LA ESCLAVITUD EN ROMA Ensayo

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El deshecho de los esclavos y su abandono por supuesto que ocurría y de las maneras más crueles, tiempo después esto era castigado hasta con la libertad del “servus”.Si un esclavo enfermaba o se hacía viejo se deshacían de él , las maneras más practicas era el ser arrojados al rio o a la arena a alimentar a las fieras, hubo incluso fue asesinado en el mismo sitio.

Un oficinista con 29 años de entrega a su trabajo y comprometido a la empresa por cualquiera que fuera la razón es despedido a sus 58 años pues ya no es redituable su mantenimiento ni su estadía laboral, sin embargo el desempleo lo acoge pues su edad lo desventaja a la hora de contratación y no puede pensar más en la posibilidad de una pensión o jubilación volviéndose así un esclavo más arrojado a la corriente del rio “Tiber” del desempleo y devorado por la fiera del hambre.

Hemos llegado a un punto clave y estoy seguro que al menos aquí se podrá contestar el siguiente cuestionamiento: Si han pasado ya un milenio y siglos más luego de la esclavitud en Roma, si existieron guerras y revoluciones que disputaran la libertad del hombre y sus derechos fundamentales ¿por qué hemos de continuar así si unos como otros somos libres? Y entonces ¿En qué consiste la libertad? ¿Qué diferencia hay entre la relación de un esclavo y su señor romano y un trabajador de la actualidad cuya vida y porvenir depende de su empresa? ¿Qué es lo que vuelve distintos a la “Dominica Potestas” y a un contrato laboral raquítico actual? Usted tiene la última respuesta.

Por ultimo he de concluir refiriendo que es el cristianismo, además de una crisis militar y una invasión bárbara lo que termina con el magnífico Imperio Romano. En la actualidad los países “tercer munditas ” son católicos y cristianos , todo esto un patrón curioso y digno de analizar. Anteriormente comentaba que el cristianismo ayudo de alguna manera a suavizar el trato a los esclavos pero que aceptaba la institución e incluso la refería como castigo de Dios. Actualmente en nuestras Iglesias y a través de un evangelio que ha sido manoseado por un millar de personas a lo largo de la historia se nos vende la idea de aceptar nuestra cruz de pobreza, de continuar como servidumbre con la esperanza de ser lo adverso en otro mundo del que desconocemos su existencia, de consentir y tolerar las condiciones en las que nos encontremos con gobiernos corruptos, con una sociedad doble moral y con un país anglosajón que impera e invade todos los rincones del planeta e impone su derecho al igual que los bélicos romanos.

Te invito lector a que seas liberto de tus vicios, de tus dogmas y superes estas ideas de capitalismo, pues hemos visto ya que seguimos siendo “servus”

Valorando el desarrollo de los grandes romanos y a lo largo de su evolución debo mencionar que supieron reconocer sus errores dando así pie a que por muchas y diferentes causas, la situación de los esclavos fue cambiando y mejorando a medida que avanzaba el imperio romano. “Claudio tenía por asesinato el dar muerte a esclavos viejos y enfermos y dispuso para ellos, caso de ser abandonados por sus dueños, que el estado les procurase atenciones y se les diese la libertad; Domiciano prohibió la castración de esclavos; Adriano prescribió asimismo la ejecución del esclavo culpable por su amo y hasta el encarcelamiento en cárceles particulares” (Alfody Géza, 1984).Por supuesto que los emperadores no en su mayoría fabricaron solos estas modificaciones sino con la ayuda de grandes voces que se levantaban en contra de la esclavitud como la de Lucio Séneca quien en una de sus cartas escribió: “Servi sunt? immo homines! Servi sunt? immo contubernales!. Servi sunt? immo humiles amici!

“¿Son esclavos? ¡Más bien hombres! ¿Son esclavos? ¡Más bien compañeros! ¿Son esclavos? ¡Más bien humildes amigos!”.

REFERENCIAS:

ART. 2°, CONSTITUCION POLITICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS, 2016

Gómez Tamez, Alejandro, Empleo en México, El Financiero (2016)

Recuperado de: http://www.elfinanciero.com.mx/opinion/la-realidad-del-empleo-y-desempleo-en-mexico.html

Alfody Géza. (1987). Historia Social de Roma. Madrid, España: Alianza.