Historia Manuel Zelaya

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Dicho modelo bipartidista ha tenido como resultado perverso la ficción de un estado de derecho que se mantiene en pie para proteger la impunidad y garantizar la hegemonía de unos pocos. Y ha creado una institucionalidad formal que está al servicio de esa minoría.

Bajo esta óptica, según Barahona, el golpe de estado de 2009 representa un quiebre en este modelo bipartidista en tanto que ha agotado su capacidad de gobernar según la tradición republicana. Tanto por su incompetencia por favorecer las condiciones de una población empobrecida como por la amenaza percibida por la elite hondureña en perder el absoluto control del estado bajo la legitimidad democrática del orden público. Esta amenaza la representaba la posibilidad de la asamblea nacional constituyente convocada para lograr un nuevo pacto social o constitución.

Es decir, bajo la legitimidad del orden vigente, intentar ser consecuente con lo planteado en los artículos constitucionales que recuerdan que la soberanía emana del pueblo (art. 2) y que el gobierno debe sustentarse en el principio de la democracia participativa (art. 5).

La ausencia de la democracia participativa en Honduras nos lleva a la conclusión que más de un candidato consciente, lo que reciben los candidatos electos a cargo de elección popular es un cheque en blanco sobre cuyo uso solo deben rendir cuentas a su conciencia.

Breve Crónica de ¨Los Hechos del 28 de junio¨

Para evitar que se llevara a cabo la encuesta de opinión en que se preguntaría al pueblo hondureño: ¿está de acuerdo en que las elecciones generales de 2009 se instale una cuarta urna en la cual el pueblo decida la convocatoria de una asamblea nacional constituyente?, fuerzas especiales del ejército allanaron (a las 5:34 a.m. del 28 de junio del 2009) la vivienda del Presidente de la Republica, José Manuel Zelaya Rosales y procedieron a expatriarlo a Costa Rica.

Igualmente fueron detenidos y expatriados altos funcionarios del gabinete de Zelaya como la canciller Patricia Rodas. Otros tuvieron que esconderse o irse del país. Durante varias horas de la mañana se interrumpió el servicio de energía eléctrica, y se allanaron y se suspendieron las instalaciones y transmisión de los medias de prensa independientes o identificados con la oposición del presidente Zelaya como Radio Progreso, Radio Globo, Canal 8, Canal 36, y Canal 11, entre otros.

Simultáneamente las principales radios y televisoras identificadas por su oposición a Zelaya y al proyecto de la cuarta urna, transmitían programas deportivos, religiosos y de entretenimiento como si en el país no estuviera pasando nada.

El ejército por su parte procedía a decomisar todo el material que sería autorizado en la frustrada encuesta, militarizar puentes, aeropuertos, estaciones eléctricas, Hondutel y por supuesto las sedes de los poderes del estado.

Mientras, apenas un puñado de ciudadanos aturdidos comenzaban a hacerse presente a inmediaciones de la Casa Presidencial para repudiar lo acontecido: ¿una captura, un secuestro, un golpe de estado?

No fue sino el filo de la una de la tarde cuando en cadena nacional de radio y televisión comenzó a conocerse la historia social por parte de lo que quedaba de los poderes del gobierno hondureño, es decir, desde el congreso nacional y la corte suprema de justicia. Desde la sede del primero y se transmitía una sesión extraordinaria en la que se daba lectura tanto a un apretado informe sobre presuntos delitos políticos cometidos por Zelaya (como dictador frustrado) y una presunta carta de renuncia de Manuel Zelaya justificada por razones de salud y con el fin de devolverle la paz a la república.

A continuación se leyó un proyecto de decreto (CN 141-09) mediante el cual se destituía al presidente y, mediante lo que en adelante se llamaría sucesión constitucional, se tomó promesa como nuevo presidente constitucional al presidente del Congreso Nacional, Roberto Micheletti. Así lo que comenzó en la madrugada del 28 de junio como una ilegal captura o secuestro del presidente Zelaya, se convertía, en golpe de estado por la tarde.