Formación Nacional en América: Un proyecto realizado desde las élites hacia el bajo pueblo
Enviado por Ensa05 • 4 de Noviembre de 2018 • 2.237 Palabras (9 Páginas) • 459 Visitas
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“Lo predominante en el federalismo rioplatense –aunque ni siquiera logrado por el Pacto de 1831- habría sido algo similar a aquella primera experiencia de organización política independiente, cuya inadecuación para el desarrollo de la nación norteamericana fue de inmediato percibida y criticada por los que propusieron reemplazarla con una forma federal más apta a la emergencia de una nación unida y fuerte”[4].
Para poder cerrar este análisis, se puede señalar cómo la concepción racial que se desarrolla desde las hegemonías políticas de la época hacia el bajo pueblo se desarrolla de una manera que esta queda arraigada dentro de la comunidad americana. Esta situación no sólo afecta en aquella época, sino que el indigenismo que se llega a dar dentro de la región se desarrolla a lo largo de la historia, esto por el hecho de que las características raciales llegan a ser determinantes a la hora de cómo se puede apreciar a una persona, e inclusive que puede llevar a las personas a conseguir una mejor posición laboral o social dentro de esta época.
Esta situación se puede ver apreciada principalmente en el documento de Eduardo del Río “Ni independencia ni revolución”, en el cual se representa una caricatura que demuestra cómo la llegada de los españoles termina siendo trascendente para esta visión subyugada en la que se presentan estos sujetos, en donde se puede señalar: “Bien mañosos, los gallegos se aprovechan del odio que hay en casi todas partes a los aztecas, y logran que los tlaxcaltecas y otros poblanos se les unan y les carguen las cosas”[5]. Esta situación se produce por el hecho de que los aztecas tienen a la mayoría de los pueblos mexicanos sometidos, lo que produce anticuerpos importantes con la civilización, y que genera un quiebre entre los aztecas y el resto de los pueblos mexicanos, quienes ayudan a los españoles a asentarse en la zona mesoamericana, pero que finalmente termina siendo perjudicial para el dominio indígena a nivel territorial en México.
Con el objetivo de poder seguir fundamentando esta situación, se puede agregar que si bien se puede apreciar una importante movilidad social en algunos países de Latinoamérica (por ejemplo, Cuba), esta situación no representa a la totalidad de la población indígena de la región, por el hecho de que es una pequeña cúpula intelectual que se aleja de la herencia periférica a la que se encuentra determinada esta sociedad relegada social, política y económicamente, viviendo a las sombras de esta transformación. Dentro de este contexto, se puede tomar en consideración las palabras de Zuleica Romay en su documento “Cepos de la memoria”, en el cual señala:
“Esta actitud, que investigaciones recientes en barrios de La Habana atribuyen a vecindarios signados por la pobreza, no es resultado de un racismo institucional que segrega u olvida a las personas debido al color de su piel; pero confirma las evidencias sobre la presencia mayoritaria de negros y mestizos en núcleos poblacionales cuyas condiciones de vida son muy precarias”[6].
Con el motivo de sintetizar este análisis, se puede decir que esta creación impuesta desde las élites criollas es una formación de nación que no sólo influye de manera temporal dentro del imaginario americano, sino que llega a trascender a lo largo del tiempo, inclusive hasta nuestros días. Esta situación se puede ver justificada por los tres motivos ya explicados, en donde aparece como fundamental el ejemplo de la coerción y la imposición que se ejerce sobre la sociedad, en donde este sistema aparece como un factor que logra establecer una república identificada con un concepto nacional que llega a identificar al bajo pueblo con este concepto, y que va más allá de cumplir con un cierto compromiso militar, ya que se remite a una percepción social de este sentimiento.
En relación a los otros dos aspectos en cuestión, se puede inferir que las hegemonías comunales y los procesos federalistas en el continente si bien generan un enfoque importante en estas nuevas regiones que buscan desligarse del centralismo gubernamental del dominio político en estos países en proceso de independencia, no logran poner en la palestra al personaje periférico encontrado dentro de estos sectores, esto por el hecho de que se generan nuevas hegemonías que sobrepasan a este sujeto, ocultando su posición dentro de estas esferas políticas gestadas tanto en el mundo rural como en las metrópolis en formación que genera el federalismo.
Respecto a la concepción racial que se realiza desde las élites criollas, se puede decir que la visión que propagan estos sujetos hace que el indio quede en una situación de subalternidad, la cual no permite ubicar a este individuo como el centro de la discusión, por el hecho de que el resultado de la dominación criolla y occidental produce que quede en las sombras de la historia, ya que lo que pase con estos sujetos no logra ser relevante para el legado europeo, pero sí relevante para la historiografía. Esto se da por el hecho de que las secuelas que deja estos sistemas hace que se produzca una concepción “blanqueada” de la sociedad, en donde el negro, en varias partes del continente, sea apreciado como una persona inferior y que se encuentra más cercano a la mano de obra, que a un ser que pueda producir elementos conceptuales que logren romper con este prejuicio fundado por la dominación indígena que ejercen sobre ellos.
Bibliografía
- Carmagnani, Marcelo. “El federalismo argentino en la primera mitad del siglo XIX (José Carlos Chiaramonte). En: Federalismos Latinoameicanos: México/Brasil/Argentina. México: FCE, 1993.
- Del Río, Eduardo. En: Ni independencia ni revolución. México: Editorial Planeta, 2010.
- Lynch, John. “Introducción. La tipología del caudillismo”. En: El gendarme necesario: el caudillo como agente del orden social 1820-1850. Bogotá: Universidad nacional de Colombia, 1987.
- Mallon, Florencia. “Hegemonía comunal y nacionalismos alternativos. Contingencias históricas y casos limitantes” y “Las complejidades de la coerción. Culturas políticas populares, represión y el fracaso de la hegemonía”. En: Campesino y nación: La construcción de México y Perú poscoloniales. México: CIESAS, 2003.
- Romay, Zuleica. “Marca Número II: El complejo de inferioridad”. En: Cepos de la memoria. Cuba: Ediciones Matanzas, 2015.
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