régimen parlamentario lo que produce un quiebre en el régimen constitucional de Chile.
- Emiliano Figueroa Larraín (1925-1927): con la aprobación de las Fuerzas Armadas, los presidentes de los partidos se decidieron por Emiliano Figueroa, “el caballero de la época de los coches de posta”, como se le conocía. Entre las obras del gobierno de Figueroa, se encuentran la modernización de la administración pública y la creación de la Contraloría General de la República. Esta última institución tiene por función controlar, de acuerdo con la ley, los actos administrativos del gobierno y demás reparticiones públicas.
- Carlos Ibáñez del Campo (1927-1931): Colaboró en el gobierno de Emiliano Figueroa como ministro de Guerra (1925) y ministro del Interior (1927). Asumió la vicepresidencia de la República ese mismo año, luego de la renuncia de Figueroa. Ahí, Ibáñez fue proclamado candidato presidencial único, ganando las elecciones. Bajo este gobierno, la educación experimentó importantes reformas, haciéndose obligatoria para los niños y jóvenes entre siete y 15 años. En 1927 se implementó una reforma educacional que abarcó desde la enseñanza primaria hasta la universitaria, basada en la pedagogía activa, dándose especial énfasis al sentido nacionalista que esta debía tener. Otro hecho destacado fue la dictación de la ley de autonomía universitaria, que garantizaba la independencia académica y administrativa de la Universidad de Chile.
Aunque en el ámbito económico se crearon la Caja de Crédito Minero (1927) y la Caja de Crédito Industrial (1928), instituciones que beneficiaron e impulsaron sus respectivas actividades, la vinculación de la economía chilena a los préstamos externos, provenientes sobre todo de Estados Unidos, financió los planes expansivos del gobierno, pero al mismo tiempo, la tornó vulnerable a las variaciones económicas mundiales. La crisis de 1929 repercutió con fuerza en el país, ya que se perdieron los mercados compradores del salitre. Ante esta situación, el gobierno creó la Compañía de Salitres de Chile, COSACH, en la que el Estado controlaba el 50 por ciento de las acciones. Esta iniciativa no tuvo los efectos esperados, por cuanto la compañía no fue capaz de entregar al Fisco los montos estipulados.
El gobierno de Ibáñez se caracterizó por su frenética actividad, que lo llevó a realizar un programa de obras públicas nunca antes visto. Sin embargo, el alto nivel de endeudamiento público y la errada política monetaria del gobierno frente a la gran crisis mundial de 1929, hicieron inmanejable la política económica y llevaron a un colapso fiscal, productivo y financiero. En 1931, el apoyo al gobierno era nulo; las multitudes descontentas salieron a las calles y los estudiantes universitarios, junto con los profesionales, iniciaron una gran huelga. El movimiento se hizo incontrolable y el presidente Ibáñez se vio obligado a renunciar. Cedió el poder al presidente
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