Historia arquitectónica Tolosa
Enviado por Sandra75 • 1 de Mayo de 2018 • 2.754 Palabras (12 Páginas) • 318 Visitas
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Esta importante actuación de urbanización permitió dotar a la villa de una forma sintética de la que antes carecía, identificando la ciudad con una imagen propia.
Previsiblemente, la cerca siguió el borde de la línea de agua que rodeaba el emplazamiento protegido, adoptando el trazado de un recinto oblongo sin particulares gestos estratégicos. Era una obra de delimitación y de protección pasiva más que una construcción para la ofensiva bélica. Por el lado del río, entre puente y puente, la cerca presumiblemente incorporaba la construcción de la parroquia haciendo a sus muros parte del recinto.
LOS PUENTES
Para una ciudad aislada, tan importante como la cerca y la protección que ofrece resultan las puertas y el lugar y la forma en que se abren. Y la Tolosa aislada y cercada pudo organizarse en la medida que tuviera garantizada la comunicación mediante puentes para salvar los cursos de agua que la rodeaban y principalmente el cauce del río, por la dificultad y trascendencia de su paso para el propio sentido de la ciudad.
Sobre el canal se abrirían tres puertas: una por el Norte en la línea de la margen izquierda del río, aguas abajo; otra, por el Oeste, hacia los manantiales de Montesku; y una tercera por el Sur, en dirección Ordizia.
Sobre el río las puertas consolidarían la posición de los puentes; por el Sur hacia Navarra y por el Norte a la ermita de Arramele y hacia la costa. Por las noticias conocidas de puentes de otras ciudades y por la relación que respecto a otras áreas geográficas presentaba Gipuzkoa para la difusión de los recursos y técnicas medievales, puede suponerse que los dos puentes sobre el Oria ya eran de piedra en el siglo XIII. Serían ambos estrechos viaductos sobre arcos tendidos entre robustos soportes con tajamares para suavizar el deslizamiento de la corriente.
El puente de Navarra
Del puente de Navarra no disponemos de referencia sobre su conformación más antigua. Por ello, es necesario remitirse a documentación reciente y al análisis de la obra para identificar posibles características de la construcción originaria.
La propia posición y traza del puente como su perfil alomado pueden tomarse como originales. También el número de vanos (cuatro, descontando el quinto datado en el siglo XVIII) resulta coherente que fuera el mismo. Sin embargo, para conocer las demás características hay que proceder a un despojamiento de los añadidos más recientes. Así puede deducirse que el puente de cuatro vanos más antiguos que pertenece en la actualidad no es de factura homogénea. El paso se forma sobre un viaducto de anchura estricta (4.3 m) y uniforme, con traza recta y normal a la dirección de la corriente. No obstante, los arcos, soportes y tajamares del mismo presentan caracteres variados.
En este puente antiguo se encuentran, por una parte, dos sólidos tajamares de sillería situados en el centro del cauce que sobresalen una corta altura del curso normal de las aguas. El tercer tajamar, más próximo a la isla, presenta menores dimensiones. Y el estribo izquierdo se ubica sobre la línea del murallón de cerca. Los arcos, por otro lado, son diferente entre si (en correspondencia con el perfil del puente) y están construidos en sillería de caliza gris. El arco mayor, que está situado bajo el quiebro del perfil, ocupa el tercer lugar desde la isla y es un arco rebajado que salva una luz de 14 m. Contiguo al mismo y más próximo a la isla se desarrolla un vano de 11 m de luz que se salva también con un arco rebajado. Entre el arco mayor y la margen derecha se salva un vano de 11 m de luz con arco de medio punto. Y entre el estribo de la margen izquierda y el soporte más próximo, con un arco ligeramente ojival se salva un vano de 9 m de luz.
Entre arcos se forman dos parámetros contiguos de mampostería irregular de cara plana que dan lugar a otro de los caracteres definitivos del tipo del puente antiguo: la anchura constante del viaducto, sin apartaderos o ensanchamientos intermedios.
Analizando la forma de los arcos, se puede comprobar que los dos arcos centrales, aunque de distinto radio, tienen su centro sobre una misma línea horizontal, como si correspondieran a un trazado de conjunto. Responda a esto a una circunstancia planificada o no, estos dos arcos centrales muestran entre sí una mayor armonía formal que comparados con los otros.
Por otra parte, por el proyecto que en el siglo XIX se hizo para ampliar la anchura del puente se conoce que el primer tajamar, de menores dimensiones, era regular antes de la ampliación mientras que los otros dos presentaban ya entonces frente redondeado.
De todo ello no puede deducirse más que algo tan lógico como que la obra hubo de experimentar reformas y complementos a lo largo de los siglos o que procede de un variado proceso de construcción. Pero pueden establecerse hipótesis que permiten suponer un puente antiguo con tres tajamares angulares y cuatro arcos irregulares, que experimentara daños e incluso destrucciones parciales con el tiempo, seguidos de reconstrucciones más regularizadas y refuerzos intencionados. Como testimonio más estable quedaría el primer arco, ojival, y un tajamar triangular que añadido a la serie de características más permanentes (posición, traza recta, perfil alomado, cuatro vanos, viaducto de 4.3 m de anchura constante), ofrecen una definición suficientemente concreta de lo que pudo ser el primer puente de fábrica firme y sólida que garantizaba el paso del Oria procediendo de Pamplona para acceder a Tolosa.
El puente de Arramele
El puente antiguo de Arramele fue destruido en el siglo XVIII al sustituirlo por uno de nueva planta aguas abajo. Del puente antiguo conoceremos sus características solamente a través de dos planos levantados poco antes de su demolición. De estos planos se deduce que la constitución del puente de Arramele antiguo era la de un puente de cuatro vanos con perfil alomado, que en el estado que presentaba en el siglo XVIII resultaba más arcaico e irregular que el de Navarra. De anchura y constitución similar a este, el de Arramele presentaba tres tajamares de diferente tamaño siendo más reducido el central que los dos laterales, y los dos arcos ojivales de los vanos lindantes con la margen derecha. A diferencia del de Navarra, en el puente de Arramele los tajamares se elevaban hasta el nivel de paso, formando ensanchamientos del viaducto sobre los mismos que reproducen su forma redondeada.
La posición del puente antiguo de Arramele queda descrita en uno de aquellos planos con claridad mostrando su condición de extremo Norte
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